Eli Roth: “Ojalá EU fuera más respetuoso con el tema de la muerte como México y la cultura latina”
COBERTURA. El cineasta fue el invitado de honor del Festival Mórbido y ofreció una conferencia magistral a propósito del estreno de su más reciente cinta Viernes Negro
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El cineasta Eli Roth en México.
El Festival Mórbido fue el marco ideal para el inicio de las actividades de prensa de la cinta Viernes Negro de Sony Pictures, misma que tuvo su estreno mundial el sábado pasado en el marco de este certamen, marcando el regreso de Eli Roth a la Ciudad de México después de presentar hace unos años Hostal en el extinto FICCO. Crónica Escenario estuvo presente en una máster class que ofreció para fans y medios donde adelantó algunos detalles de su nueva cinta así como su gran pasión por el género.
Eli, quien también ha colaborado como actor en cintas como Bastardos sin gloria de su amigo Quentin Tarantino, habló de cómo nació esta retorcida idea de un slasher en pleno Día de Acción de Gracias. “Crecí en Boston, Massachusetts en la década de los 90 y las cintas de horror como Halloween, April fool’s day, My bloody Valentine o Silent night deadly night, entre otras, tomaban una festividad y la bañaban de terror menos ésta”, recordó.
“Entonces mi mejor amigo me preguntó si alguna vez harían un slasher en esta fecha donde podríamos hacer un pavo humano y demás ideas locas. Estuvimos esperando siempre eso pero nunca sucedió”, añadió.
A esta curiosidad se sumaba otra cuestión que frustraba mucho a Roth. “Noviembre era siempre el peor mes para mí porque ya no había cintas de terror después de octubre. Y cuando sucedió Grindhouse dijeron que querían hacer estos trailers falsos en medio de las dos cintas de Quentin y Robert. Entonces lo hicimos, sin dinero en dos días”, dijo.
“Tomé las sobras de lo que quedó después de grabar Hostal y realizar ese inapropiado y desagradable corto que era como una sátira de las cintas ochenteras”, continuó rememorando el oriundo de Massachusetts.
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“He visto muchas películas de horror y creo que siempre he querido ver alguna cosa de las que hago en una cinta. Parte de la diversión en este filme es que la festividad se ha convertido en algo perverso, antes era una celebración que representaba unión y el poder estar agradecido con lo que tienes así como la familia”, siguió.
“Pero las ventas comenzaron a ser algo importante y el capitalismo tomó un lugar tremendo donde hay gente que se golpea con tal de conseguir una televisión. Tomamos la idea de lo que sería una cinta muy jodida a partir de todo lo peor que podría suceder, lo más pervertido y enfermizo. Y sinceramente, cuando tengo esa sensación horrible al verla sé que es una muerte efectiva”, detalló el director en una abarrotada sala de cine del centro de la CDMX.
Y aunque Grindhouse (2007) no fue un éxito en la taquilla, sí representó una forma memorable de crear ideas falsas de cintas como Machete, que también fue llevada a un largometraje:
“Todos me preguntaban cuándo haría el largometraje y fue después de mucho tiempo, al ver la fiebre de los Viernes negros y lo que generan en la gente que pensamos en el proyecto como un trailer de una cinta que hubiese sido tan ofensiva y vulgar que todas las copias fueron destruidas y éste sería un reebot ubicado en el presente. Pero en sí, todo comenzó a los 12 años”, afirmó Eli.
Uno de los sellos que maneja perfectamente bien el realizador, guionista y productor, es el gore. Curiosamente, en las formas de morir de sus protagonistas Roth tomó una base bastante irónica. “La iglesia católica es maravillosa para esas torturas”, comentó.
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“Quien más podría inventar una pirámide que se metiera en sus traseros y lo atravesarán por tres días hasta que se desangrara uno por completo o que te colgaran de cabeza para cortarte en dos partes con una sierra de doble filo y ponerte en esa posición para sentir el máximo dolor. Esa fue mi inspiración, el repaso de esa historia tan tétrica como la Inquisición y sus trampas para poner estas muertes tan gráficas”, expuso Eli.
Asimismo, ante el manejo que hace del terror en la mayoría de sus proyectos causando sustos y repulsión en los espectadores, Roth no dudó en hablar de sus miedos y por qué el cine de género funciona tan bien en la audiencia. “Todos los tenemos, a veces son muy profundos pero el mío, honestamente, era que no podía hacer Viernes negro antes de morir. Pero ante el colapso de la sociedad que ahora se junta en grupos para poder matarse entre sí, eso es de verdad horroroso”, destacó.
“El mundo es un lugar aterrador y la ruina de la humanidad también y hay gente que quiere que sientas eso. Las películas tratan de hacer catarsis ante estas situaciones y México junto a la cultura latina tiene una relación muy sana con la muerte. Considero que es un tema importante pero en Estados Unidos no se habla de ello más que a través del arte del cine. Ojalá todos fuéramos un poco más respetuosos de ello. También pasa que, cuando envejeces, tus miedos cambian”, agregó.
