Academia

“El caso de Jean-Philippe marcará un antes y un después en el Cinvestav”

Susana Quintanilla, investigadora de la institución, relata cómo se ha desarrollado el tema de acoso entre la comunidad de la institución

violencia de género en la academia

Las mujeres científicas representan el 20 por ciento de la matrícula de investigadores del Cinvestav.

Las mujeres científicas representan el 20 por ciento de la matrícula de investigadores del Cinvestav.

Isabel Barrera

Después de hacer público el acoso de Jean Philippe Vielle Calzada, María Ávila recibió una denuncia por “daño moral”. El denunciante solicitó 20 millones de pesos como reparación.

María Ávila, actual académica de la UNAM, Campus Juriquilla, fue una de las denunciantes del investigador del Langebio, quien se postuló para la dirección del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

La postulación causó reacciones adversas en sectores de esta comunidad, que llegaron a su máxima expresión pública el lunes pasado durante una protesta en el Auditorio Arturo Rosenblueth, donde intentó exponer su programa de trabajo.

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El acto les pareció a otros sectores del Cinvestav una “barbarie”, relata Susana Quintanilla, investigadora de la Sede Sur; no obstante, no les escandaliza una contrademanda millonaria a una estudiante.

Desde hace un año, Quintanilla impulsó comunicados y cartas de la comunidad dirigidos al subsecretario de Educación Superior de la SEP, Luciano Concheiro, para exponer el caso. La científica relata en entrevista una síntesis del caso de acoso del investigador del Langebio, quien tiene cuatro denuncias por acoso sexual.

A partir del reportaje publicado en la revista “Science” y de tener contacto directo con algunas de las víctimas en Langebio, Quintanilla se dio cuenta de que el caso se trataba de uno “arquetípico” de las formas de funcionamiento y prácticas dentro de la investigación científica, aunque más preocupante.

Lo que ocurrió en el Langebio es un síntoma grave, puesto que se trata de la misma persona con cuatro denuncias, entre ellos dos testimonios anónimos, y solapada en buena medida por las mismas autoridades y los grupos de poder en la institución”.

La científica apunta que ese entorno ha protegido a Vielle Calzada, “niño de oro”, puesto que representa el modelo del científico en muchas instituciones.

Inequidad de género 

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“Somos 20% de mujeres en el Cinvestav en la investigación; hay departamentos como el de Física con investigadores hombres casi en su totalidad”Susana Quintanilla

María Ávila expuso su testimonio en redes sociales, como lo relata el artículo de Emiliano Rodríguez en “Science”, de inmediato, recuerda Quintanilla. De inmediato otras colegas se sintieron identificadas y se pusieron en contacto para presentar una denuncia administrativa.

La investigación a lo largo de los últimos dos años ha sido lenta y sin resolución dentro de los órganos internos de control de la institución hasta el sobreseimiento por la Secretaría de la Función Pública. Los detalles se publicaron por Nayeli Roldán en “Animal Político”.

Mientras tanto, Vielle Calzada demandó a Ávila y otra académica ante un juzgado civil. “Acciones intimidatorias que resultan efectivas, sobre todo cuando no hay una autoridad, en este caso el director del Cinvestav (José Mustre) quien firmó el Acuerdo de Cero Tolerancia al Hostigamiento y Acoso Sexual de la administración federal”.

Dijo que se trataba de un problema del órgano interno de control y que no podía intervenir, añade, adicionalmente a que no se siguió el protocolo para la atención de casos de hostigamiento y acoso sexual. “Mientras tanto, Jean Philippe Vielle sigue en la institución, amedrenta y toma acciones como demandar ante el órgano interno de control a una persona acusándola de originar el grupo de mujeres empoderadas que quiere ‘desprestigiarlo’. Ese ha sido su caballo de batalla: ser víctima de un grupo de personas y sus maridos, porque ni siquiera atribuye el acto a ellas, si no que los involucra a ellos porque ‘le tienen envidia’, dice, y quieren 'acabar con su carrera'”.

En apoyo a las demandadas, se realizó una colecta a través de la sociedad de Científicas Mexicanas para apoyarlas en los gastos de abogados, puesto que deben responder, añade Quintanilla. “No se llegó a ningún acuerdo porque no lo aceptó Jean Philippe, sigue el proceso y al mismo tiempo María Ávila ha solicitado un amparo frente a la resolución del órgano interno de control”.

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Hace un año, relata Quintanilla, las comunicaciones de la comunidad dirigidas al subsecretario tuvieron eco, puesto que instó a que el director del Cinvestav cumpliera con sus atribuciones y funciones. No obstante, añade, no fue así y la situación escaló hasta la candidatura de Vielle Calzada y las manifestaciones en Zacatenco el lunes pasado.

“Salió del auditorio, pero no retiró candidatura y seguro tendrá votos e incluso que podría llegar a la terna porque hay colegas que no sólo lo solapan, si no que les molesta también que haya mujeres empoderadas en las estructuras donde proliferan los pactos patriarcales”.

Eco en la Secretaría de Educación Pública

Susana Quintanilla.
“Tenemos todo el apoyo de la SEP y la solidaridad de Luciano Concheiro sobre un problema que no es exclusivo del Cinvestav”Susana Quintanilla

La científica añade que se requieren cambios de fondo en las leyes y legislación de las instituciones de educación superior, hay mucho trabajo por hacer, enfatiza. “Pero en el Cinvestav, este caso será emblemático y marcará un antes y un después. Se han agotado todos los recursos, las estudiantes han publicado cartas y solicitudes que no se han atendido ni resuelto. Ha habido una falta de atención e incluso encubrimiento, sólo así se explica la lentitud o la inacción, no de toda la institución, pero sí de un sector muy importante”.

Lo único positivo ante este problema, que permea a muchas más instituciones de educación superior, apunta, es que ha generado cohesión en muchos grupos de mujeres de todas las áreas y de varias generaciones. “Ha sido una experiencia maravillosa y eso le puede resultar incómodo a muchos de nuestros colegas, piensan ‘ya vienen a fastidiarnos con el me too’. Pero vamos a seguir, ya no hay vuelta hacia atrás”. 

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