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El nuevo SNI(I), mayor asistencialismo, menor calidad

A días de concluir la convocatoria actual del SNI, los científicos se enfrentan a un cambio de paradigma y nuevos planteamientos conceptuales 

convocatoria 2023 del SNI

¿Cuál es la incidencia social de una investigación de ciencia básica?, es algo que muchos científicos deben contestar en la actual convocatoria.

¿Cuál es la incidencia social de una investigación de ciencia básica?, es algo que muchos científicos deben contestar en la actual convocatoria.

UNAM

En un grupo de Whatsapp, investigadores se consultan unos a otros sobre cómo llenar los nuevos formatos de la actual convocatoria para ingresar al, ahora, Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII). En tanto, en más de un hilo de Twitter, varios más explican unos a otros lo que el nuevo Conahcyt quiere de sus perfiles profesionales.

La nueva plataforma para llevar a cabo su registro, llamada Rizoma, parece clara, sin embargo, el marco conceptual genera dudas y confusión en algunos, incertidumbre en otros. La convocatoria, que inició el pasado 29 de mayo, concluye el próximo 16 de junio y corresponde al reglamento aprobado el año pasado tras múltiples cambios, amparos, polémica y transformación de un programa que en su origen detuvo la fuga de cerebros en la década de los ochenta y buscó ponderar la calidad de la investigación científica de los (as) investigadores (as) mexicanos (as) a la par que paliaba la competitividad de sus sueldos caídos por las crisis económicas de entonces.

En tanto, el pasado 7 de junio, la Junta de Gobierno del Con(h)acyt llevó a cabo su primera sesión, con la presencia de los titulares de las secretarías de Estado que la conforman de acuerdo a la nueva Ley General de ciencia, que ya tiene su demanda de inconstitucionalidad en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Sonrisas y complacencia se reflejó en los rostros de los asistentes, enmarcadas en la foto oficial entre la mirada y gesticulación de funcionarios y administrativos, de uno que otro uniforme militar, de uno que otro “representante” de la comunidad científica –entre quienes destaca (únicamente) la física Ana María Cetto. En esa reunión se presentó la propueta de nuevo reglamento acorde a la nueva ley general. 

Fotografía de la reunión de la Junta de Gobierno del Conahcyt conforme a la nueva reglamentación de la ley general de ciencia.

Fotografía de la reunión de la Junta de Gobierno del Conahcyt conforme a la nueva reglamentación de la ley general de ciencia.

Conahcyt

Todo este escenario gira en torno a otro SNI(I) –con la nueva “I” se acabaron los problemas con los correctores del procesador de texto que se negaban a dejar de escribir la irrefrenable preposición “SIN”, pero acaso simbólico eco de que muchos investigadores de universidades privadas se quedarán “sin” ese estímulo en el mediano plazo (pero la nueva "I" supone también un acto de inclusión en el papel)–, la versión de la 4T.

Para bien de algunos, para mal de otros, para beneficio económico de quienes alcancen la “disponibilidad presupuestaria” referida en el nuevo reglamento, las reglas del juego son otras (otros, otres), en un escenario que ha alcanzado el máximo histórico de nuevos miembros a la vez que el programa enfrenta un déficit presupuestal que el mismo Conahcyt expuso en un oficio para justificar el retiro del estímulo a quejosos, y que después la dependencia buscó negar y sacar de contexto, negando y sacando de contexto su propia información.

En la reunión del 7 de junio se presentó la propuesta del nuevo reglamento acorde a la nueva ley general.

En la reunión del 7 de junio se presentó la propuesta del nuevo reglamento acorde a la nueva ley general.

Los cambios suceden a la vez que decenas –quizá cientos– de investigadores se están amparando contra la nueva ley general (ya se otorgó el primer amparo), en tanto que siguen en curso y se resuelven amparos de investigadores de instituciones privadas y otros más que se ampararon por la ilegalidad que representa el recurso de reconsideración interpuesto contra el reglamento del SNI. Por si fuera poco, mientras las académicas (os) resuelven el llenado de su solicitud en la plataforma Rizoma, el fantasma de la prelación no ha desaparecido.