Roth mencionó que, durante esta larga carrera que comenzó en la industria con su ópera prima, Cabaña Sangrienta (2002), ha aprendido a centrarse más en lo que quiere hacer para crear lo mejor de sus proyectos. “Tengo que recordarme a mí mismo la suerte que he tenido con todos los que me han apoyado desde ese primer largometraje”, dijo.
“La experiencia me ha ayudado a tratar de enfocarme en una sola cosa, antes quería hacerlo todo aunque no necesariamente me hacía feliz. Asumo que hay muchos artistas aspirantes a hacer algo y mi consejo para ellos es el mismo que Quentin me dijo una vez: nunca dejes que tu proyecto a se convierta en el b. Si bien siempre hay muchos retos, si puedes expresarte y entrar en esa zona creativa determinada puedes hacer algo feliz”, añadió.
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Retomando ese lazo con Tarantino, Eli fue muy honesto al respecto de la relación que tiene con el ganador del Oscar y director de Tiempos violentos. “Es un gran amigo, un mentor y alguien que siempre me apoya. La forma en que te toca su cine, sientes que es una experiencia personal que transmite mágicamente él. Es muy generoso porque es el mejor. No hay nadie como él y siempre busca que tú mejores”, aseveró el director.
“Recuerdo que cuando vio mi primera cinta hace mucho y después leyó el guión de Hostal me hizo escribir una versión mejor de la cinta y en la edición me aconsejó también. Con Bastardos sin gloria, con mi pasado judío sabía que podía darle un punto de vista auténtico a su filme o si algo no sonaba de cierta forma, podría ayudarlo. Tenemos una gran confianza, nos escuchamos y simplemente es una gran persona”, apuntó.
Existe un patrón muy curioso en las cintas más personales de Roth y ese es el uso de los típicos adolescentes. “Los jóvenes son los mejores protagonistas en las cintas de terror porque siempre uno de ellos hace algo muy estúpido”, expresó.
“De repente el grupo tiene que descifrar que van a hacer con lo que están enfrentando y suceden cambios de personalidad interesantes cuando pones a esos personajes en crisis. Es ahí que muestran quiénes son en verdad. A mí me interesa ver qué cambia de generación en generación en ese sentido por lo que, cuando escribo un guion, trato de mantener fiel la esencia de cómo se expresan”, confesó.
“Escucho sus frases y comportamientos para darle forma a esos diálogos juveniles siempre tratando de lograr la mejor escena y ver que se sienta real. Me gusta mucho ver cómo entienden el mundo, la forma en cómo lo perciben y cómo mi generación lo jodió todo y ellos tratan de mejorarlo. Podría tener un proceso de alguien flojo y no tomarme tiempo para mejorar o ahondar en esos detalles pero no funcionaria porque sonaría muy estúpido, como si un tipo de cuarenta y tantos se comportara como adolescente”, añadió Roth.
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Otro detalle del también guionista es el sentido del humor negro o absurdo que se ve en Viernes negro y otras de sus obras: “Siempre pienso que hago una cinta de terror pero también soy como un niño de 15 años con un sentido del humor inapropiado que no puedo controlar. Quiero que las cintas se sientan reales pero creo que uno siente cuando te desvías demasiado del objetivo”, dijo Eli.
“Hay veces que sabes cuando haces algo bien y no. Las ideas vienen, las hacemos aunque suenen muy jodidas. Pero siempre quiero que la gente se pregunte qué sucederá de nuevo y si das mucho humor es un lío. Me da miedo que alguien esté aburrido en mi cinta y lo demuestre pero tampoco debes darle a un personaje muchos chistes”, expresó.
Son ya dos décadas donde Roth ha mostrado y jugado con las grandes influencias de los maestros del terror que forjaron el camino en los 80. Pero ¿cómo ve Eli su propio cine en retrospectiva? Esto nos dijo: “Es interesante pues, como director, eres la persona menos objetiva del mundo para hablar de ello. Con Viernes negro tuve la primera oportunidad de ver hacia atrás mi propia obra y ha sido algo muy divertido”, destacó.
“Ahora me percato de ciertos errores que cometí y me vuelven loco pero lo bonito de ello es que me puse a pensar cómo en Cabaña Sangrienta a mis 22 años escribí acerca de los momentos que viví en el colegio o a mis 32 con El lado oscuro del deseo hablaba de mis miedos de casarme y llegar a los 40”, siguió.
“Ves entonces en una balanza todo lo bueno y lo malo de esos proyectos y puedo decir que me alegra que existan pero sobre todo que muchos años después, la gente siga encontrándose con ellas para espantarse o vivir una experiencia memorable de horror con sus amigos”, manifestó.
Finalmente, el director no ocultó saber bastante del cine iberoamericano de terror, mostrando felicidad ante la respuesta de sus fans. “Amo el cine mexicano y cintas como Veneno para las hadas así como el trabajo del español Francisco Hernández Serrador. Es un honor estar aquí después de venir a presentar Hostal tantos años donde celebré que conseguimos una clasificación D. Creo que esta será solo C pero me alegra estar aquí con toda la audiencia mexicana y su manera de responder a este tipo de películas”, concluyó agradecido.
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