“Aquí el 17 de enero de 1811 la suerte fue adversa al padre de la patria don Miguel Hidalgo y Costilla y al generalísimo don Ignacio Allende.” Así reza una placa conmemorativa que se encuentra ubicada en el histórico Puente Calderón, ubicado en el municipio de Zapotlanejo; su entrada se localiza por lo que se conoce como la carretera libre a Tepatitlán de Morelos.El puente se ubica en una barranca de poca profundidad por donde pasa el Río Verde; fue el sitio elegido por los insurgentes para hacerle frente al Ejército realista, tan solo cuatro meses después de haber comenzado la Independencia por parte de Miguel Hidalgo y Costilla.El puente se compone de tres arcos, siendo el central mayor a los restantes. En la actualidad el histórico lugar, en el que se erigió una estatua del padre de la Patria, sirve para que los visitantes, muchos de ellos de Guadalajara, de Zapotlanejo y otras partes del Estado, puedan admirar el imponente sitio, acompañados de sus familias y amigos.El parque que se ha construido alrededor del puente, permite además de conocer la historia, largas horas de esparcimiento familiar.Asadores, mesas construidas con troncos, un puente colgante, y desde luego el conservado puente, brindan a los asistentes un agradable momento.Quizá pocos de los asistentes puedan conocer a ciencia cierta lo ahí ocurrido, pues queda claro que muchos solo ven la oportunidad de descanso y convivio familiar.SU HISTORIAFue el 17 de enero de 1811, unos meses después de la declaración de Independencia por parte del cura de Dolores, que los insurgentes se parapetaron en los alrededores del Puente Calderón. La idea militar era asestar un duro golpe contra los realistas que eran encabezados por el comandante Callejas.Por una parte estaban los cerca de cinco mil realistas que se parapetaron en el predio conocido como La Joya, y por el otro, una turba de rancheros, mestizos, campesinos, indios que superaban los 70 mil, pero a diferencia de los militares, carecían de capacidad de estrategia, de armas y cañones.Los independentistas situaron en la ladera del río una gran batería de cañones, apoyadas por otras menores en las colinas aledañas. En la retaguardia fueron agrupadas las columnas de infantería de reserva, compuestas por hombres carentes de disciplina, bajo la dirección del padre Hidalgo; la caballería, al mando de Mariano Abasolo, flanqueaba las baterías hacia el extremo derecho; José Antonio Torres “El Amo”, quedó al mando de la batería principal, y con una división, al lado sur del río, se ubicó Miguel Gómez Portugal. El jefe superior de la batalla fue Ignacio Allende.Del lado realista, Félix María Calleja organizó su ejército en tres columnas: al general Manuel Flon, conde de la Cadena —hombre implacable y sanguinario—, le encomendó el ala izquierda con caballería e infantería y cuatro cañones para que atacase el flanco derecho de la gran batería.La mañana de aquel lamentable jueves 17 de enero de 1811, tras la orden de Calleja, el conde de la Cadena marchó con su división a paso firme, batiéndose en cruenta lucha al encontrarse con las tropas de “El Amo” Torres. La batalla se perfilaba en una amplia victoria para el Ejército de Miguel Hidalgo, pero una granada llegó hasta la carreta que guardaba las municiones y esto provocó una explosión de diluyó al inoperante grupo de campesinos, lo que ocasionó una victoria de Callejas. Hidalgo y Costilla fue obligado a retirarse y así los realistas de Callejas ingresaron a Guadalajara al día siguiente y le ordenó al brigadier José de la Cruz reconquistar San Blas, que se encontraba en manos del sacerdote insurgente José María Mercado.De ahí, el Puente Calderón es recordado en los libros de historia, como el sitio donde Miguel Hidalgo sufrió una de sus más grandes derrotas.
cc
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .