
Locatarios y transeúntes del recién remodelado bosque de San Juan de Aragón afirman que a pesar de que las autoridades de la capital prometieron que ese espacio sería una zona segura para la recreación deportiva y familiar, las hectáreas del parque están invadidas por delincuentes y extorsionadores que intimidan a las personas que deciden pasear en las periferias del bosque. Aunque la alcaldía Gustavo A. Madero presumió que instalaría elementos de seguridad para preservar la integridad de los visitantes, el sitio es ideal para llevar a cabo asaltos y robos a cualquier hora del día.
Aunque el Gobierno de la Ciudad de México y las autoridades de la GAM afirmaron que la estrategia de remodelación del proyecto "Nuevo Bosque de San Juan de Aragón" crearía nuevas zonas para que los capitalinos convivieran en un parque con instalaciones modernas y seguras, los locatarios y visitantes de esa zona señalan que no existen operativos que vigilen todas las áreas del bosque, además de que en las entradas es nulo el personal de vigilancia que verifique que las personas no accedan con armas de fuego, lo que da paso a que en los horarios matutino y nocturno los transeúntes sean asaltados y saqueados de sus pertenencias.
Sumado a la creciente inseguridad que se vive dentro y a las afueras del parque, el Bosque de San Juan de Aragón no ha sido rehabilitado en su totalidad. Por medio de las redes sociales, el GCDMX y la alcaldía Gustavo A. Madero presumen fotografías de juegos infantiles y lagos regenerados, pero al presenciar el lugar, el visitante observa que la mayoría de las hectáreas no han sido intervenidas por las obras de recuperación de espacios.
Las zonas abandonadas en las que abundan las estructuras metálicas oxidadas, quioscos destruidos y vegetación sin intención de poda, son lugares en los que, según los comerciantes, habitan más delincuentes que animales, pues diariamente ocurren delitos como acoso sexual, riñas y agresiones.
"Cuando vinieron a rehabilitar nada más fue en la entrada que está enfrente del zoológico, ahí está la 'convivencia' donde los niños pueden pintar y subirse a los juegos, pero más al fondo donde estaba el trenecito es un lugar que nadie visita y está espantoso. Todo ahí está destruido, ni siquiera hay bancos para sentarse porque tienen las varillas salidas y donde era la estación del tren el techo se está cayendo, ese lugar es donde la gente se droga", explicó Manuel, vendedor de fruta en el bosque.
"Hay más delincuentes que animales, que por cierto están muriéndose porque nadie los cuida, pobrecitos. La policía no entra a vigilar, nada más se dan sus rondines por afuera, pero nunca vigilan que alguien entre con pistolas; a veces, los chavos que se meten mucho al bosque, a la parte que está cerca de la Vocacional, pegado a la reja del Metro Deportivo Oceanía, vienen a decirnos que los ayudemos porque unos tipos les quitaron su celular. Los polis después ven quién está allá, pero ya es tarde porque saben cómo actuar", declaró.
"A las chavas las han agarrado adentro del bosque, es que es tan grande que a cada rato tendría que haber operativos, pero nada más le dieron una 'manita' a la fachada y se ve bonito, pero adentro pasan cosas muy feas. Si te agarra la noche y no te da tiempo de salir estás en la oscuridad total, ni siquiera ves tu mano. ¿Cómo entran tantas armas y navajas? Tendrían que poner detector de todo eso porque pueden violar a alguien aquí y nadie se daría cuenta", opinó el comerciante.
A su vez, los organizadores y colaboradores de las nuevas actividades que el Gobierno de la capital implementó en el Bosque de San Juan de Aragón, subrayan que el número de personas que acuden a las caminatas, paseos de mascotas, baile y picnic es muy bajo, ya que los capitalinos temen que dentro de las instalaciones sufran de algún delito.
"Tenemos pintura, danza, paseos de noche y carreras de perritos, pero nadie viene porque el bosque tiene muy mala fama y les da miedo. Todo lo nuevo que pusieron no sirve de nada porque es muy inseguro venir a pasear de noche, por eso casi no tenemos trabajo. El lema que tenemos es ¡Ven a disfrutar de paisajes increíbles! Pero el único paisaje que se ve es el de un bosque todo seco y tipos que te están viendo desde lejos para checar qué te roban", comentó una trabajadora del Bosque de San Juan de Aragón.
"Duele hablar así de este lugar al que podrían sacarle mucho provecho, pero es muy peligroso entrar aquí, los caminos para trotar son muy feos, no hay ni una lamparita y todo alrededor son árboles que en la noche sirven como escondites para que te asalten", expuso.
Asimismo, los visitantes afirman que después de la supuesta remodelación, el bosque no cuenta con el mantenimiento adecuado para su limpieza y conservación, pues el balneario que durante semana santa era el lugar ideal para que los "maderenses", se refrescaran, se encuentra en estado de putrefacción, con aguas turbias e inadaptadas para que las personas naden.
"Las fotos de las albercas en Twitter no son las mismas que ves cuando vienes, el agua está verde, quién sabe cuántas personas se orinaron aquí. Si después de la semana santa se ensució ¿Por qué no lo limpian?", dijo Javier, transeúnte del bosque.
"Hace un mes nos asaltaron en la parte de hasta atrás, en las rejas que están pegadas a la avenida 602, ahí nadie te puede ver, igual en la avenida 510 hay unos tráileres que estacionan, a mi papá lo asaltaron ayer porque bloquean toda la banqueta y nadie hace nada por quitarlos. La inseguridad está fuerte y las promesas para que éste parque sea mejor que Chapultepec fueron un elefante blanco", manifestó.
"Cuando nos asaltaron, la rata tenía pistola y pica hielo, es increíble que en un parque que es para niños haya gente paseándose con armas, puede haber un atentado y hasta ese momento van a poner a la Guardia Nacional, es cuestión de tiempo", concluyó el capitalino.
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