Los planos que el gobierno presentó a las comunidades no son los mismos que se ejecutaron en la construcción del Tren Maya, en especial en el tramo 5; más de 120 cuevas impactadas, el uso de explosivos para el desmonte y momentos en que maquinaria tapa cenotes, fueron algunos datos, documentos y videos que presentaron los investigadores Jorge Escobar, biólogo, y Michel Duhart, instructor de buceo, durante la mesa “Tren Maya, el impacto socioambiental”.

En la charla organizada por el antropólogo Bolfy Cottom en la Coordinación Nacional de Antropología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Michel Duhart afirmó que “al tren lo movieron a la selva” ya que el proyecto inicial marcaba su trazo sobre la carretera federal.

“La ruta original (del Tran Maya) iba en la carretera, hasta ese momento no había tanta oposición al tren, esto sin saber que habría tramos 6 y 7. La carretera ya está impactada, ya no hay bosques, ni selvas, no hay nada, pero los hoteleros se reunieron con el gobierno y decidieron cambiar el trazo del tren selva adentro”, dijo el ingeniero.

Duhart mostró imágenes digitales que presentó el gobierno a las comunidades donde se observa el paso del tren sobre la carretera.

“Eso era algo bastante razonable. El presidente mencionó que no talaría un sólo árbol y que se utilizarían derechos de vía existentes, eventualmente fue cierto porque los derechos de vía estaban de Palenque a Mérida y unas zonas a Cancún, es decir, un 37 por ciento del proyecto. Eso animó a la sociedad (a favor del tren)”, narró.

El buzo compartió videos de cómo se formó un socavón en la carretera que va de Playa del Carmen y Cancún para evidenciar la fragilidad del suelo (kárstico) de la Península, de cómo se usaron explosivos para el desmonte e imágenes panorámicas de los cambios de ruta sin planeación ante la falta de proyectos ejecutivos y manifestaciones de impacto ambiental

“¿Por qué le dan el proyecto al Ejército? porque al Ejército no lo puede auditar nadie, blindan la obra nominándola como proyecto de seguridad nacional cuando el tema de seguridad nacional real es el agua”, comentó.

Duhart expuso que el tren no sólo son los vagones y sus vías sino todo lo que arrastra, por ejemplo, el daño a la fauna. A través de imágenes digitales que el gobierno presentó como maquetas, los pasos de fauna hoy construidos distan de lo proyectado públicamente y a nivel comunitario.

“Señalan que existen 200 pasos de fauna en 1500 kilómetros, eso es nada. Hemos puesto cámaras trampas (con biólogos especializados) y detectamos que había una población razonablemente saludable de jaguares y ahora están en completo riesgo, tenemos casos de jaguares atropellados de Tulum a Cancún porque han sido desplazados de su hábitat. Las cuevas representan lugares donde la fauna puede ir a tomar agua, si no fuera por los cenotes no hubiera agua en la selva y en Calakmul no hay agua”, indicó.

El investigador indicó que en la Península hay más de 110 especies de mamíferos y más de 980 especies que dependen de las cuevas. “Tenemos muchas especies protegidas por normas oficiales como el murciélago, pero el tren pasará a escaso un kilómetro del volcán de los murciélagos en Campeche; además, del tramo 5 al 7 del Tren Maya, se registran más de 10 millones de árboles talados sin planeación”.

¿POR QUÉ UN HOTEL EN CALAKMUL?

En la charla se mostró una tabla sobre la distancia entre zonas arqueológicas y los hoteles que el Tren Maya construye para atender el aumento de turismo que se prevé con este nuevo medio de transporte. Chichén Itzá fue el caso que resaltó el ingeniero Duhart, ya que el hotel estará a 600 metros.

Otro ejemplo de preocupación es Calakmul y aunque el hotel se ubica a 10 kilómetros, se construye dentro de la reserva de la biósfera declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Los vestigios de Tulum se ubicarán a 3 kilómetros de distancia del hotel, en Edzná a 1 kilómetro de distancia, en Uxmal a 6.25 hectáreas y en Palenque a 1.6 kilómetros.

“¿A quién se le ocurrió meter un hotel en la reserva de Calakmul? eso viola todas las leyes. En la reserva tenemos documentada la volcadura de camiones, derrame de sustancias; antes entrabas a no más de 30 kilómetros por hora porque cuidaban el impacto humano y antes no podía albergar a más de 400 personas cuando ahora se calcula a más de 2 mil diarias”, externó Duhart.

ECOCIDIO

Por su parte, el biólogo Jorge Escobar recordó que Presidencia emitió un decreto para liberar de responsabilidad a los desarrolladores de presentar una manifestación ambiental de manera anticipada por considerar que los proyectos como el Tren Maya son de interés y seguridad nacional.

“Las razones son débiles porque difícilmente el tren Maya puede considerarse un proyecto de seguridad nacional por arriba o de mayor jerarquía que la propia aplicación de la legislación ambiental. Ese decreto no los exenta del cumplimiento de las normas (oficiales mexicanas) que (para un proyecto como éste) son más de 200”, dijo.