Cultura

Dirk Wilutzky: “Las graves amenazas que encara el planeta no me autorizan a hacer arte no político”

El cineasta alemán visitó México para realizar cortometrajes sobre la manera como se cambia el pensamiento de “los ciudadanos de a pie” frente a la crisis climática. Es un proyecto que se enlaza con la iniciativa multinacional Coaliciones Urbanas Transformadoras

entrevista

Dirk Wilutzky busca documentar cómo ocurre el cambio de pensamiento de las personas que entienden la crisis climática.

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Antimio Cruz

El cineasta alemán Dirk Wilutzy es conocido, principalmente, por haber ganado el Premio Oscar para mejor documental, en el año 2015, con el largometraje “Citizenfour”, que narró las causas y efectos de la filtración de documentos confidenciales del gobierno estadunidense, realizada por exempleado de la CIA, Edward Snowden, y en la que se revelaban, entre otras cosas, torturas en cárceles militares de Estados Unidos.

Sin embargo, el recorrido profesional de Wilutzky tiene otra fuente de fortaleza: una larga reflexión sobre la crisis climática que le llevó a producir la serie de televisión francesa “¿Qué hacemos?” (Que Faire?), donde inició un camino de consultas con científicos y ambientalistas sobre las acciones necesarias para construir un futuro realmente sustentable para la humanidad.

Ahora, en 2022, ha visitado México como parte de un ambicioso proyecto científico, artístico y político, que le ha encargado la Universidad de Naciones Unidas: realizar 30 cortometrajes sobre la manera como se cambia el pensamiento de “los ciudadanos de a pie” frente a la crisis climática. Es un proyecto que se enlaza con la iniciativa multinacional Coaliciones Urbanas Transformadoras (TUC, por sus siglas en inglés), en el que las ciudades de Buenos Aires, Argentina; Recife y Teresina, Brasil, y Naucalpan y León, México, se convertirán en modelos para aplicar nuevas ideas para descarbonizar, combatir las desigualdades mitigar los daños más graves que ha provocado la urbanización intensiva a las personas más vulnerables y al planeta en su conjunto.

TUC cuenta con el financiamiento de la Iniciativa Internacional de Protección de Clima (IKI) del Ministerio de Desarrollo Económico y Acción Climática del gobierno federal Alemán, y es implementado por el Instituto para el Medio Ambiente y la Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-EHS); el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (IIED); el Instituto Alemán de Desarrollo y Sostenibilidad (IDOS por sus siglas en inglés) y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), los cuales integraron el consorcio encargado de la implementación de TUC en América Latina.

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En conversación, para los lectores de Crónica, Dirk Wilutzky es cuestionado sobre el viejo dilema que se pregunta si el arte debería acercarse o alejarse de la política:

-- Para mí, el arte y la política siempre han estado juntos; el teatro, la poesía, la literatura son generadores de pensamiento político. Y a mí me interesa usar el arte político por una razón de peso: vivimos en una época en la que ya no podemos negarnos a ser políticos porque tenemos una gran responsabilidad sobre la forma en que dejaremos nuestro planeta y la gravedad de la crisis climática no me autoriza a no ser político. Entonces, es por eso que estoy aquí en este Proyecto que tiene un enfoque político y de ciencias sociales.

De hecho, en la historia del cine alemán siempre me interesaron películas que son políticas; incluso perteneciendo al género de ficción, como Werner Herzogh o Win Wenders, porque tenemos una muy buena tradición cinematográfica de arte político en Alemania. Así es como me identifico—.

-¿Tiene alguna ventaja abordar este tema a través del cine?

--Creo que todo el mundo tiene que hacer lo que esté en sus manos, en términos de arte y comunicación, para hacer conciencia del problema climático. Yo estoy haciendo esta serie de cortometrajes para acompañar este proyecto de científico, que puede llegar a ser muy abstracto. Entonces, mi objetivo es ser lo más claro posible en la imagen y en lo político; sin ningún envoltorio artístico. Ser tan simple, tan comprensible y tan urgente como sea posible, porque esa es nuestra responsabilidad o al menos es mía--.

