Cultura

"Sentía que sí faltaba la feria, sí extrañaba esto", señala Gustavo, uno de los primeros visitantes

En su primer día de actividades de manera presencial, la feria recibió a 9 mil personas que recorrieron sus pasillos y estands, tras la pausa provocada por la COVID-19

fil de guadalajara

Una vista de la FIL de Guadalajara en su primer día de actividades de forma presencial.

Una vista de la FIL de Guadalajara en su primer día de actividades de forma presencial.

No hay tanta gente. Estoy visitando varios stands, entré al de Penguin Random House y quiero ir al de Casa de la Educadora que son juegos de mesas y rompecabezas. Sentía que sí faltaba la feria, sí extrañaba esto”, expresó Gustavo, un joven de 28 años y uno de los primeros en llegar a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara que este año se realiza de manera presencial y, por primera vez, en dos sedes: Expo Guadalajara y el Centro Cultural Universitario.

Gustavo, al igual que los cerca de 9 mil asistentes que ingresaron el primer día de FIL a la sede Expo Guadalajara, lugar donde se lleva a cabo el programa literario, tuvo que pasar por medidas sanitarias como toma de temperatura en la frente, pasar por una cabina de desinfección y limpiar sus manos con gel antibacterial.

Al interior, el aumentado tamaño de los pasillos por donde circula la gente es notorio, lo mismo que la reducción que sufrieron algunos stands como es el caso de los metros asignados a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) quien en palabras de la editora Socorro Venegas fueron reducidos en 100 metros cuadrados, es decir, pasaron de 400 metros a 300.

En años anteriores, uno de los stands más vistosos era el de Artes de México ya que además de su producción de títulos mostraban artesanías de todo el país, ahora también lo hacen, pero de manera compacta.

“Tenemos 42 metros cuadrados, antes eran, creo, 120 metros. Acomodamos todo basados en el ingenio tratamos de acomodar, lógicamente no traemos la misma cantidad de material porque no nos cabe pero tratamos de acomodar todo para que se vea”, señala el empleado Ramón Cabrera.

Artes de México que dirige Margarita Orellana y que fundó Alberto Ruy Sánchez también colocó códigos QR con los catálogos de la editorial. “Por las medidas sanitarias no podíamos entregarlos y es más fácil que la gente lo escanee. Ha habido un poco de gente”.

Hay otros casos donde las editoriales se unieron, por ejemplo, las independientes Almadía y Era que comparten stand.

Uno de los stands más visitados durante el primer día fue el de Planeta. “Nuestro stand se redujo en tamaño porque teníamos otros stands, por ejemplo Paidós, área de niños y Planeta Cómic, todo se concentró en uno solo”, comentó el joven encargado de controlar el ingreso de gente.

“Aparte ya implementamos el uso de radios para controlar el área de la gente, es complicado pero más o menos vemos cuántos salen y cuántos ingresan para que el aforo de la gente sea el indicado o ideal. Hay bastante afluencia y, de hecho, alguien de la feria ya vino a llamarnos la atención porque el aforo era mayor, tuvimos que restringir un poco las entradas, pero sí hay gente”, expresó.

De los stands innovadores destaca el de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ya que existen tres formas de conocer su catálogo: revisando los libros en físico, con código QR y con una pantalla touch.

“La UAM quiso hacer una aportación adicional, entonces jugamos con el reencuentro: volver a verte nos pone de cabeza. Con esa idea trabajamos el diseño del stand y el funcionamiento. La primera manera de acceder a la información de los libros es llegar, tocarlos, revisarlos ya que sólo exhibimos un ejemplar porque estamos haciendo venta en mostrador”, detalla Marco Antonio Moctezuma, subdirector de distribución y promoción editorial de la UAM.

Si el usuario quiere llevarse el libro, lo pide por número asignado en punto de venta y al momento de regresar el ejemplar exhibido, debe dejarlo de cabeza. “Así nosotros sabemos que tenemos que desinfectarlo, hay una solución y un dispositivo especial que no daña a los libros”.

La segunda opción es el Código QR que te lleva a la información de esta obra junto con su precio.

“La tercera es pasar a una pantalla táctil y con una pluma que te vamos a dar nosotros puedes hacer una consulta y pueden navegar en el sitio Casa de libros abiertos pero esa pluma te la llevas como obsequio por sólo haber hecho la consulta”, explica Moctezuma.

De acuerdo con las cifras oficiales de los organizadores de la FIL, Expo Guadalajara abarca 40 mil metros cuadrados ahí se congregan mil 200 editoriales que exhiben más de 240 mil títulos y 290 expositores.

Miram, una madre, que acompaña a cinco niños lectores comenta a Crónica que esperaba menos gente. “Ingresé desde las 9 de la mañana pero esperaba menos por la situación de la pandemia. Me gusta venir y ver, no soy mucho de lectura pero mi hija sí y también mis sobrinos, son ellos los que quieren comprar libros, pero en cuanto llegas te enamoras de ver tantos libros y quieres llevarte todos”.