Escenario

Montserrat Marañón: “‘Tótem’ nos invita a reconocernos y distinguirnos como familia”

ENTREVISTA. La actriz nos cuenta de su trabajo en el filme de Lila Avilés que representa a México en los Premios Oscar y de su personaje en Todo el silencio del debutante Diego del Río

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La actriz Montserrat Marañón en 'Tótem'.

La actriz Montserrat Marañón en 'Tótem'.

CORTESIA

Actriz mexicana que ha incursionado en el teatro, la televisión y hasta el cabaret, Montserrat Marañón ha demostrado tener un gran rango para interpretar diversos papeles en su carrera. Ese camino llevó a la talentosa artista hacia el escenario de la 21° edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), donde presentó dos proyectos, el drama familiar Tótem de Lila Avilés que arrasó con tres premios en el certamen, así como un pequeño pero clave papel en Todo el silencio del debutante Diego del Río. Crónica Escenario charló con ella al respecto de estas dos cintas por demás interesantes.

“Siempre he estado relacionada con la comunidad sorda pues durante muchos años trabajé en Seña y Verbo, una compañía teatral de personas sordas que fundó Alberto Lomnitz. Entonces no me es ajeno ni el problema ni la segregación que sufre la comunidad”, expresó Marañón acerca de su rol en Todo el silencio. “Afortunadamente, he tenido la oportunidad de aprender lenguaje de señas y fue muy importante traer el conocimiento que traía para interpretar a ‘La Tusa’”.

“Mi personaje funciona como un enlace entre dos mundos pues sabe lo que pasa en ambos y de alguna manera crea un vínculo entre ellos que es muy amoroso, algo a lo que creo aspiramos todos a ser en algún momento. Además, me parece un tema con poca visibilidad y algo que me gusta de la cinta es que eventualmente se puede hablar de la sordera pero las personas sordas no pueden ver la película bien por los encuadres, las señas o la luz no les permite apreciar y seguir el hilo de una historia. Afortunadamente, esta cinta es bilingüe pues la pueden disfrutar tanto la comunidad sorda como los oyentes”, añadió la actriz.

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La labor de Montserrat en la ópera prima de Diego del Río fue más allá de su pequeño papel y el conocimiento de la comunidad sorda. “Lo que sucede con un guión y la glosa gramatical de un texto es diferente a la lengua de señas. Había que hacer una traducción a ésta y ahí recibió mi apoyo junto a los amigos de Seña y Verbo para hacerlo todo de manera muy fiel y precisa. Fue un proceso muy bonito que pude hacer al lado de ellos para captar de buena forma la intención del texto de Diego”, señaló.

Asimismo, la talentosa actriz habló de la labor de sus compañeras, Adriana Llabrés, quien se llevó el premio a la Mejor Actriz por su papel en este filme, y su compañera, la veterana Ludwika Paleta. “Es un personaje complejo y doloroso, que además tiene un respaldo muy importante en Ludwika que hace una labor también espectacular. Verla hacer el rol de una persona sorda oralizada me impactó mucho pues creo que es algo de lo más complicado que puedes hacer en este mundo y ella lo hizo de maravilla”, manifestó.

Por otra parte está la elegida para representar a México en la carrera por el Oscar, Tótem, segundo largometraje de Lila Avilés, donde interpreta un papel dramático en cines en medio de un alegre caos familiar. “Hice mi audición, como cualquier hija de vecino, y quedé en el proyecto. La manera de trabajar de Lila es tan íntima, sencilla y de corazón que no tiene ningún artificio de por medio. Ella es muy transparente al decirte qué es lo que quiere y en su cine se aprecia justamente eso. Con ella se generó una gran complicidad”, reflexionó Marañón.

La actriz Montserrat Marañón.

La actriz Montserrat Marañón.

CORTESIA

“Justamente lo que me llama la atención de un proyecto es la posibilidad de ir cambiando y poder entender los diferentes formatos y formas de trabajar de cada uno de los directores y sus diversas escalas. Nunca había trabajado de esa manera antes y no había hecho una película de este tipo, así que llegue abierta para aprender todo de Lila Avilés y cuando conoces a una directora que se abre de pecho contigo, se crea una complicidad genuina que lleva todo por un camino más sencillo de realizarse”, agregó.

