Ángeles Cruz pide justicia y protección tras la emboscada de un grupo armado en Oaxaca
ENTREVISTA. La reconocida cineasta mexicana alza la voz ante la indiferencia de las autoridades tras la muerte de su hermano por la ola de violencia en el paraje Santuario de las Aves en San Miguel el Grande
Denuncia
La cineasta Ángeles Cruz.
La situación de violencia y peligro vivida en la zona de la mixteca mexicana alcanzó un nuevo grado tras la emboscada sufrida el pasado 22 de noviembre en el paraje Santuario de las Aves en San Miguel el Grande, Oaxaca, donde lamentablemente perdieron la vida dos elementos de la Agencia Estatal de Investigación, Gabriel Cruz Ortiz y José Pérez Mendoza, junto a tres pobladores, incluyendo al ciudadano Román Cruz Murillo, hermano de la actriz, guionista, directora, productora y gran artista Ángeles Cruz, que se ha dedicado a dar voz a una de las comunidades acechadas por esta violencia, Villa Guadalupe Victoria.
Crónica Escenario charló con ella, quien expresó su clamor por justicia ante los hechos sucedidos recientemente en este lugar: “El problema principal es lo que se llama justicia expedita. Venimos diciendo que corremos riesgo desde los ataques del 5 de mayo, donde hubo tres personas muertas, dentro de esas personas el agente de Villa Guadalupe Victoria, Juan Mendoza, así como 10 casas destruidas además de la escuela de la comunidad destruida y quemada junto a la cocina comunitaria quemada”, rememoró dolorosamente Ángeles.
“Se habló de la vulnerabilidad en la que estábamos, de la presencia necesaria de la Guardia Civil y la Policía Estatal, que tenían que hacer rápido su trabajo por la violencia tan fuerte y organizada que se ejerció ese día. Tres meses y medio después de lo sucedido, nos reunimos con el gobernador del estado y le explicamos nuestra situación junto al riesgo que estábamos corriendo, que nos sentíamos vulnerables y temíamos por nosotros”, continuó.
“En esa reunión, aparte de nuestras autoridades municipales y agrarias, estábamos también las tres personas que cayeron en esta última emboscada del 22 de noviembre, tanto José Pérez Mendoza, que fue el nuevo agente que entró a cubrir a Juanito, y que se le nombró como nuevo agente de mi comunidad de Villa Guadalupe Victoria, así como Gabriel Cruz Ortiz, que era agente de la comunidad de Lázaro Cárdenas, junto a mi hermano, Román. Se avisó que se iba a ir a reconstruir la cocina comunitaria que se quemó durante ese acto para poder ofrecerles lo que se les estaba ofreciendo a los habitantes”, continuó narrando Cruz.
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La emboscada del 22 de noviembre sucedió a plena luz del día en un camino donde no había salida. Al respecto, la artista de raíces mixtecas cuestionó: “No había manera de salir de ahí y fue muy lamentable lo que pasó, cómo sucedieron los hechos. La gente que venía de resguardo de la fiscalía, pues traía evidentemente sus armas en la mano y ni así pudieron librar su vida”, comentó.
“De ese atentado salieron cinco personas muertas y dos personas heridas. Después de eso, se detuvo a uno de los señalados como autores intelectuales, Jesús Cariño, que era de Bienes Comunales de Tlaxiaco. Honestamente, no alcanzo a dimensionar hasta dónde llega esto, pero lo que sí puedo asegurar es que ha habido omisiones graves y que no se tomaron las debidas precauciones para protegernos”, añadió.
Datos alarmantes, como la falta de acción de las autoridades correspondientes, son clave para entender la falta de justicia y del correcto proceder por falta de las autoridades. “Mi hermano, desde el 5 de mayo, empezó a recibir amenazas de muerte. Estas cosas se le dijeron a la fiscalía. Hace menos de un mes le pregunté qué había pasado con eso y me dijo que no había recibido ninguna respuesta. No tomaron las medidas para proteger las vidas de las personas que estaban siendo amenazadas, aún cuando ya se tenían esos datos. Esa es una omisión gravísima que se suma a otras igual de graves”, aseveró Ángeles.
