Carnavales en Iztacalco detonan contaminación, acoso y delincuencia
Vecinos se quejan de las consecuencias de las festividades, han sido víctimas de asalto, acoso y afectaciones por la pólvora
Seguridad
Carnaval en Iztacalco
Como cada año, se realizan los tradicionales carnavales en los barrios de Iztacalco, la gente recorre las calles con disfraces, entre música y pirotecnia; a pesar que algunos habitantes celebran gozosos estas festividades, hay quienes reclaman por la cantidad de basura que se genera, la contaminación por la pólvora, la gente en estado de ebriedad y delincuencia.
"Empiezan los carnavales y con ello la temporada de gente borracha, orinando en plena vía pública, haciendo desfiguros, siendo un pésimo ejemplo para los niños que llevan a su disque tradición", expresó Dulce, habitante de Iztacalco.
Los carnavales se realizan los fines de semana durante un mes, la gente recorre las calles del barrio mientras bailan y personas de otras colonias se unen a la celebración, cada carnaval dura aproximadamente cinco horas, pero las consecuencias de éste permanecen.
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"Originalmente el significado de los carnavales era que los participantes se disfrazaran para burlarse de los intentos europeos de gobernar México en el siglo XIX, ahora los jovenes solo aprovechan la tradición para monearse en la calle, fumar mota y ponerse hasta las chanclas... ahora nosotros seríamos la burla de los europeos", compartió Don Roberto.
La señora Julia reclama que cada año durante los carnavales, la alcaldía está repleta de basura y olor a orina: "Todavía no te bajas del metro y ya huele a orina, yo barro todos los días la banqueta, cuando son los días de festival, es imposible mantener limpio, la gente se comporta como animales, pierden el sentido de sus acciones, acosan a las señoritas, pareciera que la basura nunca se va a acabar, todos se preocupan por divertirse, pero nadie hace por limpiar sus desmanes", aseguró.
A cada carnaval asisten entre 800 y mil personas, la mayor parte del tiempo están trotando cuetes que despiertan la incomodidad de vecinos y caninos: "Tenemos que cerrar bien puertas y ventanas, ni así nos salvamos del olor a pólvora, yo soy asmática, los cuetes provocan que se me cierren los pulmones y tengo dificultad para respirar, mis perros se asustan y se esconden debajo de la cama", dijo Dulce.
Dulce explicó que en carnavales pasados fue víctima de un asalto mientras se trasladaba a su casa, por lo que ahora procura no salir en esos días: "Nunca me ha gustado ser parte de los carnavales, una vez bajando del metro estaba el carnaval, en lo que caminaba a casa, un sujeto que venía disfrazado me empezó a hostigar, me acosó y me asaltó, a pesar de que estaba rodeado de personas, el tipo estaba como drogado y la gente como si nada", recordó.
A pesar de que muchas personas disfrutan de las festividades, gran parte de los vecinos piden que haya control y se hagan presentes las autoridades para poner orden.