SNI 2.0 ¿REIVINDICACIÓN O VENGANZA?

Estos cambios apuntan a que el objetivo del Con(h)acyt y su directora, Elena Álvarez-Buylla, parece dirigirse a engrosar la base de los niveles más bajos del SNII, generando un programa más “asistencialista” y masivo, refiere Brenda Valderrama, investigadora de la UNAM y especialista en política científica. Al inicio de su gestión, Álvarez-Buylla refirió que su administración habría más creatividad que dinero, no mintió en lo segundo. 

“El problema y la confusión en la actual convocatoria es conceptual”, señala Valderrama, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM y ex presidenta de la Academia de Ciencias de Morelos, quien explica que, desde la creación del SNI hasta los cambios recientes en este sexenio, había una continuidad en cómo se clasificaban los productos de la investigación, criterios que se habían apuntalado. Lo de ahora es un ajuste radical donde los solicitantes deben reinventarse “a media carrera”, señala la científica.

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Ahora los solicitantes, ejemplifica, deben escribir en la plataforma Rizoma una parte cualitativa en 4 mil caracteres donde señalen consideraciones sobre su persona, trabajo y trayectoria; en otros 4 mil caracteres deben exponer la incidencia social de su trabajo. “Está canijo, porque es algo que no nos habían pedido, es algo difícil de explicar para quienes hacemos ciencia básica”. La científica pregunta y ejemplifica a la vez: ¿Cuál sería la incidencia social de un astrónomo? (Coincidentemente Álvarez-Buylla estará de visita en el Instituto de Astronomía de la UNAM este lunes para explicar detalles de la ley de general de ciencia, tal vez pueda explicar también que quiere el SNII de ellos, ellas, elles). “Puede que sea reivindicativo para áreas como las sociales, pero para otras más bien parece una venganza”.

Otro ejemplo conceptual de las dudas de los científicos, ejemplifica, es la citación de los artículos publicados en revistas indexadas (“papers”). Tradicionalmente, en los laboratorios se busca que los primeros en firmar los artículos sean los estudiantes de posdoctorado, intercalados los colaboradores y al final el nombre del líder del laboratorio o investigación. “Ese parámetro desapareció y no nos dicen qué va a pasar con esto”. ¿Un artículo con 8 coautores valdrá igual para todos o un octavo?, cuestiona. “De nuevo, si buscaban reivindicar a otros colaboradores, parece una venganza contra los que dirigimos y pagamos las investigaciones”.

La científica añade que este tipo de vacíos tendrá como consecuencias que se desincentiven las colaboraciones, puesto que los académicos sólo tendrían reconocimiento en la autoría de un artículo si son el único autor, lo cual no ocurre en ciencias experimentales, "tal vez en otras sea viable”.

Este tipo de nuevos planteamientos conceptuales, enfatiza, generan incertidumbre en los solicitantes, puesto que si supieran cómo van a ser calificados “por lo menos, desde 2018, hubiéramos hecho algo diferente, pero llevamos 5 años sin saber cómo nos van a evaluar, es totalmente incierto, los cambios le quitaron certeza al sistema”.

Por otra parte, acota, los académicos (as) de instituciones privadas enfrentan una especie de puerta giratoria para entrar y salir de lo que parece un bucle de buenas intenciones y simulación.

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“El reglamento actual del SNII no impide a los investigadores sin adscripción o de instituciones privadas ingresar al sistema, pero convocatoria dice que, sin adscripción o convenio, respectivamente, generará su cancelación. Este es otro factor de incertidumbre para muchos, dudan en participar en la convocatoria; no se les niega en primera instancia, pero se condiciona en adelante por algo que depende absolutamente de Conahcyt: si no decide firmar un convenio con una institución privada, por ejemplo, de ingresar ahora, posteriormente todos se irán, pero puede decir que cumplió con dejarlos participar. Parece como si compraran tiempo para que no se amparen desde ahora”.

MÁS (MIEMBROS) CON MENOS (DINERO)

Además de la información oficial y revuelta del propio Cona(h)cyt sobre el estado de sus finanzas, Brenda Valderrama ha estudiado y seguido de cerca los boquetes presupuestales de la dependencia y el sector científico. Algunos detalles de ello fueron expuestos en el artículo “Las finanzas del Conahcyt: entre la espada y la pared”, publicado en “Nexos” en coautoría con Andrés Agoitia.