“No sabemos qué tipo de poderes se encuentran atrás o si hay conflicto con los recursos maderables del área a los cuales ni nos dedicamos. Supongo, no lo sé. Yo me dedico al cine. Mi hermano era campesino. Tenía su trabajo acá. Estaba sembrando árboles frutales. No tenemos ni idea de lo que cuesta ese árbol en madera. Hay muchos nexos políticos y económicos dentro de Tlaxiaco y Llano de Guadalupe y es muy difícil seguir si el gobierno no ejerce la justicia por estos asesinatos”, enfatizó.
“Lo que pido simplemente es que se ejerza la ley y la justicia lo más pronto posible porque mientras eso no suceda, nuestras vidas siguen en riesgo”, demandó la cineasta.
Otro de los grandes problemas señalados por la artista mexicana es la cuestión de la constante revictimización a la que son sujetos los habitantes de esta región, como muchos otros pueblos ignorados por el gobierno estatal y federal. “Es muy difícil que el gobierno nos siga revictimizando por los sucesos, cuestionando y culpando por qué fueron a construir la cocina comunitaria, pensando que eso fue una provocación”, expresó.
“La gente del Llano de Guadalupe fue con gente armada. Llevaron camionetas, herramientas, tumbaron el letrero donde decía Inicia a San Miguel el Grande delante de la guardia que solamente los grabó para no provocar ninguna tensión. Y nosotros solo denunciamos, abogando por el lado de la ley y es terrible porque nosotros apostamos por seguir en el diálogo con el gobierno. Se había estado en mesas de diálogo con gente de Llano de Guadalupe llegando a acuerdos importantes”.
Sin embargo, estos tratados no fueron respetados. “El 12 de mayo se iba a firmar esa minuta con los acuerdos. Y el 5 de mayo atacan rompiendo todos lo pactado en esa mesa que se había tenido con el Secretario de Gobierno. ¿Qué quiere decir? Que ellos no respetan ninguna palabra, ningún diálogo, ningún acuerdo previo. Y a nosotros nos culpabilizan por poner los cuerpos de nuestra familia, de nuestra gente. Por transitar ese camino que actualmente está cerrado”, explicó.
“Las comunidades de aquí tienen que rodear ese paso para poder pasar a otras. Nosotros no tenemos libre tránsito y no podemos hacer nada. Y al final de cuentas, las personas de nuestras comunidades están siendo asesinadas sin que se ejerza la justicia, sin que haya más personas de los autores intelectuales o las autoridades en la cárcel y sin que haya medidas extraordinarias de cuidado para salvaguardar, para garantizar nuestras vidas”, afirmó dolorosamente Cruz.
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Ante un panorama donde el gobierno federal ostenta la bandera de la protección a los pobres y a los pueblos originarios, pareciera que ese clamor quedó en el olvido. “No veo que ellos estén atrapados. Después de los hechos del primer incidente, el 5 de mayo de este año, la fiscalía recogió más de 5000 cartuchos percutidos”, dijo.
“Una vez que ya había recogido sus pruebas y ya estaba contaminado lo que había ahí por la llegada de la guardia, la policía y todo el mundo, me permitieron hacer un levantamiento de imagen donde encontramos muchísimos más cartuchos percutidos marcados con leyendas de la Guardia Nacional y del Ejército”, siguió.
“Y entonces ¿qué han hecho con esa investigación? Todos los parques que salen de las instituciones de defensa saben a dónde van dirigidos y quiénes las tienen. ¿Cómo no rastrear esas balas? No sé qué se ha hecho con eso”, reclamó indignada Ángeles.
