En el país, se estima que al año se registran alrededor de 20 mil casos de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), los cuales son un grupo de enfermedades que afecta a personas de cualquier edad y género, y que se caracterizan por la obsesión con la pérdida de peso y la forma de su cuerpo.

El doctor Ricardo Nanni, director general de Grupo Punto de Partida, puntualizó que entre un 5% y hasta un 10% de las y los adolescentes en el país padecen algún Trastorno de la Conducta Alimentaria, condición que predispone cierto riesgo a desarrollar problemas de depresión, ansiedad o estrés postraumático, de hecho, abundó, “también es posible que tengan ideas suicidas y que consuman algún tipo de sustancia adictiva”.

En este mismo sentido, el especialista enfatizó la importancia de atender esta condición, en las personas que lo padecen, ya que en casos extremos, sostuvo, ponen en peligro la vida de los pacientes, debido a que la mayoría de estos pacientes tarda hasta 10 años o más en buscar ayuda profesional después de haber hecho “ajustes” en sus hábitos alimenticios.

DERRIBANDO MITOS, QUE SOLO A LAS MUJERES AFECTA

Respecto a la predisposición de este padecimiento, la doctora en Psicología y Salud por la UNAM, Rosalía Rodríguez de Elías, adscrita al equipo de Grupo Punto de Partida, clínicas especializadas en salud mental, aclaró que contrario a lo que se pensaba anteriormente, en el sentido de que el TCA eran una afección exclusiva de las mujeres, “hoy vemos un aumento en la población masculina adolescente".

La doctora Rodríguez de Elías sostuvo que a nivel mundial, la tendencia de trastornos alimentarios puede ser que de cada 10 casos, dos corresponde a varones, aunque en ellos la detección llega a ser más complicada porque evitan hablar del tema y no buscan ayuda profesional.

TRASTORNO RELACIONDO CON LA IMAGEN PERSONA

En cuanto al tipo de afecciones, mencionó que los diferentes trastornos por lo regular, están estrechamente correlacionados con el Trastorno Dismórfico Corporal, el cual se presenta como una preocupación excesiva en la apariencia. Por ejemplo, las personas que lo padecen piensan constantemente que tienen diversos defectos en su apariencia física, se auto perciben con sobrepeso u obesidad y este sufrimiento les impide desenvolverse felizmente en el ámbito social y personal.

Mencionó que las personas que padecen bulimia, suelen consumir grandes cantidades de comida en periodos cortos de tiempo, los comúnmente llamados atracones, acompañados de un intenso sentimiento de culpa que deviene en la autoinducción del vómito, ejercicio excesivo, ayuno prolongado y/o consumo excesivo de laxantes o diuréticos.

Ocurre, aclaró, que estás personas pueden estar en un peso saludable o bien presentar obesidad, y algunos síntomas y consecuencias de este trastorno son: deshidratación por las purgas a las que se someten, reflujo y malestares gastrointestinales, dolor e inflamación crónica de la garganta.

En tanto que la anorexia nerviosa, las personas sufren de miedo excesivo a engordar que no disminuye, aunque bajen de peso. Por lo regular, evitan comer o consumen cantidades muy pequeñas de ciertos grupos de alimentos, por ejemplo, manzanas, y constantemente checan su peso y aunque estén extremadamente delgados se ven a sí mismos con sobrepeso u obesidad, además son influenciables fácilmente por las percepciones del peso y la forma del cuerpo.

El riesgo para estas personas es que si no reciben tratamiento oportuno las consecuencias son varias: pérdida de masa ósea, anemia, piel seca y amarillenta, estreñimiento, presión arterial baja, letargo y cansancio constante, incluso infertilidad y daño cerebral.

En el trastorno por atracón, el paciente suele comer en exceso y más rápido de lo normal, consume alimentos hasta sentirse incómodamente lleno o come demasiado sin tener hambre, pero, después del atracón, siente asco y tiene episodios depresivos.

Ante tal situación, la doctora Rosalía Rodríguez resaltó que si se identifican uno o varios síntomas de estos trastornos lo más importante es brindarle acompañamiento a esta persona, “y que sepa que no está solo o sola, y acudir con un especialista en el tema para atender los distintos tipos de trastornos de la Conducta Alimentaria en adolescentes o adultos jóvenes.