Contemplar la naturaleza y mirar un futuro donde podamos convivir con las comunidades que han cuidado los recursos naturales por milenios, es la reflexión que plasma Eva Evita en sus ilustraciones que resultaron ganadoras de la 13 edición del Catálogo Iberoamérica Ilustra, concurso organizado por Fundación SM y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

En la obra de la artista portuguesa se observan vacas, cosechas de maíz, la noche, el mar y la pesca. El jurado del certamen decidió otorgarle el premio por usar un “lenguaje que sigue siendo novedoso, no descuida lo tradicional, combinando riqueza técnica y uso elegante de simbolismo”.

“Aparece la naturaleza porque es una narrativa poética, por ejemplo, el elemento de la vaca aparece porque es propio de mi región, de las tradiciones que se usan para la agricultura. Soy de Minho, una zona norte de Portugal donde hay mucho maíz, entonces todas estas memorias anteriores, de cuando era niña, se me quedaron fijas y ahora me preocupan porque está desapareciendo esa naturaleza”, expresa.

En palabras de Eva Evita sus ilustraciones hablan del ciclo de la vida, de las culturas autóctonas y de las tradiciones.

“Nos cuestionamos qué hacemos en la vida, todo es muy cíclico, entonces en mi trabajo hay una intuición, un hilo narrativo y una línea que va contando una historia que es el ciclo de la vida, de la noche, del día y del ciclo que tenemos que repetir para que en el futuro permanezcan las culturas y sus cosmovisiones”, indica.

En una de las imágenes ganadoras la artista retrató la fábula de “El león y el gato”, de Esopo.

“Es una historia en donde no se miden las fuerzas, el ratón tan pequeño ayuda al león tan grande cae éste en una trampa, así que la lección es que no veamos a que las personas valen más que otras, somos iguales y eso es importante”, afirma.

En otras ilustraciones de Eva Evita aparecen un barco y pescados secándose.

“El barco es un navío-hospital que hoy es un museo en Portugal, ese barco acompañaba a otros que iban a pescar bacalao en el norte, el bacalao es la comida típica de mi país, pero ¿por qué si no tenemos bacalao? Lo que sucedió es que después de pescar bacalao le hacían un secado y por ese secado especial es que es característico”, narra.

Sin embargo, lamenta que hoy no lo hagan más. “Relaciono este contexto de historia, de memoria del pasado con el ahora, con lo que pasa, con los animales, cómo los protegemos, qué hacemos las tradiciones, qué queremos para el futuro. Ha habido otras generaciones y tenemos que preservar sus tradiciones que son nuestras, debemos de empezar un futuro nuevo”.

Sobre la técnica que utiliza, la también arquitecta detalla que le gusta experimentar. “He probado muchas cosas, inicialmente tengo una práctica de muchos años de dibujo a lápiz y pluma; las tintas y los materiales como acuarelas me gustan, me gusta mixturarlas y después darles un tratamiento digital para la impresión”.

En la edición 13 del Catálogo Iberoamérica Ilustra se recibieron los trabajos de 710 ilustradores provenientes de 22 países de Iberoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Panamá́, Paraguay, Perú́, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

El jurado del concurso también otorgó menciones especiales a los ilustradores Roció Álvarez Valera (España), Álvaro Díaz (Uruguay), África Fanlo Déu (España), Miguel Manich Lahoz (España) y Ana E. Núnez (México).