Metrópoli

Ciclovía en la GAM, un gran estacionamiento

Los vecinos que viven sobre Eduardo Molina estacionan sus autos allí, obstruyendo parte de las banquetas. Dicen no tener otra opción; los ciclistas son puestos en riesgo

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Autos se estacionan en la ciclovía a falta de espacio en sus hogares

Autos se estacionan en la ciclovía a falta de espacio en sus hogares

La ciclovía y las banquetas de Av. Ingeniero Eduardo Molina están obstruidas por coches de los vecinos; los dueños de los automóviles aseguran que no tienen otra opción: "Yo no me siento bien de estacionarme así y quitarle banqueta a los peatones, qué más quisiera poder meter el auto a una cochera, pero es lo que hay", expresa Toño.

Los autos que se estacionan en la ciclovía, además de ser un peligro, también comenten una falta: el Reglamento de Tránsito de la CDMX indica que el infractor pagará una multa de hasta 2 mil 688 pesos por estacionarse en la ciclovía.

Toño no ha tenido que pagar ninguna multa, expresa que es una situación difícil de llevar, puesto que ha intentado estacionarse en otro lado, pidiendo permiso a vecinos que si tienen espacio fuera de su hogar y “un día me dejaron mi coche sin espejos y radio, desde ahí prefiero echarle el ojo aquí enfrente”.

Como Toño, una veintena de vecinos usa la ciclovía de estacionamiento. Y si no dejan el auto sobre la ciclovía es porque optan por montarlo en la estrecha banqueta y bloquearla por completo al uso de los peatones.

Alan es ciclista y utiliza esta ciclovía constantemente: "Vengo pedaleando con la seguridad de que voy por la Ciclo y de repente no falta el que se estaciona en el carril, no hay más que salirse y volver a incorporarse, pero en estas avenidas es peligroso; la otra vez estaba el del pan con su carrito vendiendo sobre la ciclovía, me salí del carril y no me fije, por no voltear casi me atropella un coche".

Los transeúntes que circulen por la zona también son afectados, los automóviles que estacionan en la acera obstruyen gran parte del espacio para peatones: “Por más que les diga uno, les vale, tapan toda la banqueta, me tengo que bajar y pero estar al pendiente de que no venga nadie en la ciclovía”, comparte Georgina, vecina de la zona.