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Un hombre feliz cada que impartía clases y un artista que en sus obras buscó plasmar un lenguaje porque consideraba a la pintura un vehículo para crear conciencia, ése fue Francisco Castro Leñero (Ciudad de México, 1954-2022), pintor mexicano que falleció este lunes a los 68 años de edad por complicaciones de fibrosis pulmonar.
El lenguaje es un vehículo que va creando conciencia de las cosas y la conciencia es uno de los elementos básicos de la libertad, aunque estos son términos filosóficos me interesaron en la enseñanza porque no está vinculado con lo formal sino con un pensamiento que se puede potenciar”, dijo Castro Leñero hace un año en una entrevista para Talleres de Arte Contemporáneo T.A.C.O.
En esa ocasión agregó que si alguien quería ver a un hombre feliz, lo miraran a él después de dar clases. Desde 1982, Castro Leñero fue maestro de dibujo en la Escuela de Artes Plásticas, Xochimilco, en la UNAM, y siempre que pudo impartió diversos talleres, por ejemplo, en 2010 estableció el primer taller de grabado en la ciudad de Pnohm Pen en Camboya.
El artista fallecido estudió en la Escuela Nacional de Pintura y Grabado “La Esmeralda” en la Ciudad de México y en el Instituto Estatal de Arte de Urbino, Italia.
“Me parece importante destacar entre tantas otras virtudes de la obra de Francisco Castro Leñero, la lógica que había entre forma y contenido, siempre una obra muy bien planteada, bien trabajada e indudablemente es uno de los artistas abstractos geométricos más preponderantes de la segunda mitad del siglo pasado en México”, comentó Ingrid Suckaer, crítica de arte.
La también amiga de Castro Leñero recordó que él tuvo su primera exposición individual (gráfica y dibujo) en 1982, en la Galería del Auditorio Nacional de la Ciudad de México. Ese mismo año recibió el premio de adquisición del Salón Anual de Pintura y Mención Honorífica en la Bienal de Pintura Rufino Tamayo.
“Estamos hablando de hace 40 años y siempre tuvo una producción exigente con una paleta muy propia, tonos terrosos; siempre tuvo la enorme capacidad de innovar ante sí mismo, fue un artista que, en esa crítica que mantenía en sus propios paradigmas, supo abrir distintas etapas a lo largo de su carrera”, dijo Suckaer.
Por esa razón, añadió, no serán pocos los artistas ni personas que lo despidan con profunda tristeza y gratitud.
“Esto no sólo lo dejó plasmado en su obra, también en lo que dio a sus alumnos a través de tantos años porque ejerció la docencia e hizo la lucha cuando hace 30 años atrás, cuando se hablaba absurdamente de la muerte de la pintura, convocó a la comunidad a reflexionar sobre la salud de la pintura, fue un encuentro que organizó la Galería Metropolitana y donde él cerró su reflexión diciendo que hablar de la pintura era hablar de un enfermo que gozaba de mucha salud”, recordó.
En opinión de Suckaer falta poner en valor la producción de Francisco Castro Leñero.
“Tengo la impresión que no sólo Francisco sino que muchos otros grandes artistas mexicanos no han sido colocados, no fueron impulsados como correspondía a su gran calidad y aportaciones, sucedió una especie de corte porque llegaron nuevas voces curatoriales y ya no fue retomado”, señaló.
ABSTRACCIÓN
En un video hecho por el Taller La Buena Impresión, Castro Leñero explica porque decidió trabajar la abstracción y las formas geométricas, en especial detalla el porqué del cuadrado.
“Tratando de encontrar posibilidades llenas de frescura e imaginación con este pequeño elemento, convertirlo en cuadricula porque lo interesante es lo que puede surgir después, hay muchas variaciones y posibilidades, desde un tablero de juegos hasta desplazar los cuadrados y crear un ritmo”, expresó.
En otra entrevista hecha por Subastas Morton, el artista recordó que perteneció a una última generación que pensaba que el destino lo tenían en sus manos, y señaló que, hace 7 años, había un momento de gran ebullición para el arte contemporáneo.
“Muchas veces las generaciones jóvenes quedan rezagadas porque no hay los suficientes espacios para que expongan su pintura. Esta variedad de la escena plástica de la Ciudad de México ha ido enriqueciendo el panorama del arte contemporáneo y eso es mejor que tener sólo al Estado y a unas cuantas galerías (promoviendo el arte)”, dijo.
La obra de Francisco Castro Leñero se exhibió internacionalmente en exposiciones individuales y colectivas del Museo de la Américas de Puerto Rico; el Mexican Fine Arts Institute, de Chicago; el Museo Rufino Tamayo; el Museo de Arte Contemporáneo; y el Hudson River Museum, de la ciudad de Nueva York. Además, desde 1999 formó parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte.
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