Metrópoli

Juzgados patriarcales: ella ha probado que él es violento, pero siguen poniendo a la hija en sus manos

La autoridad ha decidido ignorar los testimonios de la propia menor, de 6 años, sobre que es “un poquito horrible” estar con su papá, además de que truquean los informes en el Centro de Convivencia para que no se documente la reticencia de la niña a ir con su progenitor

La violencia contra los niños es un problema global que afecta a millones de niños en todo el mundo.
Imagen ilustrativa Imagen ilustrativa (Foto: Pixabay)

La línea de justicia capitalina ha hecho caso omiso a las denuncias que ha puesto Bianca, la madre de una pequeña de 6 años; en audiencia la menor reveló que la pasa “un poquito horrible” con su papá, a pesar de eso el juzgado familiar insiste en ampliar las convivencias y CECOFAM pasa por alto el temor que demuestra la niña cuando tiene que convivir con Jaime, su papá. 

Bianca cuenta a Crónica que, de mayo a la fecha, ha puesto tres denuncias en contra de su expareja, una por violencia y agresiones verbales, debido a que el hombre la ha intimidado y amenazado hasta de muerte a ella y a su esposo en múltiples ocasiones. Como medida de protección, lo que hizo la FGJCDMX fue proporcionarle un Código Águila.

La segunda fue en la Fiscalía del Menor por maltrato debido a que la niña le contó que, en la última convivencia, su progenitor la encerró, no le dio de comer y la golpeó.

La tercera denuncia fue por “desacato a un mandato judicial” ya que el hombre, a pesar de las medidas de protección, y en el kínder de la niña, amenazó e insultó a Bianca, ella activó el Código Águila y cuando llegó la patrulla para detenerlo, se dio a la fuga. Lamentablemente la FGJCDMX prefirió tomar esta denuncia por “violencia familiar”.

“Hable a la patrulla y sí llegó, pero se dio a la fuga con su hermana y no se llevó a cabo el arresto”.

Días después, a Bianca le llegó una notificación sobre una denuncia supuestamente por violentar y drogar a la niña. Pero al no proceder, Jaime metió una apelación que indica que no puede usarse el material del DIF para audiencias.

El DIF, que es donde la niña va a terapias, cuenta con documentos que refieren que Jaime es agresivo y que la pequeña tiene miedo de estar con él. “Estudios psicólogicos han arrojado que la niña tiene cosas negativas hacia su padre biológico y que mi hija refiere que mi actual pareja es su papá”, destacó.

Jaime aprovecha para amedrentar a Bianca y a su esposo durante actividades en las que se presenta para acompañar a la pequeña, “a clases de natación ha llegado acompañado de mucha gente y hasta armado, nos toma fotos, nos amenaza, afuera del deportivo hay cámaras del C5 y la fiscalía no hace nada por conseguir el material”, lo mismo hace en clases de ballet y hasta en el Centro de Convivencia Familiar Supervisada (CECOFAM).

A pesar de que la niña llora y dice que no se quiere ir con su papá, en el CECOFAM, que supuestamente se encarga de garantizar la seguridad del menor en el desarrollo de la convivencia con sus progenitores y de generar información oficial y confiable que puede ser usada como prueba en un proceso en materia familiar, obliga a Bianca a convencer a la niña de irse con su padre.

“Me dicen, usted tiene que fomentar que la niña se vaya segura, convénzala... En reportes ponen que se va feliz y tranquila con su papá, pero no es así”.

A pesar de que Bianca ha reclamado lo que señalan los reportes, quienes se han encargado de atenderla en el CECOFAM le dicen que lo ponen así porque a final de cuentas la niña “sí aceptó irse”.

Lo que extraña a Bianca es que cuando iniciaron las convivencias, CECOFAM determinó que Jaime no estaba en la aptitud de convivir con la niña, pero 15 días después, como por arte de magia, le autorizaron entrega y recepción de la pequeña.

Bianca supone que compra a las autoridades porque su expareja tiene un negocio de relojes y en el Centro Histórico, él y su familia tienen joyerías “cuando éramos pareja tenía un bar en Chapultepec, donde se distribuía droga, no sé si aún lo tiene”.

En recientes audiencias con el Juzgado familiar y en la que se solicitó al ministerio público y al DIF, la pequeña testificó que se la pasaba “un poquito horrible” con su papá y que le dice groserías, en su defensa, Jaime señaló que la niña decía todo eso porque su madre la drogaba. A pesar de lo que refirió la menor, el juzgado familiar insiste en ampliar las convivencias.

Saliendo de una audiencia, Jaime fue arrestado por violar las medidas de protección, pero su abogada llegó con un amparo a impedir la detención y los elementos de seguridad lo tuvieron que soltar.

Bianca teme por su vida y la de su familia, pues ya han sido muchas las amenazas y, como en muchos otros casos, las autoridades no hacen nada para alejar al hombre a pesar de que existen pruebas, testigos y documentos que establecen que no está en aptitud de convivir con la niña.

“El sábado tenía convivencia y tuve que llevar a la niña a CECOFAM, nos presentamos con todo el miedo y temor del mundo, pero él no llegó”.

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