La in(comunicación) de Conahcyt sobre dicho oficio enviado a algunos (ex) miembros del SNI refiere un déficit de mil 432 millones de pesos, y por el cual se quitó el estímulo económico a “quienes establecieron un proceso jurídico”. El déficit sucede a la vez que el padrón del SNII aumentó con un máximo histórico de cerca de 5 mil miembros, para llegar a más de 41 mil.

Esto significaría una “popularización” del SNII, con el aumento del grueso de la pirámide en los niveles más bajos, señala Valderrama, en tanto que se depura la punta en los niveles más altos. "Nunca fue fácil escalar entre niveles, pero había certidumbre de qué se requería para lograrlo, eso ahora es incierto", agrega.

“A los niveles más bajos se les simplificaron las reglas, por eso entraron masivamente en las últimas convocatorias. Es un cambio de paradigma: se popularizó el SNI, la intención parece depurar la punta para volverlo un programa asistencialista de complemento salarial, no uno de reconocimiento al mérito y trayectoria; ahora no importa la calidad y productividad, se puede entrar, aunque no se crezca dentro del sistema”.

La científica añade que el reglamento del SNI se publicó antes que la Ley General, por lo que las acciones de inconstitucionalidad promovidas por senadores recientemente no deberían afectar los resultados de la actual convocatoria. “Lo que sí puede afectar es que, si se deroga la ley y desaparece la junta directiva se creará un vacío jurídico, entonces ¿quién validará los resultados de la convocatoria?”.

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Por los antecedentes de las resoluciones de la SCJN, recuerda, procederá la inconstitucionalidad de la Ley General y se obtendrá, al menos, una suspensión provisional. “Es por ello que Conahcyt se apresuró el miércoles (7 de junio) a instalar la Junta de Gobierno, para disolver la anterior y generar este vacío jurídico en el cual pueda seguir actuando discrecionalmente. No había razón para apresurarla, excepto la sospecha de que van a suspender o derogar la ley”.

Finalmente, añadió que en la nueva convocatoria del SNII queda vivo el fantasma de la prelación. “Anteriormente no cuajo por la rebeldía de las comisiones dictaminadoras, eso generó el boquete presupuestal”. En ese sentido, la científica refiere a sus colegas que se enfrentan a realizar de manera favorable su solicitud a la nueva convocatoria del SNII el siguiente mensaje: "confíen en los evaluadores, son parte de la comunidad, por lo que entienden y valoran su propuesta. No importa lo que diga el reglamento, las comisiones dictaminadoras son de confianza, lo demostraron con la resistencia mostrada el año pasado”.

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"EL PERRO DE LAS DOS TORTAS" (DEL SNI)

Recientemente, un juez de distrito otorgó un amparo a un investigador contra el reglamento del SNI en torno a la resolución de consideración. Este recurso legal fue debido a que bajo los parámetros reformados en el reglamento del sistema los interesados podrían solicitar una “reconsideración” para su evaluación en la promoción del sistema.

Jorge Valle, abogado que ganó el amparo, explica en entrevista en qué consiste este amparo y juicio. En la convocatoria para promoción o ingreso al sistema, el reglamento prevé un recurso de reconsideración del interesado contra las decisiones de la comisión evaluadora que podrían rechazar la promoción. Esta revisión, no obstante, vulnera al investigador (a), puesto que si promueve el recurso debe renunciar al título previo. Es decir, se quedaría como el “perro de las dos tortas”.

“El recurso de reconsideración vulnera las garantías y el acceso a un medio de defensa adecuado. Al promover la reconsideración se puede, en el mejor de los casos, que se rectifique la decisión de la comisión dictaminadora, pero de lo contrario el interesado puede perder el nivel que tenía anteriormente, puesto que renunció a éste y quedar excluido”.

Lo que el juez determinó es que esta reconsideración es inconstitucional, ilegal y violatoria de derecho, enfatiza, por lo que un juez no puede pasar algo así por alto.

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