Biden alerta a EU: ¿son los vehículos chinos conectados a internet espías?
Una investigación puede provocar el veto de su venta. Advierten de catástrofe para el sector estadunidense la llegada de unidades chinas fabricadas en México
seguridad nacional
Joe Biden ante medios de comunicación en la Casa Blanca
El Gobierno de EU llevará a cabo una investigación sobre los riesgos a la seguridad nacional que plantean los vehículos conectados a internet, especialmente los procedentes de China. Esta acción fue anunciada este jueves por el presidente Joe Biden y el Departamento de Comercio.
La investigación podría resultar en la prohibición de la venta de vehículos chinos de este tipo en EU, debido a preocupaciones sobre el potencial de espionaje o interrupción de la seguridad vial por parte de las autoridades chinas.
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, expresó en un comunicado que no se necesita mucha imaginación para entender cómo un Gobierno extranjero con acceso a vehículos conectados podría representar un grave riesgo para la seguridad nacional y la privacidad de los ciudadanos estadounidenses.
El presidente Biden apuntó directamente a China al afirmar en una declaración que "las políticas de China podrían inundar" el mercado estadounidense con sus vehículos, "planteando riesgos" a la seguridad nacional estadounidense.
"No voy a dejar que pase bajo mi mandato", aseguró Biden.
El presidente también destacó la falta de reciprocidad en el acceso al mercado automotriz entre EU y China, ya que China restringe la venta de vehículos fabricados en EU en su territorio.
Impacto catastrófico
El anuncio de la investigación se produce pocos días después de que la Alliance for American Manufacturing (AMA), que agrupa al sector manufacturero estadounidense, publicó un informe en el que advertía que la llegada a EU de vehículos de marcas chinas producidos en México sería "catastrófico" para el sector del automóvil.
AMA solicitó a EU el desarrollo de herramientas para impedir su importación.
El país mantiene un arancel del 25 % a la importación de automóviles chinos desde la presidencia de Donald Trump, lo que hace que la venta de estos vehículos en suelo estadunidense sea económicamente poco viable. Sin embargo, se espera que empresas como BYD encuentren formas de comercializar sus productos en EU en el futuro.