Cultura

Novelan la vida de las amantes de Víctor Hugo y de François Mitterrand

>Juliette, pareja del escritor, y Anne, del presidente, se encuentra en “Voces en la sombra”, de Beatriz Rivas>

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Beatriz Rivas. Beatriz Rivas. (Imparcial de Oaxaca)

La vida de dos amantes de diferentes épocas se une a través de la escritura. Anne Pingeot, amante del presidente de Francia, François Mitterrand, descubre en un museo la pintura de Juliette Drouet, quien fuera amante durante 50 años del escritor Víctor Hugo. Las desilusiones, el placer, las sumisiones y el anhelo de una familia que ambas viven son narradas por Beatriz Rivas (Ciudad de México, 1965) en su reciente novela “Voces en la sombra”.

“Fui de viaje, entré al museo de la casa de Víctor Hugo, de pronto vi el cuadro con el rostro de una mujer mayor que me impresionó, entonces me pregunté ¿quién es esta mujer? Pensé que seguramente sería la esposa del escritor, sin embargo, decía Juliette, seguí el recorrido y las cédulas decían: en esta mesa en casa de Juliette escribió el 90 por ciento de `Los Miserables´. ¿Quién es ella?”, cuestionó.

Rivas preguntó en el museo si tenían libros de Juliette, compró dos y se enteró que fue la amante de Víctor Hugo. Días después, la autora acudió a una librería y le llamó la atención un título: “El último secreto” y cuando lo empezó a leer, se trataba sobre la vida de la última amante de François Mitterrand (1916-1996).

“En ese momento me acordé que cuando murió François, en las imágenes de su funeral aparecían fotos de su ataúd con la bandera francesa, atrás estaba Danielle, la esposa, sus dos hijos, y también estaba la amante Anne con su hija Mazarine”, narra la autora.

En la novela editada por Alfaguara, Anne es quien mira el cuadro, descubre a Juliette y se obsesiona con su historia. “Se identifica con la mujer que estuvo 50 años en la sombra cuando ella está apenas entrando en una relación que sabe que es prohibida y que sabe que Mitterrand nunca dejará a su esposa”.

¿Qué tanto la admiración les impidió terminar las relaciones?

Para ellas, en el caso de Juliette estar atrás y de Anne a un lado de un gran hombre fue impresionante. Incluso yo llegué a admirar a los dos, obviamente de Víctor Hugo sabía que fue escritor, había leído “Notre-Dame” y “Los Miserables”, sabía de él lo que sabemos todos.

Cuando empecé a investigar, me di cuenta que era un genio, era un gran orador, un gran dibujante y pintor, fue un hombre muy tenaz, trabajador, admirador de la belleza, disfrutaba de la vida, del buen vino, de la comida… ¿cómo no se iba a enamorar de este señor? Era también un hijo de la tiznada.

Con la vida de Mitterrand, Rivas también se impresionó. “Sabía que había sido presidente de Francia 14 años, socialista, es decir, lo que el mundo sabe, era un hombre muy culto e inteligente, audaz. Cuando estuvo en un campo de concentración en la Segunda Guerra Mundial trató de escapar tres veces hasta que lo logró, para la presidencia lo intentó varias veces hasta lograrlo”.

Sin embargo, además de la admiración, la amante de Víctor Hugo, Juliette, no tenía muchas opciones, añade la autora.

“Si nos ponemos a pensar era una mujer huérfana, nunca conoció a su mamá, su papá se murió al año, su tío medio la ayudó, estuvo encerrada en un convento muerta de frío, de pronto sale y posa para escultores desnuda, en ese tiempo ser actriz era un poco ser prostituta, fue madre soltera, no sé cuántos amantes en su lista, creo que llegó un momento en que dijo: este hombre me ama, estoy enamorado de él, acepta a mi hija, acepta cómo soy y me va a mantener con todos mis caprichos”, detalla.

En palabras de Rivas llegó un momento en que no le quedaba de otra. “Si no se salía a los tres o cuatro años de la relación ya no se saldría nunca. Sí estaba enamorada, lo admiraba pero tampoco tenía muchas opciones por eso le aguantó muchas cosas, por ejemplo, Víctor Hugo no la dejaba salir sola, no dejaba que abriera su correspondencia”.

¿Qué tanta documentación existe de ambas?

Existe toda la correspondencia entre Víctor Hugo y Juliette, de ambos, son demasiadas, también está el diario de Juliette. De Anne y Mitterrand está lo que él escribió, pero nada de lo que ella escribió, ella sólo dio una entrevista en su vida, es su hija quien ahora dirige la François Mitterrand y sus primeros libros cuenta lo que significó ser la hija escondida de un presidente.

Mitterrand siempre vivió con Anne y no con su esposa, a diferencia de Víctor Hugo quien en el exilio pasaba más tiempo en la casa de Juliette pero siempre llegaba a dormir a su casa. Mitterrand cuando fue presidente como no podía llevar a su amante al palacio de gobierno se fue a un departamento que le dio el Estado y ahí vivió con Anne, pero a la que llevaba a todos los actos oficiales era a su esposa.

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