‘Bestia’: Una película que entretiene a base de rugidos, zarpazos y un indestructible Idris Elba
CORTE Y QUEDA. El cineasta islandés Baltasar Kormákur estrenó en México hace unos días su más reciente filme de acción, uno de los filmes más incongruentes pero entretenidos de la temporada
cine
Idris Elba interpreta a Nathan, un doctor que viaja a Sudáfrica con su familia.
El director de origen islandés Baltasar Kormákur se ha inclinado por historias que oscilan entre la acción, el drama y una lucha por sobrevivir. Su llegada a la industria de Hollywood lo demuestra con títulos como la adaptación de la novela gráfica 2 Guns (2013), o aquellos viajes en que la fuerza de voluntad del ser humano se impone ante la naturaleza como Everest (2015) o A la deriva (2018).
Ahora, Kormákur viaja al desierto africano para enfrentar a Idris Elba en contra de una fuerza animal descontrolada que, al parecer, busca ejercer una venganza/justicia en una metáfora que va un poco más allá de lo habitual en Bestia, donde el guion de Ryan Engle disfraza algunas ideas detrás de la absurda acción que este enfrentamiento conlleva.
El viaje de hora y media nos presenta al doctor Nate Samuels (Elba) que decide viajar de vuelta a Sudáfrica, lugar donde conoció a su mujer recién fallecida, y disfrutar de un momento en una reserva de animales con sus hijas. Pero lo que empieza siendo un reencuentro familiar se trastoca debido a una fiera suelta con una revancha sangrienta y cuentas pendientes que cobrar.
De alguna forma, los hechos de esta cinta pueden remitir a otros donde los animales liberan su naturaleza y salvajismo. Ahí está la dupla de leones que sí existieron en la vida real, Fantasma y oscuridad, que inspiraron la cinta Garras (Hopkins, 1996) o, en un nivel más casero, el perro con rabia que se vuelve loco y se rebela en contra de los humanos hasta atemorizarlos y no dejarlos salir de su auto en la ficción de Stephen King, Cujo (Teague, 1983).
Fotograma de Bestia.
Aquí, el león sin nombre tiene una motivación real, pues es víctima de los cazadores furtivos al ser testigo de cómo masacran a su familia. Ello genera que la Bestia del título tome represalias contra cada uno de los humanos que ve en su camino, dejando de lado cualquier cuestión de territorio o comportamiento natural. Simplemente es un animal liberado de cualquier cadena que decide darle una lección a nuestra especie de las maneras más absurdas y salvajes inimaginables.
Curiosamente, esto genera un paralelismo con el rival más fuerte de la manada, el doctor Samuels, que al verse metido en este embrollo, tendrá que actuar de formas que no hubiera pensado jamás con tal de defender lo más valioso que tiene: su familia, las pequeñas, Norah (Leah Jeffries) y Meredith (Iyana Haley), que verán fortalecido ese lazo entre los tres aparentemente roto con tal de mantenerse unidos para protegerse y sobrevivir a como dé lugar.
Una de las mayores aportaciones a este relato recae en la fotografía del experimentado Philippe Rousselot, quien captura los paisajes del desierto sudafricano con belleza, dándole ese aire salvaje y natural que necesita para que el león se desenvuelva. Aunado a ello, existen un par de secuencias muy bien logradas aunque bastante oníricas por parte de Kormákur, que tristemente parecen no pertenecer a este filme de jurado entretenimiento.
Las actuaciones son meramente cumplidoras. Tanto Jeffries como Haley cumplen entre gritos y gestos que transmiten cierto miedo a una criatura que realmente no está ahí. También destaca la vuelta de Sharlto Copley como el incondicional viejo amigo de Nate que se dedica a proteger a los animales de maneras un tanto dudosas. Pero es Idris Elba quien se roba el show, no tanto por la buena actuación sino por lo increíble de sus secuencias que radican en lo superheróico.
Si bien sabemos que Elba sabe dar y recibir golpes (véase la serie de Luther o el spin off de Rápidos y furiosos, Hobbs y Shaw), aquí llega a un nivel tan exagerado e irreal que es capaz de sobrevivir a cada uno de los sendos ataques del felino salvaje, mientras que con otros basta un mero zarpazo para destriparlos o partirlos en dos, lo cual le da un toque de risa involuntaria al filme que funciona como mero y puro entretenimiento simple.
Sumado a ello, pareciera que salvo Nate y su amigo, todos los seres humanos en la cinta son francamente tontos al no poder matar a un león con tremendas armas automáticas o tomando pésimas decisiones, especialmente en el caso de las hijas del protagonista, que si bien siguen el clásico tropo del cine de suspenso/terror de hacer lo más inverosímil o estúpido en el peor momento con tal de alargar la cinta, aquí se exceden en la torpeza y la poca congruencia de sus actos.
En muchos sentidos, Bestia parece retomar y explotar hasta el cansancio muchos recursos de esas cintas que proponen la pelea del hombre con ese factor natural incontenible, pero más allá de las leyes del más fuerte y los territorios, Kormákur sabe mezclar lo suficientemente bien con los elementos y recursos que tiene para entregar una película que entretiene a base de rugidos, zarpazos y de un indestructible Idris Elba que, cual Hércules, es capaz de pelear con un león mano a mano.
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