Escenario

‘Donnie Darko’: Ese extraño fenómeno fílmico entre la filosofía y la inocencia

CORTE Y QUEDA CLASSICS. El filme de Richard Kelly se ha convertido en uno de los grandes títulos de culto del nuevo milenio

cine

Fotograma de Donnie Darko.

Fotograma de Donnie Darko.

ESPECIAL

¿Qué harías tú si alguien te dice que el mundo se va a acabar en 28 días, 6 horas, 42 minutos y 12 segundos? Quizá lo ignorarías y seguirías con tu día normal, pero si quien te lo dice es alguien en un disfraz de conejo quizá te lo pensarías dos veces y más sí descubres que en realidad lo seguiste, en apariencia dormido, fuera de tu casa y descubres que en tu habitación ha caído el motor de un avión, que te hubiera matado si estuvieras ahí. Con ese inicio, Richard Kelly presentaría al mundo a Donnie Darko (2001), un personaje trágico que ejemplificaría de forma eficiente a los parias de inicio del siglo XX.

Donnie Darko pareciera no es una cinta de ciencia ficción clásica, pero sí lo es en el fondo, es una película que nos habla de los riesgos de alterar en alguna manera el pasado, provocando hechos futuros que se encadenan para destruir todo lo que rodea al protagonista, en palabras de las cintas de Flash y Spider-Man: a través del Spider-Verso estrenadas este 2023, hay hechos canónicos en la vida de las personas que no puede alterados y que si lo son, se corre el riesgo de destruir el mundo, demostrando, quizá de forma inconsciente, la influencia que esta cinta ha tenido en varios creadores.

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Richard Kelly realizó en su obra debut una de las obras clásicas del naciente siglo XXI al realizar una cinta que combinaba el nihilismo de una generación con las ideas de que no somos dueños de nuestro destino hasta que decidimos tomarle en nuestras manos, aceptando lo que éste traiga sin buscar impedir las cosas buenas o malas vengan con él. Un trabajo que no es fácil ni sencillo de ver, que obliga la complicidad del espectador, que le obliga a concentrarse en lo que ve en pantalla y reflexionar mientras se van desarrollando los acontecimientos. La figura del hombre en el disfraz de conejo muestra la influencia de la película Harvey de Henry Koster con James Stewart, donde el protagonista sufre alucinaciones que le hacen ver esta figura.

El protagonista de la cinta es Jake Gyllenhaal quien haría no sólo creíble su personaje, sino que le contagiaría de una energía extraña y fascinante. Los miembros de su familia están encabezados por Mary McDonnell (madre), Holmes Osborne (padre) y sus hermanas, Daveigh Chase y Maggie Gyllenhaal (hermana en la vida real del actor). Jena Malone daría vida a Gretchen, catalizador de la historia y sucesos en muchos sentidos. El papel de Frank, el conejo, recae en James Duval. El otro gran protagonista es la música, encabezada por el extraordinario tema de “The killing moon” interpretado por Echo and the Bunnymen y, por supuesto, “Mad World” de Michael Andrews con Gary Jules, que acompañan dos momentos claves de la historia.

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Donnie Darko bajo su fachada de cinta de ciencia ficción con viajes en el tiempo oculta una demoledora crítica a la sociedad norteamericana, la cual en lugar de avanzar se la pasa retrocediendo en temas de libertad, de cultura, donde se expulsa a los elementos que buscan crear conciencia en los jóvenes, pero idolatra a motivadores charlatanes, quienes esconden por lo regular perversiones que buscan eliminarlos. Es un duro cuestionamiento a la manera se trata a todos aquellos que no encajan en el sistema.

A pesar de la oscuridad del relato que se muestra, la cinta tiene una inocencia devastadora, que logra penetrar en la coraza del espectador y que le lleva a cuestionar la historia que está viendo mientras se pone en la piel del personaje, experimentando con él el rechazo, el sentimiento de cariño y la necesidad apremiante de él, donde se choca con la visión ciega de aquellos se sienten dueños de la verdad absoluta, negando cualquier punto gris dentro de su mundo blanco y negro.

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Donnie Darko se convirtió en un fenómeno desde su estreno, no sólo porque para muchos resultaba incomprensible y enredada, sino por la filosofía que emana, por el cuestionamiento realiza a las acciones que realizamos, por su insinuación a un destino omnipresente que no debe ser alterado.

Es por eso que cuando, tres años después de su lanzamiento, se entregó a las audiencias una versión del director, esta fue de inmediato abrazada por los fans de la cinta, admirada y repudiada, no sólo por los cambios de música sino porque hacía la historia más digerible, más fácil de entender al no dejar muchas cosas a la interpretación, señalando todo de forma más directa.

A 22 años de su estreno, la película se ha convertido en una de culto y en una de las primeras obras importantes que dejará este siglo, una cinta que debe verse, sufrirse, donde les recomiendo a aquellos que nunca la han visto primero vean la versión de cine para luego ir a disfrutar la versión del director, ya conociendo la historia y los sucesos, para que puedan ustedes también unirse al clamor de que “ellos me obligaron a hacerlo” de la cinta.

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