Escenario

Los Amigos Invisibles en el Metropólitan: La burbujeante sensación de amor

COBERTURA. La icónica banda venezolana se presentó la noche de este sábado en el Teatro Metropólitan como parte de la gira promocional de su disco Cool Love

Concierto de rock en vivo
Los Amigos Invisibles en el Teatro Metropólitan. Los Amigos Invisibles en el Teatro Metropólitan. (CORTESIA Héctor Gómez Mexía)

La intempestiva lluvia irrumpió desde muy temprano en el ambiente urbano de la Ciudad de México, las personas corrían presurosas en busca de un resguardo; sombrillas y rompevientos entraban y salían de tiendas, cafeterías, y del transporte público, ¿tal vez se dirigían a sus hogares?, o ¿tal vez a trabajar?, o tal vez, solo por mera curiosidad, ¿a un concierto?, y ¡vaya que concierto!, porque cerca del metro Juárez, a escasos minutos, un espectáculo iba a desplazar el taciturno ambiente de aquel percance meteorológico con una noche llena de picardía, irreverencia, romance, y por qué no, la sabrosura musical que haría vibrar a los que se hicieron presentes a la cita convocada por Los Amigos Invisibles aquel sábado 20 de mayo en el Teatro Metropílitan a las 20:30 horas.

La lluvia fue el menor de los problemas para citadinos que arribaron al recinto con una hora de anticipación, emocionados se dirigían a la entrada con ticket en mano, se comenzaba a respirar ese pequeño perfume de la noche que augura libertinaje, besos sabor cerveza y el hedor a la gozadera, aquellas escaleras solo eran la frontera para una mejor vida, una después del júbilo y la temblorina de los pies después de dos horas de baile. 

“¡Primera llamada, esta es la primera llamada!”, solo estas palabras bastaron para alterar a los presentes que tenían alrededor de los treinta y cuarenta años de edad, y entre vitoreos y alguno que otro atrevido que silbaba al escenario, la gente comenzaba de manera pausada a tomar sus asientos. ¡Segunda llamada, esta es la segunda llamada!; la pareja que recién llegaba y se sentaba al lado mío tuvo que separarse, ¡ O no, un error!, como Romeo y Julieta fueron separados; ella al otro lado del recinto y el a mí lado como un Montesco. Los más jóvenes no dejaron pasar ni un segundo y la fila del bar se hacía cada vez más larga. “¡Tercera llamada, Tercera llamada, comenzamos!”.

Las luces se apagaron, la fila del bar se dispersó, caminado entre la oscuridad con lámpara de celular en mano, se escuchó el estruendo de una guitarra, un bajo y la percusión que marcaba el ritmo de lo que sería una noche vibrante, y entre luces blancas con azul, la banda sin demora o premura dio inició al espectáculo en donde el público no tomó asiento durante las dos horas que duró el show. El intro de Cool love retumbaba de manera perfectamente imperceptible en la buena acústica del lugar, y ¡pum! El éxito “Antes de dormir” dio pauta a una noche llena de sabor y colores.

Los Amigos Invisibles conformados por Julio (voz), Mamel (batería) y Catire (bajo), le brindaron al público un show de dos horas en donde la cercanía con la música y el público opacó la belleza arquitectónica del recinto, dando pie a una noche multicolor donde el verde el azul y rojo fueron los encargados de generar un ambiente guapachoso.

Algo bueno de ver en los conciertos, es cuando la magia sucede, la conexión musical que se imprime en el espectador, es cuando un concierto cumple su cometido, como dijo Catire (bajista) en una entrevista anterior (“los conciertos te cambian la vida, si tu vas a un concierto, y ese concierto no me hizo sentir, si ese concierto no me hizo bailar, si ese concierto no se apoderó de mí en algún momento, ese concierto no sirvió para nada”) y el concierto del pasado sábado evocó en el público un sentimiento demasiado perceptible, en ocasiones la magia sucede, y ese día el concierto se apoderó de las personas asistentes al evento, que nunca dejaron de ver, y conectar con sus artistas favoritos. 

La pareja de atrás bailaba con “Dame el Mambo”, el Romeo de al lado se fugó de la fila 3 asiento 15 al momento que dio inicio el éxito “Espérame”, una fila más adelante, un extraño, pero embriagante fan de la banda, con notable sudor en la espalda no pudo evitar contagiar la energía con sus dos acompañantes que se unieron a la gozadera con él, corearon a todo pulmón “Mal pensada”, “Mujer policía” y con “Sexy” el fan favorito rompió la pista en su pequeño espacio designado.

Los vendedores de cerveza sobresaturados ofreciendo el embriagante elixir, gritaban a todo lo que su voz alcanzaba, “¡Cerveza, Cerveza!”, la pareja de “Dame el mambo” compró dos cervezas más, ya sonaba “La vecina” y en los palcos sobresalían las manitas bailadoras de la gente, el público evocó una ola del Caribe, bajo las instrucciones del vocalista de la banda, fueron de un lado para el otro y con celular y lámpara en mano, todos lo espectadores hicieron un momento capturable en la memoria. 

Una pareja secreta se daba besos entre canción y canción, nos presentaron los solos de Agustín Piña, que se lución en el teclado, el mexicano Fernando Bloom y su solo en la guitarra, Santiago Ortiz en las percusiones. Para la segunda parte del concierto, los éxitos más resguardados por los fanáticos se hicieron presentes, no sin antes echarle una miradita alrededor, se distinguían ciertos detalles; algunas parejas ya cansadas de bailar, vasos vacíos, Romeo ya nunca regresó a su asiento asignado, el fan favorito el más “Sexy” nunca se cansó de estallar hasta el último instante, sus compañeras coreaban hasta quedarse sin voz, una señora unas filas más enfrente nunca guardó el celular, siempre en mano, tal vez más adelante le duelan los pulgares, la pareja secreta no se dejó de besar con cada canción, y la banda apenas iba con la canción “Ponerte en cuatro”.

Llegó el momento de una de las canciones más esperadas: “Mentiras” que encendió el recinto, celulares en mano, el escenario proyecto todas la luces, verde, azul, rojo, blanco, verde, todos los colores para una sola canción, Julio estaba cansado, se limpiaba el sudor, los vendedores de cerveza pasaron por última ocasión, “¡Silencio!”, terminó la canción, sigue a lo que le digo la rola de pausa, algo más tranquilo, pero igual de memorable para la multitud, “¡turututururu tururu tururu!”, y como no me iba a acercar… “La que me gusta” puso a todos los asistentes a cantar, entre silbidos y gritos disfrutaron de uno de los éxitos más importantes de Los Amigos Invisibles

Ya para ir finalizando la noche tocaron “Playa Azul”, “La vida es un carnaval”, “Corazón tattoo”, “Tócamela”, “Esto es lo que hay”, “Yo no sé”, “Cuchi Cuchi”, “Dulce”, “Óyeme nena”, etc… Con un set de alrededor de 25 canciones la banda brindó un espectáculo emocionante, bailable, lo que se espera de un concierto de Los Amigos, algo memorable, uno que otro personaje entre la audiencia, calidez, picardía y romance, es lo que describiría al Tour Cool Love, una carta muy discreta a la suavidad y burbujeante sensación del amor.

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