Cultura

Comida Prehispánica en CDMX: descubre este lugar que vende el tesoro gastronómico

En este pequeño negocio del centro histórico se encuentra Hilda Pardines Hernández, encargada llevarte en un viaje culinario único al que seguramente tendrás ganas de regresar.

Chapulines, un manjar mexicano
Chapulines acompañados de limón Chapulines acompañados de limón (Gobierno de México)

La comida prehispánica en México es un tesoro culinario que refleja siglos de tradición y diversidad de sabores que consienten el paladar del más exigente comensal. Sin embargo, estos alimentos son muy poco consumidos en la actualidad; por ello te contamos de uno de los últimos lugares en la Ciudad de México en donde puedes comprar desde acociles hasta chapulines.

Esta vertical de la cocina mexicana se sigue utilizando en algunos restaurantes. Cocineros innovadores buscan rescatar y reimaginar estos sabores ancestrales, asegurando que la herencia culinaria se mantenga viva a través de estos productos que están al alcance de muchas personas en el centro de la capital del país

Explorar la comida prehispánica en México es un viaje que nos conecta con las raíces más profundas de la gastronomía del país. Y el lugar perfecto para encontrar estos alimentos es el mercado de La Merced, ubicado en el corazón de la CDMX. En la puerta uno podrás encontrar un local con una riqueza de colores, aromas y sabores.

En este pequeño negocio se encuentra Hilda Pardines Hernández, encargada llevarte en un viaje culinario único al que seguramente tendrás ganas de regresar. En este rincón gastronómico, la diversidad de sabores y la autenticidad de la cocina mexicana se entrelazan, ofreciendo un banquete para los sentidos.

Aquí, la tradición cobra vida con los tamales de pescado, conocidos en épocas pasadas como mextlapique. Estos manjares ofrecen una explosión de sabores marinos envueltos en hojas de maíz, transportándote a la esencia misma de la cocina prehispánica.

Desde acociles hasta chapulines, el menú es una sinfonía de exquisiteces exóticas. Los chauis, pato bocón, carpas horneadas, ahuautle, y escamoles se fusionan con la huevera de pescado, ranas y pescados fritos, también conocidos como boquerones. Cada bocado es una aventura que lleva a tu paladar a explorar los rincones más intrépidos de la cocina mexicana.

Hilda Pardines contó a Mexico Desconocido que busca impulsar la compra de estos productos en la nuevas generaciones, porque muchos jóvenes asisten al mercado de La Merced en compañía de sus abuelos, que son la población que más atesora estos alimentos, que consideran muy sanos.

En la década de 1950, la historia de este entrañable establecimiento comenzó a escribirse. Dos hermanas oriundas de Santa María Tonanitla, Estado de México, emprendieron un viaje que llevaría los sabores ancestrales de su región hasta la calle de Limón, en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México. Con productos como acociles, pescados y el antiguo mextlapique, las hermanas tejieron el inicio de una tradición culinaria única.

Con la inauguración del Mercado de la Merced a pocas cuadras de distancia, el destino del negocio cambió. El pequeño rincón, que en sus inicios ocupaba un espacio modesto, se mudó al mercado más importante de la CDMX, en donde permanece gracias a la heredera Hilda Pardines .

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