Escenario

Leticia Huijara: “Dentro de este entorno complicado del cine mexicano hemos decidido recuperar la unión de la comunidad”

ENTREVISTA. La presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas nos habla del momento del séptimo arte nacional y los Premios Ariel que se entregan este martes

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La actriz está por cumplir un año en su gestión como presidenta de la AMACC.

La actriz está por cumplir un año en su gestión como presidenta de la AMACC.

ESPECIAL

El 18 de noviembre del 2021, la actriz Leticia Huijara tomó posesión como presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC). Los tiempos pandémicos obligaron a que casi dos meses antes un filme prodigioso como Sin señas particulares viera su gloria de los Premios del Ariel en pantalla sin poder estar presencial en una ceremonia como se hace tradicionalmente.

Este martes se realiza la entrega número 64 de los máximos galardones del cine mexicano, con el regreso a la presencialidad en una ceremonia que se realizará en el Antiguo Colegio de San Ildefonso un lugar nuevo para los premios. Pero sobre todo llegan con una Academia que da un mensaje de unión ante la adversidad no sólo por los problemas sanitarios globales sino por el desinterés de las autoridades gubernamentales por apoyar al cine nacional.

Este esfuerzo que es una constante de las administraciones de los últimos años y en la que Leticia ha prometido mantener luchas en pie como la de construir una nueva ley de cinematografía: “No hay manera de que eso no suceda. La Academia requiere de un trabajo de continuidad. Como no somos políticos sino artistas y nuestros puestos son honorarios, no hay borrón y cuenta nueva. Tenemos un plan de trabajo y nada de lo inició durante la presidencia de Mónica Lozano se va a soltar”, dijo la actriz el día de su mandato.

UN POCO DE SU HISTORIA

Leticia Huijara estudió la carrera de Literatura dramática y teatro en la UNAM. Ha actuado en innumerables películas entre las que destacan La ley de Herodes, Lola, Sexo por compasión, Ciudades Oscuras, Cilantro y Perejil, Dos crímenes, La cebra, Ella es Ramona, Gringo, Días de invierno y Por si no te vuelvo a ver, película por la que obtuvo el Ariel como mejor actriz protagónica. Ha sido nominada en dos ocasiones más al Ariel al igual que a las diosas de plata. Fue reconocida como mejor actriz en el Shorts, festival de cortometrajes y nominada como mejor actriz en el 1 ° Concorso Internazionale del medio e Cortometraggio por la película Las ovejas pueden pastar seguras.

Como actriz de teatro ha destacado en montajes como Cuando había granadas en noviembre, Los delitos insignificantes, De la Calle, Venecia, Sueños y Baño de Damas, entre muchas otras. Por esta última obtuvo el reconocimiento de la Asociación de críticos y periodistas de Teatro.

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En televisión ha participado en múltiples telenovelas y series entre las que destacan Sense Eight, Tijuana, El César, Jugar con fuego y la teleserie el Octavo mandamientoen donde encarnó a una periodista que pierde la memoria durante los ataques terroristas de 11 de septiembre en Nueva York.

Por la comedia Los Sánchez le fue otorgado el premio como mejor actriz protagónica del Círculo Nacional de Periodistas.

De manera paralela ha desarrollado su labor como escritora. El cuento de su autoría Adiós al paraíso aparece en la antología el edén oscuro editado por editorial planeta. En el año 2014 gana el Premio nacional de dramaturgia Víctor Hugo Rascón Banda. En el año 2010 ganó el primer lugar del sexto concurso de guiones de largometraje Matilde Landeta. Dos de sus guiones de largometraje han sido seleccionados por el IMCINE para apoyar su reescritura.

Como parte de su labor como creadora escénica ha escrito, dirigido y producido varias puestas en escena entre las que destacan Ocho historias de cantina, Baño de damas, Los delitos insignificantes, Juntos y felices y Poses para dormir.

A propósito de la entrega de los Premios Ariel, Crónica Escenario conversó con ella sobre el momento del cine mexicano:

¿Con qué clima de tensiones y celebración recibes tus primeros premios Ariel?

Percibo los premios desde lo que les estamos planteando que es una manera muy positiva sin dejar de pensar que, efectivamente, el entorno es difícil. Dentro de este entorno complicado hemos decidido salir adelante, hemos decidido retomar y recuperar todo lo que significa el reconocimiento para la unión de la comunidad.

