Cultura

Elena Poniatowska festeja cumpleaños con “todos sus nietos” en Bellas Artes

Gracias es una palabra muy bella y se las digo desde el fondo del corazón, gracias, dice la escritora a familiares, amigos y público que asistió a la celebración

aniversario

Elena Poniatowska bailó con “Las mañanitas” y partió su pastel.

Elena Poniatowska bailó con “Las mañanitas” y partió su pastel.

Adrián Contreras

En la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, este jueves 19 de mayo se llevó a cabo un homenaje a la obra de Elena Poniatowska Amor, a modo de festejo por su cumpleaños 90.

Participaron la Compañía Nacional de Teatro; la Orquesta Escuela Carlos Chávez; el biólogo Antonio Lazcano; la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto; la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; Martha Lamas; Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez; así como más de 40 niños y niñas de diversos Semilleros Creativos de la República, quienes integraron una programación variada.

La escritora, periodista y activista Elena Poniatowska Amor agradeció a las personas que organizaron el homenaje así como a las amistades que se presentaron: “a Jesusa, a Liliana Felipe, con quien he caminado muchas calles del Zócalo, y a los que ya se fueron: a Carlos Monsiváis y José Emilio Pacheco, yo soy mayor que ellos, ellos debieron irse después… estoy muy emocionada, que está también mi hijo mayor… mi única hija, todos mis nietos y ustedes que también son mis nietos. Todos ustedes”, expresó a la audiencia.

También agradeció a Lucina Jiménez, a quien recordó haber visto en el velorio del gran pintor Pablo O Higgins y añadió un “recuerdo” por todos los amigos y amigas que la han precedido.

“Gracias es una palabra muy bella y se las digo desde el fondo del corazón, gracias”.

HOMENAJE.

Al entrar en el recinto, “Elenita” fue recibida con ovaciones y aplausos por parte del público. Las palabras inaugurales del acto estuvieron a cargo de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.

“Muchas personas te llaman Elenita, me parece que es por la devoradora capacidad de hacer preguntas como niña, aún a tus 90, la niñez pregunta sin filtro”.

“Gracias, Elena querida, Princesa que decidió caminar la tierra y ser periodista. Gracias por dejarnos celebrar tu vida, tus causas, tus luminosos trazos que han pintado a todo México. Nos has dado tanto, Elena, que hoy solo te queda gozar y recibir. Feliz cumpleaños”, añadió.

Posteriormente, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum destacó en la escritora su sencillez, humor y gran aportación a la construcción identitaria del México actual.

“Tal vez, lo más impresionante de Elena Poniatowska es la forma en que ella se ha ido construyendo en contra de lo que le deparaba su destino: hija de aristócratas, desechó la engañosa grandeza asociada a ese estrato social y la gente la ha coronado de otras formas”, dijo, por su parte, la antropóloga y catedrática Marta Lamas.

La amiga de la apodada “Princesa Roja” o “Princesa del Jitomate” apuntó que en los términos de la agenda política actual, Elena es una “fifí chaira”.

“Lo que la hace entrañable es la forma en que se ha ‘desembalasado’ de la altivez que el distanciamiento de clase impone, para acercarse desbordante de afecto y respeto a todas las personas”.

Junto a la Orquesta Escuela Carlos Chávez, el pianista Ángel Gabriel López López interpretó un Vals que Francis Poulenc compuso especialmente para Elena Poniatowksa; y entre cada intervención oral se presentó un acto teatral o performático basado en la obra de la escritora.

OBRA.

A lo largo del homenaje, se proyectaron una serie de videos en los que personalidades como la “Nacha” Ignacia Rodríguez; la narradora y periodista Paula Mónaco; y el Premio Crónica Antonio Lazcano Araujo -entre otros- leyeron extractos de la obra de Elena Poniatowksa: La noche de Tlatelolco; Fuerte es el silencio; Nada Nadie, las voces del temblor; El tren pasa primero; Luz y luna, las lunitas sobre la vida y muerte de Jesusa Palancares.

El evento concluyó con las tradicionales “mañanitas”, entrega de flores –girasoles- y un pastel que la homenajeada partió en el escenario y que se ofreció en la recepción del Palacio de Bellas Artes.