El COVID-19 y la pandemia deberían tener una mayor presencia en el cine. Es uno de los temas con los que más personas pueden identificarse, además de que tiene bastante potencial narrativo. Se puede utilizar para explorar muchos aspectos, no solo los del aislamiento y el miedo, sino también los demonios y problemas internos de los personajes.

“Oxidado” es una coproducción México-Canadá que cuenta la historia de Mario, un padre de familia que sufre una serie de contratiempos durante la pandemia del coronavirus.
Sinceramente, creo que es un gran reto poder realizar una cinta relacionada con esta temática, porque puede salir muy bien o muy mal, dependiendo de qué aspectos elijan y cómo abordan la narrativa. Un ejemplo es “Eddington”, del director Ari Aster: no se va a lo convencional, mantiene los aspectos importantes y más identificables de la pandemia para así contar una crítica de la sociedad. Algo similar ocurre en “Oxidado”: abordan el tema de la pandemia para contarnos una especie de crítica al propio medio audiovisual y a la avaricia humana.
El filme, a nivel de fotografía, es interesante; predominan los planos cerrados. Es una elección acertada en cierto aspecto, ya que provoca una sensación de cautiverio. Sin embargo, me hubiera gustado ver planos con propuestas visuales más arriesgadas.
Es una película personal que se sostiene mucho en las actuaciones que nos brindan los actores; aportan emociones a una historia que, aunque no rompe barreras, logra ser honesta.