Ante estos hechos que han incluido secuestros de pobladores, detenciones con represalias y negociaciones con gente desconocida, la oriunda de la mixteca oaxaqueña no puede comprender la falta en el sistema de justicia que procura negociaciones con los secuestradores, entre otros detalles turbios.
“Entendemos que lo primero era salvaguardar y rescatar a esas personas que fueron víctimas de secuestro. Pero una vez liberadas, tenían que haber agarrado a los responsables. ¿Con quién negociaron? ¿Por qué esas personas no están encarceladas por el hecho? El secuestro se persigue de oficio. No tendrían por qué revictimizar a la gente y decir, ahora acúsalos”, dijo.
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“La gente de la comunidad está muerta de miedo. Se han muerto los agentes de las comunidades que son nuestros representantes políticos y no les han hecho nada. No hay gente atrapada. Hay una red ahí de corrupción entre políticos que se están cubriendo las espaldas, hay muchísimo dinero de por medio y no alcanzo a dimensionar todo eso”, declaró.
No cabe duda que parece existir una gran red de complicidades que evitan llegar al fondo del asunto. Pero, ¿por qué no se detiene entonces a los verdaderos culpables de estos violentos hechos? El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, ha sido increpado por la actriz, pidiendo incluso su renuncia por la falta de acción en el caso.
“Lo único que ha hecho es revictimizarnos diciendo que se nos había advertido del peligro, que debemos quedarnos en casa, no movernos porque si no corremos peligro. Hablé duramente de ello y por eso pedí su destitución así como la renuncia de toda la gente que está ahí y que ha sido omisa. Que salgan de ahí y si no saben hacer su trabajo, que lo digan”, enfatizó.
“El gobierno federal ni ha asomado sus narices. Las muertes de nuestras autoridades no son un crimen de alto impacto para ellos. Esa es la verdad. No somos personas que les importemos pero también nuestras autoridades valen y éstos deberían de ser crímenes de alto impacto”, demandó Cruz.
“Lo que pido simplemente es que se ejerza la ley y la justicia lo más pronto posible porque mientras eso no suceda, nuestras vidas siguen en riesgo. Estamos acudiendo a extremos donde tener que vivir esto y tenemos que alzar la voz de esta forma cuando realmente se debe hacer esta justicia tal cual”, continuó.
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“Yo no tendría que estar saliendo públicamente a pedir justicia, esa gente tendría que estar haciendo su trabajo y nosotros tendríamos que estar sintiéndonos tranquilos de que están garantizando nuestra seguridad. Pero no está sucediendo eso. Ese es el problema y es terrible que apuesten a que nos maten y listo, que se olvide y se dé carpetazo. Eso me parece sumamente grave”, añadió la artista oaxaqueña.
Ante este panorama desfavorecedor que parece seguir reproduciéndose en el país, Ángeles comentó que lo único que queda es abogar a las instancias correspondientes. “Tenemos que exigir justicia ante el gobierno estatal, acudir a derechos internacionales, a derechos humanos, pedir al gobierno federal que entre a la investigación y a la sociedad civil, que es para mí la única esperanza. También a los medios de comunicación para que difundan y que no nos dejen solos. Porque nos sentimos totalmente vulnerables”, señaló la cineasta.
“Pedimos atención y no sé cuántas vidas se necesitan perder para que volteen a vernos. No tengo idea qué es lo que requieren para que nuestras personas asesinadas tengan un poquito de justicia. Por eso hago un llamado a las autoridades para que lleven a la cárcel a los asesinos y que puedan garantizar nuestra seguridad y nuestras vidas”, agregó.
“Parece que estamos en un estado sin ley, que aquí gana la gente que tiene dinero y que tiene contactos políticos o con redes de corrupción terribles. Aquí debe de acabarse, deben de caer las personas que planearon esto. Yo no creo en la venganza ni en los baños de sangre pero sí creo en la justicia y deberían de avergonzarse de no haber hecho nada hasta el momento”, finalizó.
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