‘Chicas pesadas’: Dos décadas de la comedia sobre la cruel adolescencia vestida de rosa
CORTE Y QUEDA CLASSICS. A propósito de la llegada de una nueva versión fílmica del guión de Tina Fey, recordamos este fenómeno de la cultura pop
cine
Chicas pesadas fue una cinta escrita por Tina Fey y dirigida por Mark Waters, quien un año antes había estrenado Un viernes de locos, sin saber que haría una cinta que se consolidó como un clásico contemporáneo desde su estreno en 2004. Esta comedia adolescente no solo logró conquistar la taquilla en su momento, recaudando 130.1 millones de dólares, sino que también marcó un nuevo hito dentro de la cultura pop con su humor y su crítica social.
La historia, que ahonda en el mundo de la vida escolar, cumple dos décadas en este año y su impacto sigue resonando en la manera en que aborda temas universales de esos momentos de vida mientras mantiene su relevancia a pesar del paso del tiempo.
La película sigue a Cady Heron, interpretada por Lindsay Lohan, una joven que, tras años de educación en casa en África, se enfrenta al desconcertante mundo de la escuela secundaria en los suburbios de Illinois. Rápidamente, ella se ve involucrada en el intrincado entramado de las relaciones sociales, destacando la jerarquía social y las dinámicas de poder que caracterizan la vida adolescente para encajar y hacerla perder parte de sí misma.
La dirección de Waters merece reconocimiento por su habilidad para capturar la atmósfera de una escuela secundaria estadounidense. Utiliza una paleta de colores vibrantes donde sabe cómo destacar el rosa y ángulos de cámara que resaltan la exageración de los estereotipos juveniles, mucho antes de los tiempos de Barbie, contribuyendo así a la estética única. Aunque en muchos aspectos es una comedia ligera, el director logra equilibrar la comedia con momentos de reflexión sobre temas más profundos.
Uno de los mayores logros radica en su capacidad para abordar temas relevantes de una manera divertida y accesible. Tina Fey, basándose en el libro Queen bees and wannabes de Rosalind Wiseman, teje una narrativa que, a pesar de su enfoque cómico, explora la toxicidad de las amistades, los estereotipos de género y la presión social con comentarios perspicaces sobre la naturaleza competitiva y a veces cruel de la adolescencia. A pesar de eso, la cinta evita caer en la caricatura, presentando personajes que, aunque exagerados, resultan sorprendentemente realistas y que al día de hoy se mantienen vigentes.
El elenco, encabezado también por Rachel McAdams, Amanda Seyfried y Lacey Chabert, ofrece interpretaciones memorables que contribuyen al carácter icónico. McAdams, en particular, destaca por su interpretación magistral de Regina George, la líder de las “Plásticas”, encarnando a la perfección la mezcla de carisma y malicia que define a su personaje.
Por otra parte, el personaje de Aaron Samuels, interpretado por Jonathan Bennett se ha convertido en un ícono gracias a su buen papel al grado de que el 3 de octubre se celebra como el “Día de Aaron Samuels”, todo debido a una escena en la que Cady le pregunta qué día es y él responde que es el 3 de octubre.
Chicas pesadas no solo impactó en la taquilla, sino que poco a poco se convirtió en un fenómeno cultural. Con diálogos icónicos que han quedado grabados por años como “los miércoles vestimos de rosa” o “eso es tan fetch”, la cinta se ha integrado en el lenguaje cotidiano, perdurando en el tiempo hasta convertirse en un referente recurrente en memes y conversaciones.
No cabe duda de que el fenómeno de este filme se extendió a adaptaciones en diversas formas, trasladándose incluso al formato televisivo con Chicas pesadas 2, aunque esta no logró capturar la esencia original de la película de 2004. Posteriormente, musical de Broadway, adaptado por Tina Fey, mantuvo el espíritu irreverente y amplió su impacto, que ahora en 2024 tendrá su adaptación a la gran pantalla.
A pesar de su popularidad, Chicas pesadas sigue siendo relevante hoy en día. Aborda problemas atemporales como la presión social, el bullying y la autoaceptación, lo que la convierte en un material de referencia para las nuevas generaciones. Además, su legado perdura gracias a la constante renovación de su audiencia, que descubre la película a través de plataformas de streaming y redes sociales.
En su 20º aniversario, el relato de las plásticas trasciende la etiqueta de película adolescente para convertirse en un ícono cultural. Su agudo humor, su astuta observación de las dinámicas sociales y su capacidad para mantenerse relevante a lo largo del tiempo la consolidan como una obra maestra del género. Aunque las adaptaciones no han replicado completamente su éxito, la influencia de Cady, Regina y su grupo de chicas populares perdura, recordándonos que, incluso en el complicado mundo de la secundaria, la autenticidad y la amistad verdadera siempre prevalecen.