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La ciudad de México resplandece con una mezcla vibrante de estilos arquitectónicos que narran la evolución cultural y urbana del país. Desde los monumentos coloniales, como la Catedral Metropolitana, hasta los edificios modernistas y contemporáneos, cada estructura cuenta una historia que se entrelaza con la identidad nacional. Esta rica herencia, que incluye el barroco novohispano, el neoclásico y el Art Decó, convierte a la capital en un museo vivo que ha capturado la atención de expertos y turistas por igual. Sin embargo, la relevancia de este patrimonio no solo reside en su valor estético, sino también en su capacidad de adaptación y diálogo con las necesidades contemporáneas.
En este contexto, la Fundación Monumental, una asociación civil dedicada a la conservación y promoción del patrimonio cultural de México, organizó el Coloquio de Arquitectura Mexicana titulado Intersecciones: Patrimonio Cultural y Arquitectura Actual en México. Este evento, que marca el inicio del Mes de la Hispanidad en Madrid, España, busca poner en valor la arquitectura mexicana en una plataforma internacional. Durante una rueda de prensa celebrada en el Centro Cultural El Rule, se dieron a conocer los detalles de este coloquio, que tendrá lugar los días 1 y 2 de octubre.
El arquitecto Carlos Ruiz de Chávez, presidente de la Fundación Monumental, enfatizó la importancia de difundir el legado arquitectónico mexicano no solo como un símbolo cultural, sino también como un motor económico que fomenta el turismo y la inversión en México. Según Ruiz de Chávez, “el patrimonio cultural se debe ganar su sustento. El Rule, que es el lugar en donde nos encontramos hoy, es un ejemplo vivo de la puesta en valor del patrimonio cultural”. Habló también de la necesidad de intervenir los inmuebles históricos, no solo para preservarlos, sino para darles un nuevo propósito y función que sea relevante en el mundo actual. "No solo se conserva el patrimonio, sino que se entiende el valor del inmueble para poderlo intervenir", agregó Ruiz de Chávez, destacando la importancia de hacer que estos espacios sean accesibles y útiles para las nuevas generaciones.
Uno de los momentos más significativos de la conferencia fue la intervención de Guillermo Eguiarte, director de la Casa Luis Barragán, quien subrayó que "las ciudades son entes vivos". Explicó que las necesidades sociales y culturales cambian con el tiempo, y que las ciudades que no logran adaptarse a esas transformaciones están destinadas a estancarse. "Una ciudad que se queda estática tiende a morir", afirmó Eguiarte, resaltando la importancia de que los arquitectos y las autoridades trabajen en armonía para preservar el patrimonio y, al mismo tiempo, permitir su evolución. En su discurso, también hizo una profunda reflexión sobre el impacto emocional que la arquitectura puede tener en las personas: "La arquitectura no requiere un lenguaje hablado, es un lenguaje empático, uno que todo el mundo llega y lo siente", comentó, añadiendo que los espacios arquitectónicos no solo se perciben con los cinco sentidos, sino con una conexión emocional más profunda.
Por su parte, José Allard, restaurador del Centro Cultural El Rule, habló sobre el complejo proceso de restauración de este emblemático edificio. "El Rule es un edificio en el que cualquiera puede entrar, a nadie se le va a cerrar la puerta. Es un espacio abierto para la comunidad, donde se promueve el diálogo entre el pasado y el presente", afirmó Allard. Describió cómo el proceso de restauración implicó no solo la preservación de los elementos históricos, sino también una reinvención funcional del espacio para cumplir con las necesidades contemporáneas. "El edificio ya tiene una vocación, un alma y un espíritu; vamos a respetar al edificio y ver qué es lo que vamos a hacer", explicó, subrayando que el rescate de un inmueble es tanto un proceso técnico como una intervención que honra la memoria histórica del lugar.
Durante la rueda de prensa también se abordaron otros temas clave, como la necesidad de proteger la arquitectura moderna de México, que a menudo no recibe el mismo nivel de atención que las edificaciones coloniales. Ruiz de Chávez señaló que hay una "depredación casi hormiga" de edificios del siglo XX, lo que pone en peligro una parte importante del patrimonio cultural de la ciudad. Tanto él como Allard coincidieron en que es fundamental crear una conciencia colectiva sobre el valor de estos inmuebles para evitar su demolición y promover su integración con el tejido urbano actual.
Finalmente, se resaltó que la responsabilidad de preservar el patrimonio cultural recae en las próximas generaciones. Ruiz de Chávez hizo un llamado a los jóvenes a ser los principales defensores de la tradición arquitectónica de México: "Son los jóvenes los que tienen que ser los principales artífices de su tradición y su cultura". Hizo énfasis en que el patrimonio no solo debe ser protegido, sino también revalorizado para que siga siendo relevante en la vida contemporánea.
Con el Coloquio de Arquitectura Mexicana en Madrid, México busca reafirmar su lugar en el escenario internacional como un país con una riqueza cultural incomparable. Las ciudades, como mencionó Guillermo Eguiarte, están vivas, y es responsabilidad de todos preservar su memoria mientras se adaptan a las nuevas realidades.
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