Llega a la gran pantalla la segunda entrega y épica conclusión de Wicked, mostrando todo un espectáculo cinematográfico fantástico-musical que habla sobre la amistad y el valor de ser y defender quién es uno realmente.

Esta secuela adapta el segundo acto del musical de 2003 de Stephen Schwartz y Winnie Holzman, basado libremente en la novela de Gregory Maguire de 1995, a su vez una reinterpretación de El maravilloso mago de Oz de L. Frank Baum y su adaptación cinematográfica de 1939. Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey, Ethan Slater, Marissa Bode, Michelle Yeoh y Jeff Goldblum repiten sus papeles de la primera entrega. Ambientada en Oz antes y después de la llegada de Dorothy Gale desde Kansas, la trama sigue la amistad de Elphaba y Glinda, puesta a prueba al aceptar sus nuevas identidades como la Bruja Mala del Oeste y Glinda la Buena, y cómo las consecuencias de sus acciones cambiarán Oz para siempre.

Un detalle criticable para muchos cinéfilos, que no deja de ser curioso, es ese salto temporal entre una película y otra. Es algo muy socorrido en obras de teatro entre un acto y otro (no solo en Wicked), y pudo ser modificado para la adaptación cinematográfica; sin embargo, en este sentido el director Jon M. Chu optó por seguir fielmente la narrativa teatral. Aunque siempre es más difícil adaptar una obra de teatro al cine que un cómic o un libro.
Así pues, años después de los sucesos de Wicked (2024), Elphaba Thropp (Cynthia Erivo), quien ahora es conocida como la Bruja Mala del Oeste, continúa su lucha por los derechos de los animales y por mostrar a la gente la verdadera cara e intenciones del Mago, todo mientras vive exiliada como fugitiva.

Glinda, mientras tanto, se ha convertido en el glamuroso símbolo de la bondad para todo Oz, viviendo en el palacio de la Ciudad Esmeralda y disfrutando de los privilegios de la fama y la popularidad. Bajo las órdenes de Madame Morrible (Michelle Yeoh), Glinda es enviada a Oz para brindar consuelo y alegría, tranquilizando a las masas y asegurándoles que todo está bien bajo el reinado del Mago.

Mientras la fama de Glinda crece y se prepara para casarse con el príncipe Fiyero (Jonathan Bailey) en una espectacular boda oziana, la atormenta su separación de su amiga. Intenta mediar para reconciliar a Elphaba con el Mago, pero sus esfuerzos fracasan, lo que solo alarga la distancia aún más. Las consecuencias transformarán para siempre a Boq (Ethan Slater) y a Fiyero, y pondrán en peligro la seguridad de la hermana de Elphaba, Nessarose (Marissa Bode), cuando una joven de Kansas irrumpe en sus vidas.
Mientras una turba enfurecida se alza contra la Bruja Malvada, Glinda y Elphaba deberán unirse por última vez. Con su singular amistad convertida ahora en el eje de su futuro, deberán verse con sinceridad y empatía si quieren cambiar para siempre, tanto a ellas mismas como a todo Oz.

Wicked 2 arranca varios años después de lo visto en su predecesora, pero lo que plantea no deja de ser una secuela directa. De hecho, ese salto temporal ayuda en la narrativa para que algunos personajes ya estén más definidos en su nueva posición y así la historia pueda fluir e ir en todo momento vertiginosamente hacia su épico final.
Otro detalle que vale la pena mencionar es que, así como la trama se centró en Elphaba en la primera entrega, ahora es el turno de Glinda de lucirse y mostrar su personalidad. Sobra decir que la química entre las dos actrices es simplemente genial.

La estética es perfecta: la famosa paleta de colores es manejada de forma magistral, creando una colorida sinfonía de imágenes perfectamente sincronizadas.
Aquí, esa grandiosidad de la que también hacía gala su predecesora se canaliza a través de un ritmo más vivo en el que las imágenes logran una mimetización de escenarios con fondos y personajes.
Además, Chu compone algunas imágenes muy potentes visualmente que nos recuerdan una vez más que estamos ante una película con vocación cinematográfica y que en ningún caso se va a conformar con parecer solo una adaptación de un musical de teatro.
Veremos cómo se tejió la trama que dio origen a los hechos y personajes centrales que conocemos de la película original. Habrá muchas respuestas respecto a ciertos personajes. Sabremos de dónde salió el Hombre de Hojalata y por qué no tiene corazón, la historia del León Cobarde (que, por cierto, es un león real, detalle que me encantó), conoceremos la verdadera maldad de la Bruja Mala del Este (la hermana de Elphaba), además de la identidad del Espantapájaros y muchas sorpresas más.

Completan el reparto Keala Settle, Adam James y Alice Fearn, que repiten sus papeles de la primera película —Miss Coddle y los padres de Glinda, respectivamente, durante la boda de Glinda—. Kerry Ellis, una de las actrices que interpretó a Elphaba en el escenario de Broadway, aparecerá en un cameo que no voy a spoilear. Bethany Weaver interpreta a Dorothy Gale, una chica de granja de Kansas transportada a la Tierra de Oz con su perro Toto. Aunque el personaje tiene un papel más destacado en comparación con el segundo acto original del musical, su rostro no se muestra directamente en la película, aunque se supone que es el de Judy Garland. Otro detalle criticable es que la trama da por sentado la historia y personalidad de Dorothy, sin ahondar mucho en quién es realmente.
Por otro lado, cabe mencionar el excelente (excelentísimo) trabajo de las hermosas actrices y cantantes Danna y Ceci de la Cueva como Elphaba y Glinda respectivamente, tanto como actrices de doblaje como cantantes, recordando que ellas fueron las actrices originales de la obra musical cuando estuvo en nuestro país.

Una película imperdible, llena de música y drama, con un final épico.
Recomendable para los cinéfilos fans de musicales fantásticos impecables. ¡Nos vemos en el cine!
DATO
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