El número dos de la oficina política de Hamás, Saleh al Aruri, murió este martes por el bombardeo de un dron presuntamente israelí contra una oficina del grupo a las afueras de Beirut, donde también fallecieron otros tres personas, informó la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN).

"El ataque hostil que tuvo como objetivo la oficina de Hamás, donde se celebraba una reunión de las facciones palestinas, causó la muerte del alto cargo de Hamás en Cisjordania Saleh al Aruri y de otras tres personas", aseguró el medio estatal libanés, tras recibir la confirmación de las autoridades del grupo terrorista palestino, que acusó a Israel del ataque. 

Por el momento se desconoce la identidad del resto de las víctimas y si también formaban parte del movimiento islamista.

Primer ataque en dos décadas

De confirmarse la autoría israelí, sería el primer ataque contra la capital libanesa en casi 20 años.

La explosión se ha producido en el suburbio de Dahiyeh, al sur de la ciudad, barrio conocido por ser un bastión del grupo armado libanés Hezbolá. Ambos grupos terroristas son armados por Irán.

Uno de los fundadores de Hamás

Al Aruri, dirigente de la oficina política de Hamás y uno de los fundadores de su brazo armado, era uno de los líderes en exilio más prominentes de la formación.

Hamás cuenta con varios representantes en Líbano así como en Qatar, el emirato del golfo Pérsico que lleva años financiando al movimiento que controlaba la Franja de Gaza desde que tomaron el poder en 2007 hasta un mes después del ataque terrorista del 7 de octubre en el sur de Israel, que dejó más del 1,200 muertos.

El grupo chií libanés Hizbulá controla la mayor parte de los barrios al sur de la capital donde tuvo lugar el ataque, zona que representa uno de sus principales bastiones en el país y que no había sido atacada desde la guerra que libró contra Israel en el verano de 2006.

Desde el pasado 8 de octubre, en el marco de la guerra entre Israel y Hamás, Hizbulá está enzarzado también en intenso fuego cruzado con las fuerzas israelíes desde su lado de la frontera, aunque hasta ahora la violencia se había limitado a un radio de 50 kilómetros de la divisoria.

El estallido fronterizo, el peor en 17 años, ha elevado el temor a que Líbano se convierta en un segundo frente de la guerra de Gaza, escenario para el que el Gobierno libanés se viene preparando desde hace más de dos meses con un plan de emergencia a varios niveles.