El Ariel es algo que la gente de nuestro cine desea y que quien ya lo tuvo se siente privilegiado y orgulloso. Al final es un espacio de generosidad, porque aunque al final siempre hay quejas de ‘por qué este no’ y ‘por qué este sí’, al final es un reconocimiento que nos damos entre nosotros, en ese sentido yo aprecio todo porque es un espacio en el que miramos el trabajo de los demás de una manera distinta, con ánimo de premiarlo y eso crea comunidad, y generar comunidad es algo importante de lo que le corresponde a la Academia

La actriz compartió su sentir por las complicaciones del cine nacional.

La actriz compartió su sentir por las complicaciones del cine nacional.

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Quiero retomar lo que sucedió el año pasado, ¿cómo es que te llega el cambio de estafeta de la AMACC? ¿Con qué objetivos?

Venía participando activamente en el comité coordinador, estuve participando de una manera muy puntual y cuando llegó el momento de plantear una candidatura, se me acercaron muchos compañeros a preguntarme si no me gustaría tomarlo. La verdad es que en un principio dije que no, de hecho dije que no varias veces, porque el tema de tener una responsabilidad de ese tamaño siempre hay que sopesarlo muchísimo. Después de muchas pláticas y promesas de compañeros que me dijeron ‘yo te apoyo desde acá’ y ‘yo te apoyo desde este lado’, ‘yo te explico cuando necesites tal cosa’, lo vine a platicar con mi familia y decidimos que era el momento

En esas cosas, de pronto estás en un lugar y en un momento en el que eso es lo que te toca. Yo decía en principio que no, porque me decía que tenía un montón de cosas qué hacer, ‘¿qué voy a hacer ahí?’, me decía. Y ante la insistencia de los compañeros llegué a la conclusión de que es el lugar y el momento. Tengo que tener valor y eso de lo que hablábamos, otra vez generosidad. Es pensar que voy a dar dos años de mi vida y experiencia, de mi conocimiento y mi trabajo arduo, para una comunidad a la que me gusta pertenecer.

Cuando ya asimilaste el nuevo puesto,¿Cómo ha sido estar del otro lado, del generar alianzas, de estar en contacto con la Secretaría de Cultura e Imcine? ¿Qué tantas facilidades y obstáculos te has encontrado en el camino?

Es muy complicado. Por un lado porque requiere de muchísimo tiempo. Sales de una reunión y de esa tienes que convocar a otras cuatro y de esas cuatro se derivan otras ocho. Es todo un entramado, digamos político, en el que tienes que cuidar todo. Es muy chistoso, fíjate, porque yo me precio de ser una persona muy franca y he tenido que estar jalándome a mí misma las riendas para, muchas veces, no decir lo que pienso en el momento. Esa parte es muy complicada pero al final es un entrenamiento actoral (risas).

La parte administrativa es la que más batalla me da. Estar revisando presupuestos, el estar viendo cuánto se pagó en un año y cuánto se pagó en el otro, hay que estar muy a las vivas justo con eso. Porque si estás hablando y les dices, ‘oigan necesito que me hagan un presupuesto’ y si ellos te piden cierto número, tienes que tener el número en la cabeza para decir ‘no es cierto, nosotros nunca hemos pagado eso’ o ‘sí es cierto’. Esa parte es la que de pronto me da un poco de flojera pero se debe hacer.

Y estoy cansada, la verdad es que sí lo estoy porque es un trabajo de muchas, muchas, muchas horas. Esa es la parte complicada porque yo soy una persona a la que le gusta disfrutar de su tiempo libre y no tengo tiempo libre desde que asumí el encargo. Esa es la parte que me duele un poquito, porque ahora leo rápido, veo películas rápido y no le doy espacio a lo que me gusta como merece.

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¿Este año qué podemos esperar de la ceremonia?, sé que a la prensa le dolió mucho ver a una película como Sin señas particulares que no recibiera presencialmente sus premios, ahora, ¿cuáles son las expectativas en ese sentido?

La promesa que hemos hecho y que tenemos que cumplir es la ceremonia presencial. Comparto con todos la tristeza de lo que sucedió con la ceremonia del año pasado. Creo que desde que recibes la noticia de la nominación, tu cabeza empieza a estar en ese lugar en el que te vas a vestir bonito y vas a recibir el aplauso de tus compañeros, y vas a ser abrazado por ellos. Es un momento sumamente efímero pero también sumamente significativo para todo el medio. Comparto que es muy triste que eso no suceda y esta vez ocurrirá seguro.

En referencia a lo ocurrido el año pasado, la pandemia sigue arrastrando su sombra para este año. ¿De qué manera se aprecia ese lado, pensando en los posibles obstáculos?

