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El izquierdista Boric tras ganar en Chile: "Estamos ante un cambio de ciclo histórico"

 Con 35 años, el presidente “millennial” promete más Estado, feminismo y ecologismo. El ultraderechista Kast reconoció temprano su derrota y deseó suerte al ganador

Boric celebra con sus simpatizantes en Santiago su triunfo en las elecciones presidenciales chilenas

Boric celebra con sus simpatizantes en Santiago su triunfo en las elecciones presidenciales chilenas

EFE

El izquierdista Gabriel Boric, de 35 años, ganó las elecciones presidenciales de Chile y cerró el paso a un gobierno del ultraderechista José Antonio Kast, quien felicitó al ganador “por su gran triunfo”, antes incluso de que acabara el conteo de votos.

En su primer discurso público tras imponerse a su rival con el 55.8% de los votos frente al 44.1% del candidato admirador del dictador Pinochet, el exlíder estudiantil aseguró que su compromiso "es cuidar la democracia todos los días".

"Estamos ante un cambio de ciclo histórico", proclamó: "El futuro de Chile nos necesita a todos del lado de la gente y espero que tengamos la madurez de contar con sus ideas y propuestas para comenzar mi Gobierno".

Sus propuestas son vistas por una parte de Chile como una respuesta natural a las demandas de las masivas protestas por la igualdad de 2019. Otros, por el contrario, sienten que los cambios son demasiado drásticos y podrían traer desequilibrios al que fue uno de los países más estables de América Latina.

Consciente de ello, Boric reiteró, como hiciera a la hora de depositar su voto en la mañana y en su conversación con el presidente saliente, Sebastián Piñera, que será "el presidente de todos los chilenos y chilenas", tanto de quienes votaron por su proyecto como de quienes eligieron otra alternativa o no concurrieron a votar.

Reconoció que los tiempos que vienen "no son fáciles" y que su Gobierno deberá "hacer frente a las consecuencias sociales, económicas y sanitarias de la peor pandemia", pero que irán avanzando "con pasos cortos, pero firmes".

Los derechos humanos por bandera

Hizo bandera por la "cohesión social" para un "desarrollo verdadero y sostenible", por el "respeto a los derechos humanos, a las mujeres, a las disidencias y las diversidades"; por una salud "que no discrimine entre ricos y pobres", por "pensiones dignas, facilidad de acceso a la vivienda y los servicios básicos y el fortalecimiento de la educación pública”.

También tuvo palabras para el narcotráfico y la violencia, a los que quiere combatir, y el cambio climático, al que también dará pelea porque "no es una invención".

"Desde luego, no todo puede hacerse al mismo tiempo y tendremos que priorizar para ir logrando avances que nos permitan mejorar", consciente de que con un Congreso en el que ni la izquierda ni la derecha tienen mayorías claras se tendrá que ir avanzando a base de "acuerdos amplios".

Aseguró recibir el mandato "con humildad" y que su proyecto de Gobierno puede sintetizarse en "avanzar con responsabilidad en los cambios que Chile viene demandando, sin dejar a nadie atrás".

"Esto significa crecer económicamente; convertir lo que algunos entienden como bienes de consumo en derechos sociales, garantizar una vida más tranquila y segura, profundizar las libertades de todos, y especialmente de todas: en nuestro Gobierno las mujeres no retrocederán en los derechos y libertades que han logrado a la largo de la historia", expresó.

Diputado de 35 años y antiguo líder estudiantil, Boric se define como ecologista, feminista y regionalista y quiere ampliar el papel del Estado hacia un modelo de bienestar parecido al de Europa.

El más izquierdista desde Allende

Será el presidente más izquierdista desde el Gobierno del derrocado Salvador Allende (1970-1973), tras el golpe militar de Augusto Pinochet y el primero que no forma parte de los dos grandes bloques que se repartieron el poder desde el retorno a la democracia en 1990.

Desmantelar modelo neoliberal

El futuro mandatario, que sucederá a Sebastián Piñera el 11 de marzo de 2022, es defensor de transitar hacia un Estado de bienestar que cubra ciertos derechos sociales, explicó la politóloga de la Universidad de Chile María Cristina Escudero.

Busca terminar con la privatización de servicios básicos y acabar con el modelo marcadamente neoliberal que se heredó de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que llevó a Chile a ser el país con más renta per cápita de Sudamérica pero el más desigual, según la base de datos independiente World Inequality Database (WID).

Un sistema de salud público de contribución universal (no como el actual, al que solo aportan quienes no se atienden en el sistema privado) y un modelo de pensiones que no esté gestionado por las actuales entidades lucrativas son varias de sus propuestas.