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AMLO se festejó; un lustro con una estela de sangre que han dejado los abrazos

Aquella frase de "no somos iguales" fue la postal del quinto aniversario del mandatario más egocentrista de la historia moderna de México. Al que le gusta desbordar espacios con la retórica y el dinero para "primero los pobres". Un río de acarreados, como lo hacen todos los partidos, que huyeron de la pertinaz lluvia apenas apareció el mandatario en un templete del Zócalo capitalino

sucesión presidencial

Seguidores y acarreados se concentraron en el Zócalo por el quinto aniversario del triunfo de Morena y la llamada 4T.

Seguidores y acarreados se concentraron en el Zócalo por el quinto aniversario del triunfo de Morena y la llamada 4T.

Foto: Cortesía

Fue un ‘déjà vu el quinto aniversario. Todo lo dicho por el presidente constitucional Andrés Manuel López Obrador este sábado en la gran plaza del Zócalo recordó a aquel candidato ganador del 1 de julio de 2018 que se imponía a una alianza “moralmente derrotada”, la del PRI, PAN y PRD. Hace un lustro, el vencedor no necesitó de acarreados. