Cultura

Enamorarte de alguien implica conocerte a ti mismo: Raquel Castro

La escritora presenta "El Método infalible para ligarte a quien tú quieras”, novela que narrala amistad de dos primas: Abigail y Mónica, diferentes en su personalidad, una es reservada y la otra es extrovertida.>

Mujer con el pelo rojo
La escritora Raquel Castro. La escritora Raquel Castro. (La Crónica de Hoy)

“En México es común que las familias sean muéganos, que en un mismo terreno vivan varios miembros de la familia y que en las navidades todos se reúnan. Me interesaba explorar esa parte porque ser de una misma familia no quiere decir que nos gusten las mismas cosas”, expresa la autora Raquel Castro (Ciudad de México, 1975).

La escritora que acaba de publicar la novela “El Método infalible para ligarte a quien tú quieras” (SM Ediciones) habla con Crónica sobre por qué enamorarte de alguien implica conocerte a ti mismo e identificar tus gustos.

“Cuando estamos en familia no solamente pasa que digamos ‘fulanita es una rara porque no le gustan las mismas cosas’, sino que uno mismo dice ‘chin, no me gusta lo mismo que el resto de mi familia y me lo debo callar’, sin imaginar que cada una de tus tías y primos tienen una vida interior y no tienen que estar casados con la identidad familiar”, destaca Castro.

En la novela, la autora narra la amistad de dos primas: Abigail y Mónica, quienes son totalmente diferentes en su personalidad, una es reservada y la otra es extrovertida.

“Crecí muy cercana a mis primas y éramos escaleritas, éramos desde una que me llevaba ocho años hasta a la que yo le llevaba cuatro años. Cuando todo estaba bien les enseñabas a las chicas y aprendías de las grandes, pero cuando había un pleito todo cambiaba”, platica la autora.

Raquel Castro considera que en la adolescencia se viven momentos vitales aunque para los adultos sean irrelevantes.

“Son periodos que como adultos vemos muy cortitos pero que son determinantes: las vacaciones que no pasas con tu prima, una fiesta a la que no fuiste y sientes que ya están hablando de algo que te relega o que el chavo que te gusta no te hace caso”, afirma.

-¿Por qué hablar del primer enamoramiento?

-Me gusta explorar el tema de los primeros amores porque hay muchas formas de vivirlo, es algo común en todos, sea que nos hayamos enamorado y hayamos sido correspondidos o que aún no nos enamoramos y nos preguntamos cómo será. Es un tema que no nos deja indiferentes.

“Además puede ser puerta para reflexionar en otros temas, que no se quede en la cuestión del chavo que me gusta, sino con las cosas que me gustan, los pasatiempos que tengo, la carrera que elijo. Tuve amigas en la preparatoria que se fueron a la misma carrera para quedarse juntas y fui la única que estudié en otro lado y me sentía mal…de todo eso se puede ir desgranando a partir de la persona que te gusta”, responde.

-¿Prevalecen los estereotipos del primer enamoramiento?

-Me acuerdo de alguna revista que leí cuando empezaba mi adolescencia donde te decían cómo vestirte de acuerdo al tipo de chico que te gustaba. Te armaban toda la vestimenta: que si el chico que te gusta es intelectual debías de traer un libro debajo del brazo y conseguirte unos lentes sin graduación…

“Es horrible ser eso y sólo por una persona. Creo que todo lo que sean métodos infalibles para cualquier cosa los veo con mucha desconfianza”, destaca.

-¿La literatura juvenil hace que los adultos recuerden su adolescencia?

-Una de las funciones que cumple la literatura juvenil es tender puentes entre generaciones, que los papás se acerquen y se acuerden cómo eran. Es horrible cuando el hijo llega quejándose de un mal día y el padre le dice: no te quejes, tienes suerte, espérate a que llegue lo de verdad.

“Pero escoger una carrera es difícil, estar creciendo es difícil, que te guste alguien y no te haga caso es difícil. Si los padres leyeran más literatura juvenil serían más empáticos”, señala.

Copyright © 2021 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México