Escenario

‘Transformers: El despertar de las Bestias’: Nostalgia máxima

CORTE Y QUEDA. Los fans de la franquicia creada por la compañía juguetera Hasbro en los ochenta, se deleitarán con una historia que es consecuente con la historia que nos dieron en Bumblebee

Transformers: El último caballero
Fotograma de ‘Transformers: El despertar de las Bestias’. Fotograma de ‘Transformers: El despertar de las Bestias’. (CORTESIA)

Cinco años después del estreno del spin-off/reboot Bumblebee (Travis Knight, Estados Unidos, 2018), se lanza una nueva película de la franquicia Transformers, la cual no solo continúa con la narración iniciada por su predecesora, sino que además aprovecha las lecciones aprendidas con ella y las aplica eficazmente en esta nueva entrega.

Situada ahora en 1994, la trama de Transformers: El despertar de las bestias (Transformers: Rise of the beasts, Steven Caple Jr., Estados Unidos, 2023) recae ahora en dos personajes humanos. Por un lado, se halla el ex militar y experto en electrónica Noah Diaz (Anthony Ramos), quien vive en la cosmopolita Nueva York y ahora se encuentra desempleado. Y no le está resultando fácil encontrar un trabajo estable, y menos aún por su condición de latino.

Noah necesita ganar dinero no solo para apoyar a su familia, sino porque su hermano menor Chris (Dean Scott Vazquez) padece de una enfermedad crónica y necesita costosa atención médica. Ello orilla a Diaz a aceptar el ofrecimiento de su amigo Reek (Tobe Nwigwe) de robarse un auto deportivo para venderlo. Solo que el auto elegido por Reek resulta ser en realidad el Autobot conocido como Mirage.

Por otro lado, se encuentra Elena Wallace (Dominique Fishback), pasante en un afamado museo neoyorquino y arqueóloga experta quien es explotada y abusada laboralmente por su jefa, la cual usa sus conocimientos para hacer caravana con sombrero ajeno, sin darle su merecido crédito. Pero ello está por cambiar cuando llega a sus manos una peculiar pieza, donde se oculta un objeto ancestral de procedencia alienígena: la llave Transwarp.

La aparición de dicho objeto pondrá a Elena y a Noah enmedio de una batalla entre dos antagonistas: los Autobots, quienes ven en ella una herramienta que les puede posibilitar volver a su natal planeta Cybertron; y los Terrorcons, sirvientes de una entidad cibernética conocida como Unicron, la cual necesita el artefacto para fines más siniestros.

A esta batalla se suma una tercera facción: los Maximals, quienes enfrentaron a dicha entidad y sus secuaces tiempo atrás, y decidieron ocultar la llave en la tierra, para ponerla fuera de su alcance. Al darse cuenta que el destino de la humanidad está en juego, los dos humanos se suman a la lucha de los robots gigantes, y entre las tres especies deciden hacer un frente común y frustrar así los planes de los formidables villanos.

En reglas generales, Transformers: El despertar de las bestias ofrece lo que cualquier otro producto propio de la temporada veraniega de blockbusters, es decir; acción y aventura a raudales. La primera de forma desbordada y continua al estilo de las entregas anteriores, aunque a diferencia de los filmes previos de la saga dirigidos por Michael Bay, dichas secuencias son más logradas, legibles, coherentes, y muy emocionantes.

En cuanto a la aventura -además de los esperados enfrentamientos entre las distintas facciones Transformers- se inserta una búsqueda la cual lleva a los protagonistas a explorar lugares antiguos y exóticos al estilo de la saga Indiana Jones. La competente dirección de Caple Jr. (The Land, Creed II), compagina adecuadamente estas premisas desarrolladas por el argumento escrito por Darnell Metayer y Josh Peters, y crea un deslumbrante y atractivo entretenimiento apto para todo público.

Además, la cinta se mueve entre dos tipos de nostalgias, una general y otra más específica. La primera emana propiamente de la época en que transcurre la historia, y se halla presente en las ropas, la música y otros elementos de cultura pop presentes aquí, los cuales harán a más de un espectador rememorar esos tiempos con añoranza.

El otro tipo de nostalgia está más vinculado con los fans de la serie (y de los juguetes que le dieron origen), a quienes se les ofrece un producto a su medida. Y en esta ocasión, hay un especial énfasis en aquellos aficionados los cuales crecieron -y guardan un buen recuerdo- de Guerra de Bestias: Transformers (Beast Wars: Transformers), la serie animada de los noventa y una de las primeras creadas en formato 3D para la televisión. Los seguidores de esta serie (y de Beast Machines: Transformers, su secuela), estarán fascinados con la inclusión de personajes como Optimus Primal, Rhinox, Cheetor y Airazor, por mencionar algunos.

Del mismo modo, los fans de la franquicia creada por la compañía juguetera Hasbro en los ochenta, se deleitarán con diversos easter eggs diseminados en el largometraje, así como con la presencia de otros personajes que aluden a diversas facetas de dicha franquicia, como ocurre por ejemplo con el villano en turno, formidable ser presente en otras películas y series animadas de Transformers.

Pero la cosa no se detiene allí: en una de las escenas finales del filme se anuncia la próxima fusión de esta saga con otra de sus exitosas franquicias (algo que ya se había barajado de forma velada en Bumblebee), por lo que la llegada de un HasbroVerse al panorama cinematográfico parece inminente. Y dada la buena recepción obtenida por la producción en la taquilla, todo indica que tendremos más Transformers (y Hasbro) para rato.

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