En Tótem, Montserrat interpreta a Nuri, una de las hermanas que rodea el universo de la pequeña protagonista dentro de esta celebración de vida ante la mirada de inocencia de la niña. “Ella es alguien que quiere estar y no a la vez. Acompaña a todos desde su particular manera pues hay algo dentro de ella que no se siente bien. Lo que me llevo de este personaje es cómo uno, ya sea que la esté pasando bien o mal, tiene que seguir adelante. Muestra una resiliencia donde tiene que hacer lo necesario para continuar y creo que captura cómo es la cotidianidad. Así andamos por la vida, a veces no nos sentimos tan bien pero hay que levantarnos y darle para adelante. Lo maravilloso de esta cinta es que lo retrata desde un lugar muy íntimo”.

Si bien en Tótem existe esa mirada adulta de la vida, la muerte y el caos en medio de ello, son las niñas, Naíma Sentíes y Saori Gurza, quienes ofrecen esa mirada infantil conforme a la cotidianidad reflejada. “Trabajar con ellas fue increíble, pues son unas chavitas súper pilas e inteligentes además de ser tremendas actrices. Siempre tenían una claridad y ganas que hasta lloraban porque querían seguir a veces en el set pues para ellas era como jugar y de eso se trató todo. Creo que nos divertimos tanto todos al poder bajar al nivel de ellas para crear esos vínculos necesarios. Recuerdo que, en mi caso, llevaba algunos juegos, les contaba cuentos y cada vez que podía aprovechaba los momentos para que, entrando al set, ya tuviéramos construido el lazo entre ambas”.

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Dentro de ese ambiente de alegría y juegos, hubo un reto que le costó trabajo a Marañón llevar a cabo: hablar con la letra efe. “Esa secuencia es una genialidad pues los adultos se tienen que poner de acuerdo con un tema comprometedor para todos y el hacerlo de esa manera disolvió la tensión hasta llevar ese gran problema a otro lado. Y de la mano de Lila fue grandioso llevar ese juego. Aunque yo soy muy mala con eso y tuve que estudiar el cómo hacerlo para no regarla”, confesó alegremente la actriz.

Viniendo de esa raíz cómica, la disyuntiva eterna de saber qué es más complicado de hacer, si la comedia o el drama se presenta ante Montserrat, quien meditó: “Siempre he creído que la comedia está muy menospreciada pues como es un género que nos hace reír, parece fácil de hacer. Tengo una teoría al respecto y creo que se da porque la gente cree que cuando algo cuesta trabajo y se logra con el sudor de su frente, como dice la frase, creen que ese sudor es sufrir. Pero eso también se da cuando haces comedia, pues de igual forma cuesta mucho trabajo, hay que apretar otros botones. Con la comedia todo parece estar muy bien pero por debajo hay un ejercicio muy fuerte y poderoso. Siempre pensaré que es mucho más difícil provocar una risa”.

“Estas películas te confrontan desde otro lugar, con Tótem bajamos la intensidad para lograr que solamente mi mirada fuera el espejo de todo lo que pasaba dentro de mí. Y aunque eso también es muy complicado, creo que ambos lugares permiten a uno trabajar y mover esta maquinaria en función de quien me lo pida”, añadió la actriz.

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Finalmente, aunque la cinta se centra en la mirada infantil, ofrece a la par un interesante tema de conversación acerca de los puentes que tenemos que tender con ellos para nunca olvidar lo que alguna vez fuimos: niños. “Creo que cuando nos volvemos tan adultos se nos olvida que fuimos niños y que el juego es la base de todo, que para hacer nuestro trabajo hay que ser creativo y no dejar de jugar. Tótem nos invita a reconocernos en ese lugar así como a distinguirnos como familia. Es una especie de invitación para voltear a vernos y observar en dónde estamos”, concluyó.