Cultura

"Prosas de guerra y esperanza", de Efraín Huerta

Fragmento tomado del libro Prosas de guerra y esperanza, de Efraín Huerta

rincón almadía

"Cocodrilo", de Leonora Carrington.

Tiempos convulsos:

Efraín Huerta en El Popular

(1939-1944)1

Sergio Ugalde Quintana

I. El Popular

Cuando en junio de 1938 vio la luz el primer número del periódico El Popular, el espectro mediático en México estaba dominado por lo que en ese momento se llamó «la prensa independiente». Periódicos matutinos como El Universal, Excelsior, La Prensa (y sus respectivas ediciones vespertinas: El Universal Gráfico, Últimas Noticias) sobresalían en la esfera pública del país. Se trataba de grandes rotativos de circulación nacional con una infraestructura técnica que había modernizado las formas de circulación y las prácticas del periodismo. La relación de esos medios con el gobierno de Lázaro Cárdenas no había sido sencilla. Casi todos se habían opuesto desde sus páginas editoriales a las políticas sociales del nuevo régimen. Constantes polémicas sobre la intervención del estado en la economía, la reforma agraria, el sindicalismo, la educación socialista habían signado el periodo.

Ante ese escenario, el aparato estatal impulsó una prensa oficial y partidista. El objetivo era defender las acciones gubernamentales. En 1929 había aparecido, como órgano oficial del Partido Nacional Revolucionario (PNR, el periódico El Nacional Revolucionario; dos años más tarde el medio cambió su nombre por El Nacional. El lema del periódico mostraba de forma muy clara su línea política: «Órgano oficial del gobierno de México». Así, desde las páginas de El Nacional numerosos periodistas y escritores emprendieron la defensa de las acciones del cardenismo. Luis Cardoza y Aragón, responsable entre 1936 y 1944 de los suplementos dominicales de este diario, recuerda la importancia del medio: «La revolución estuvo viva, combatida con empecinada virulencia y entonces los editoriales de El Nacional sí eran leídos con cuidado: correspondían a una realidad, y no fueron años de palabrería sino de hechos cardenistas. Había ascenso de la lucha de los trabajadores unificados y beligerante conciencia de clase» 2.

En ese ambiente de disputa por el espacio público surgió el periódico El Popular. Su origen se encuentra en las corporaciones del sistema político mexicano de esos años. En febrero de 1938, durante el primer congreso nacional de la recién fundada Confederación de Trabajadores de México (CTM, se propuso la creación de un diario del movimiento obrero. La intención era crear un contrapeso. «La prensa independiente» no sólo daba voz a los proyectos contrarios al régimen de Cárdenas; había en ella, según la retórica del momento, una preocupante presencia de propaganda «nazi-fascista».

El volumen.

El volumen.

Arthur Dietrich, el responsable de la prensa de la embajada alemana en México a partir de 1935, se había encargado de difundir las perspectivas del Tercer Reich en el periodismo mexicano. Numerosas noticias, provenientes de la agencia oficial alemana Transocean, eran divulgadas por la mayoría de los diarios de circulación nacional3. En ese primer congreso de la CTM, después de hacer una extensa relación de los grupos fascistas nacionales y extranjeros que operaban en el país y después de mencionar la subvención que la clase patronal daba a la «prensa independiente», la organización sindical anunciaba: «En breve tiempo contará la CTM con un diario que interese a todo el pueblo mexicano y que lo oriente con honradez respecto de los problemas de carácter nacional e internacional»4.

Y así sucedió. Apenas tres meses después, el 1 de junio de 1938, apareció, como órgano oficial de la CTM, el primer número del diario El Popular. Un personaje central estaba detrás de este proyecto. Vicente Lombardo Toledano, figura clave para el movimiento obrero, fue su primer director5. Desde el primer día, el periódico se propuso ayudar a la realización del programa de la Revolución Mexicana:

Siendo nuestro deber combatir por la masa explotada y defenderla, tenemos el concepto de que los intereses del pueblo, sin distingos de ninguna naturaleza, están por sobre toda consideración unilateral cuando la integridad de la patria, el bienestar de los que habitan en ella y su independencia económica y social son las ambiciones del conjunto. Salimos del pueblo y a él serviremos6.

1 Este trabajo es resultado del PAPITT IN401116 «Literatura y antifascismo:

Efraín Huerta en El Popular (1939-1944)». Agradezco el apoyo institucional

para la realización de este proyecto.

2 Luis Cardoza y Aragón, El río. Novelas de caballería, FCE, México, 1986, p. 552

3 Sobre los vínculos entre el empresariado mediático mexicano y la propaganda del Tercer Reich, así como sobre las actividades de infiltración nazi en México, se puede consultar: Juan Alberto Cedillo, Los nazis en México, Debolsillo/Random House Mondadori, México, 2010; Jürgen Müller, «El NSDAP en México: historia y percepciones, 1931-1940», en Estudios Interdisciplinarios de América Latina y El Caribe, núm. 2, 1995, en https://www7.tau.ac.il/ojs/index.php/eial/article/view/1195/1223; Verena Radkau, Brígida von Mentz y Ricardo Pérez Montfort, Los empresarios alemanes, el Tercer Reich y la oposición de derecha a Cárdenas, 2 vols., México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, 1988; Daniela Gleizer, «Las relaciones entre México y el Tercer Reich, 1933-1941», Tzintzun. Revista de Estudios Históricos, núm. 64, jul.-dic., 2016, p. 223-258; Carlos Inclán Fuentes, Perote y los nazis. Las políticas de control y vigilancia del estado mexicano a los ciudadanos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, UNAM/UV, México, 2013

4 Juan Campos Vega, El Popular, una historia ignorada, Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, México, 2011, p. 109

5 Poco después, en 1939, asumió la dirección del periódico un amigo y colega de Lombardo: Alejandro Carrillo; el gerente general fue Manuel O. Padrés.

6 «Con la vista en el futuro», El Popular, 1 de junio de 1938, p. 1