Es un tema que seguimos teniendo en mente y que pensamos todo el tiempo, por ejemplo si ocurriera que la situación sanitaria se vuelva a salir de control. Pero creo que, al día de hoy, ya sabemos como cuidarnos. Los dos años anteriores no teníamos idea de cómo podíamos reaccionar y no estábamos vacunados, ahora lo estamos y sabemos que si usamos cubrebocas y no nos besamos, podemos prevenir contagios.

Habría que ser así, los Premios Platinos del año pasado todavía se hicieron con un aforo reducido, pero lo hicieron. Ahí la pérdida es que no invitas a un montón de gente. Ahora estamos viendo la manera en que sea bueno para todos.

En la presentación de los nominados se hizo más notable el tema de la presencia de las mujeres, si bien hay un crecimiento, ¿te parece que ya están los números equitativos?

Ahora estamos muy preocupados en generar un protocolo en casos de abuso, de violencia y acoso, creemos que ese es un espacio en el que podemos colaborar entre todas las instituciones. Cómo Academia somos un ente que recibe de una manera natural a hombres y mujeres. Tengo que hacer cuentas, pero estoy casi segura que en la asamblea si no somos totalmente paritarios, en una de esas hasta somos más mujeres.

Lo que hacemos es plantear la necesidad de mirar el cine de mujeres. Justamente este año hicimos dos conversatorios, uno de ellos que se derivó de un ciclo de películas, además hicimos un conversatorio en el que estuvo Jimena Montemayor y Alejandra Sánchez Abella, que yo moderé; vino Alma Delia Murillo como invitada de otra área también a platicar sobre el tema y tuvimos un intercambio de ideas con el público.

Hacemos esas cosas, después hicimos un foro en el Festival de Guadalajara que ya también es tradicional que la AMACC colabore con un tema académico. Ese foro se llamó Mujeres en la Industria Cinematográfica Mexicana, es decir, lo que nosotros hacemos es mantener la conversación sobre la mesa todo el tiempo. Que nosotros podamos decirle a las escuelas que metan a más mujeres, eso no podemos; que podamos decirle lo mismo a los productores, eso tampoco podemos, pero sí podemos conversar y reflexionar, hacemos diagnósticos, ponemos los números en la cara de la gente, eso hicimos en la presentación de los nominados. Eso es lo que hacemos, porque nos corresponde pero también porque nos ocupa… yo soy mujer.

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Vimos en el festival de cine de Guanajuato la denuncia de Vanessa Bauche, ¿cómo es el cuidado entre ustedes ante este tipo de situaciones? ¿cómo denunciar, proteger o acercarse a las audiencias para visibilizar?

No es nada sencillo. Debemos partir de la sororidad, de la solidaridad, de entender que estamos pasando por un momento verdaderamente difícil en ese sentido y nada, tenemos que escucharnos y defendernos, apoyarnos y acompañarnos.

¿Cómo se percibe al cine mexicano en este momento?, hemos visto por años subidas y bajadas, pero ahora como se siente, ¿vamos en ascenso o descenso?

Lo que ha sucedido en los festivales es que se han establecido tanto en el ánimo de la gente que hace cine como de la gente en general. Festivales como Morelia, Guadalajara, Guanajuato, Los Cabos o Monterrey son ya referencia en muchos sentidos, ahora, hay que decirlo, todos están pasando por problemas económicos. Esa es la mala noticia. La buena es que ya tienen un prestigio y reputación tan bien asentado que incluso la gente hace esfuerzos por ir. Si uno va a un festival de esos uno se podrá dar cuenta que las condiciones no son las mismas que hace cinco años, recuerdo hace tres años que fui a Guanajuato y no había hoteles sino casas para hospedar a los del festival. Las situaciones van cambiando pero el prestigio sigue. Los cineastas dicen que como sea pero sí las presentan. Así pasa en general para el cine mexicano. Es triste pero es un acto de resistencia.

Finalmente, ¿qué se viene durante tu gestión después de los Premios Ariel?

Con relación a la Academia estamos curando el ciclo de películas con el que queremos retomar que se llama Voces y temas del cine mexicano. Y en relación a mí, tengo dos películas por filmar una este año y otra a principios del año que entra. Y pues ya porque los domingos tejo chambritas y los sábados en la noche preparo los tuppers para la semana.

De las películas van para plataformas y al final es un proyecto muy interesante de cuatro películas, las cuatro giran sobre los mismos personajes y tienen que ver con fechas importantes para la vida de los mexicanos, la Navidad, el 10 de mayo, el Día de Muertos y San Valentín.