-- ¿Cuándo tuviste primer contacto con este esfuerzo y cómo decidiste participar?

- En 2009, yo y mi esposa, Mathilde Bonnefoy (quien es productora y editó películas famosas como Corre Lola Corre y Citizenfour), hicimos la serie de cortometrajes “Que faire?” y conocimos a Dirk Messner, quien fue director del Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas y actualmente es Presidente de la Agencia Ambiental Alemana (Umweltbundesamt UBA). Cuando lo conocimos, hace más de una década, él era director del IDOS (Entonces conocido como DIE o Deutsches Institut Für Entwicklungspolitik), y cuando fue a la Universidad de Naciones Unidas, nos preguntó si queríamos participar en esta idea de hacer cine que está acompañando un Proyecto científico, para darle más relevancia, más visibilidad, en cierto modo.

Inmediatamente dije que sí, porque, como te dije, éste es, para mí, el momento. Estos son los diez años decisivos en los que realmente podemos marcar la diferencia, y si estos diez años han terminado, hemos terminado—

-- ¿Y qué presentarás al final de este esfuerzo?

-- La idea para todo el proyecto es tener 30 cortometrajes, de 10 minutos cada uno. 20 de ellos son el acompañamiento al Proyecto y agregaremos otras reflexiones de intelectuales importantes. Los tres primeros cortometrajes terminados los presentaremos en la Cumbre de Cambio Climático, COP 27 (que se realizará del 6 al 18 de noviembre, en Egipto).

El orden general del trabajo es que los primeros cinco cortometrajes serán introductorios y tendrán voces como la de Johan Rockstrom, que es un científico climático muy famoso; Kevin Anderson, que es un científico climático muy radical, y otras voces que describen la situación en nuestro planeta y la urgencia a la que nos enfrentamos.

Luego, vamos a sumergirnos más en las ciudades; con una persona que está explicando cosas y veremos imágenes de este proyecto, pero también de otros proyectos que han comenzado antes. Además, tendremos 10 cortometrajes en los que retrataremos a personas en el terreno en este proyecto, en todas estas ciudades. Y esto es más como una observación de mucho tiempo, porque seguiremos a las personas durante cinco años. La idea es encontrar formas de contar historias, de primera mano, sobre cómo las personas cambian de opinión sobre este proceso y cómo se vuelven más conscientes de los problemas climáticos y obtienen más urgencia para sí mismos y hacen cosas para mejorar, que no se habrían hecho sin el Proyecto.

-- ¿Y piensas que las ciudades latinoamericanas tienen alguna visión especial frente a esta emergencia climática?

-- La razón por la que estoy visitando Latinoamérica es porque quiero asegurarme de que lo que construyamos no sea un ejemplo más de transferencia unidireccional de conocimiento del Norte global al Sur global. La humanidad tiene muchas cosas que aprender de Latinoamérica. Actualmente, también estoy filmando un documental con Alberto Acosta, quien fue uno de los fundadores del Partido Indigenista de Ecuador; con Cristine Takúa, educadora indigenista; con Rodrigo Lanada, diseñador permacultural, y con otras personas más.

-- Tú eres un cineasta exitoso ¿qué le dirías a un joven latinoamericano que quiere cambiar cosas pero encara muchos obstáculos?

-- Enfrentar las dificultades siempre es una experiencia individual que está influida por el contexto social, familiar y hasta psicológico. Pero, para responder: yo les diría que no se rindan en encontrar su propia voz y reforzarla. No busquen competir e imitar con lo que le funcionó a otros. Algunas veces pensarán que lo que están haciendo no parece tan grande, pero es un hecho que será único y realmente terminará por demostrarse que es una visión única, personal y original.