
El sector empresarial prevé un crecimiento de 3 a 3.3% para el próximo año, siempre y cuando la situación económica en Estados Unidos “no se agrave”, lo cual también propiciará que la generación de empleos sea insuficiente.
Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), pronosticó lo anterior, lo cual es una proyección menor al 3.7% que el gobierno federal tiene previsto para este año nuevo como resultado de la reforma fiscal.
El líder de la cúpula empresarial manifestó que “hay buenas señales” en caso de que se logre aprobar la reforma energética, misma que se tiene planeada introducir al Congreso durante el primer trimestre.
No obstante, Paredes señaló que 2008 “no será sencillo, la situación de la economía americana sigue en una incertidumbre grande y creemos que probablemente se vaya a agravar más”.
Por tanto, señaló que el rumbo del país dependerá de la capacidad que tenga el gobierno de detonar los proyectos de infraestructura, tanto en comunicaciones como en carreteras, aeropuertos, obras hidráulicas y Petróleos Mexicanos.
“Tenemos un gran desafío, creo que eso puede ser una buena medida contracíclica y cambiar el escenario”. No obstante, “no está nada escrito, vamos a ver qué pasa con la economía de Estados Unidos, pero sigue siendo un llamado importante al empresariado y al gobierno para crear condiciones de competitividad y no seguir dependiendo de la economía de ese país”, expresó.
El dirigente del CCE reconoció que la cercanía con la economía más grande del mundo es una ventaja que no se puede negar, pero no implica que no se puedan diversificar otros mercados, siempre y cuando se tengan las condiciones necesarias.
Sin embargo, reiteró que por el momento la economía mexicana apenas crecerá de 3 a 3.3% el año entrante, resultado que podría ser aún más adverso si “se agrava” la situación en Estados Unidos.
En ese sentido, Armando Paredes señaló que la creación de empleos será menor a la de 2007 y difícilmente se lograrán superar los 900 mil empleos de este año.
Urge competitividad. Al respecto, destacó que la agenda de competitividad será prioritaria, la cual desafortunadamente no se ha podido impulsar en virtud de que el gobierno está concentrado en lo más urgente.
Pero, agregó, hay aspectos que no requieren de cambios obligados en el Congreso, sino a través del mismo Poder Ejecutivo, con lo cual se podrá fortalecer la economía ante situaciones adversas que se van a presentar el próximo año por la posible desaceleración de nuestro principal socio comercial.
El agro no sufrirá. Por otra parte, el presidente del CCE se refirió a la apertura del sector agropecuario en 2008, particularmente en granos y leche.
Dijo que hay quien argumenta que va a haber una catástrofe en México con la liberalización del sector maíz, al amparo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a partir de enero de 2008.
Pero rechazó tal posición al exponer que “no le veo ningún problema ni afectación; más bien diría que le veo la gran oportunidad para que podamos, con todos los recursos que hoy se destinan a subsidiar a los agricultores por falta de rentabilidad, se inviertan en infraestructura, tecnología, modernización del campo”.
Si bien en los 15 años del TLCAN “no hicimos nada en el campo que permitiera modernizarlo, ahora hay una ventana” abierta para impulsarlo.
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