Otra cara de los festivales: el robo de celulares
La fechoría se está “normalizando” en los conciertos y festivales ante la falta de control, seguridad y dificultades para denunciar
la era de los festivales
Esta crónica inicia en la unifila de un Centro Telcel para recuperar mi número-chip tras haber sido robado-bolseado la noche del sábado en el festival AXE Ceremonia.
Esta es la tercera vez que cambio el inicio de este texto. El sábado por la tarde escribía sobre el colorido, el sentido y la belleza del festival. Esos apuntes se fueron en mi teléfono perdido; la segunda la escribía un día después narrando la cósmica, absoluta y definitiva experiencia de escuchar a Moderat en vivo. Esta última es con el objetivo de visibilizar un problema que para nada es aislado.
No lo hago desde la frustración de haber perdido un útil aparato de vida y trabajo, sino desde algo más.
En la unifila encuentro delante de mí a Gabriela, Gaby, una chava con una pulsera de acceso del AXE Ceremonia y con un rostro de hastío. También le “bolsearon” el teléfono móvil, tras lo cual le echaron a perder la noche. También fue durante la colosal presentación de Moderat; también le sucedió a amigos suyos; también le ha ocurrido a otros más en festivales anteriores. Entonces, aquí hay un patrón y un problema.
Entre las recomendaciones del festival se encuentra cuidar tu teléfono en todo momento, también han identificado el problema, pero es difícil hacerlo cuando uno está atravesando por una catarsis tan tremenda y poderosa como la que sentí anoche. Es decir, estos rufianes están tomando provecho de las personas en un estado vulnerable, no tienen idea de la violencia que eso significa.
">ya vamos llegando a casita después de ver a Travis Scott en el Axe Ceremonia mi razita, si ves el tuyo te hago un descuento pic.twitter.com/SQ63hUoA2C
— Lalo Paunodick 2 🇷🇸🐐 (@jaimeduendismo) April 2, 2023
La policía capitalina anoche estaba más preocupada por decomisar bachas y vapes que por identificar a esta banda. Antes del robo, unos amigos habían identificado la actitud sospechosa de algunos, no presté atención por lo concentrado que estaba en la música, lo más importante.
Hablando con Gaby, opinamos que el AXE Ceremonia no sólo ha crecido en días, cartel y música, lo ha hecho también en este tipo de problemas. La economía formal, informal y criminal fluyen como los raudales de personas, es inevitable.
Mi fortuna anoche fue darme cuenta del robo hasta terminado Moderat. Sin embargo, para personas como Gaby la diversión acabó ahí.
“Llevaba esperando 10 años para ver a Moderat, cuando salió el cartel estaba feliz, no lo podía creer. Todo eso valió madres”. A esta chava y a muches más se les arruinó el festival, a muchos más les sucedió el domingo o sucederá en futuros festivales y conciertos.
La falta y dificultad de la denuncia y el aumento de este delito están generando una “normalización” de este robo, me dice la chava mientras seguimos esperando en este purgatorio de la compañía telefónica.
Este problema no es nuevo, por lo menos no para muchos usuarios del Metro y Metrobús de la CDMX. Habrían de ver la claridad de los robos y las bandas malhechoras en el Metro Hidalgo en hora pico. Parece que ahí se ha frenado el robo sistemático en alguna medida. Aunque es un ejemplo medio desproporcionado, creo que se pueden aplicar protocolos para evitar esto en otros espacios, como los festivales.
Tengo una hora en la unifila, es larga y me hace pensar que los robos son parte importante de la economía de este y otras industrias. Eso, la obsolescencia programada y el consumismo enfermo de nuestros tiempos deben ser pilares importantes de esta industria.
">Pinches rateros de celulares hdspm no puede ser que en un festival no puedas ni disfrutar!!! no es un descuido, lo tienen todo perfectamente planeado para entre varios sacarte el cel y no es tan complicado ubicar a algunos xq hasta obvios son!
— Karla Rivera (@karlitabizcocho) April 2, 2023
Más seguridad @AXECeremonia
Regreso a la historia. Ante el robo, la policía minimizó el tema y realizó la misma recomendación a Gaby y a mí: buscar la carpa de seguridad, a ver si ahí apareció entre lo incautado. El cansancio, la decepción y la invisibilidad de dicha carpa hace difícil allegarse no sólo a ese espacio, si no a la denuncia misma. Una nota de recomendaciones en Animal Político señala que se debe acudir al Ministerio Público ante el atraco para hacer la denuncia. No imagino quién, en su desencanto, cansancio o ganas de seguir disfrutando el festival llevará a cabo tal empresa, por eso es tan lucrativo este robo, porque estamos más “acostumbrados” a perder una hora en la unifila que en el MP.
Finalizó pensando un poco más allá de la denuncia y la experiencia, pienso en lo que realmente importa, la música.
Más allá del problema que significa para muchos el tropiezo financiero del robo, reflexiono un poco más. Pienso en las personas que cometen los robos, organizados y acechando en actos como el AXE Ceremonia. Pienso, sin arrogancia ni resentimiento, en los ladrones: no lo hacen por gusto, son tan víctimas del sistema como todos, aunque con menos oportunidades de desarrollo humano y más pobreza cultural.
Conmoverse y hacer catarsis a través de la cultura más apuntalada es una fortuna. Agradezcamos el privilegio de ser quienes gozan al escuchar “A new error” de Moderat como si se acercara el fin y reinicio del mundo, que ser el ladrón quien, por convicción o necesidad, se ha perdido una preciosa oportunidad para reconocerse como miembro de la tribu que encendió el fuego prometéico de la cultura humana.
*Twitter: @huitzilacsoryu