El Metro informó que, a 14 meses desde el inicio de operaciones en el nuevo Puesto Central de Control (PCC-1), la red ha experimentado una mejora en su eficiencia y flexibilidad operativa, con lo cual se beneficia a un promedio de 2 millones 123 mil usuarios cada día.

De acuerdo con el organismo, esta nueva instalación, resultado de una inversión de 500 millones de pesos, ha marcado un antes y un después en términos de control, eficacia y flexibilidad operativa del Metro.

Lo más destacado de esta transformación tecnológica es el sistema digital implementado en el PCC-1, que requirió la reconversión de los sistemas de señalización análogos a una red de fibra óptica para el tráfico de trenes. 

Este proceso, llevado a cabo de manera gradual, comenzó en las Líneas 4 y 3, extendiéndose luego a las Líneas 2, 5 y 6. Incluso la Nueva Línea 1 ya está bajo la regulación del PCC-1, anticipando una integración total una vez que concluya la modernización en el tramo Salto del Agua a Observatorio.

La magnitud de esta innovación no solo radica en su capacidad para controlar el flujo de trenes, sino también en su contribución a la seguridad y fiabilidad del sistema. Equipado con interfaces hombre-máquina completamente digitales, el PCC-1 es operado por 108 reguladores distribuidos en tres turnos continuos. Esta nueva forma de gestionar el tráfico no solo es más eficiente, sino que también representa un avance significativo en términos de seguridad y confiabilidad.

La colaboración activa entre ingenieros del Metro, con su vasta experiencia en el sistema, y técnicos especializados del organismo fue esencial en el diseño y la puesta a punto del PCC-1. Este proyecto, más allá de ser una modernización técnica, se erige como un testimonio del compromiso de la ciudad con ofrecer un servicio de transporte público de vanguardia.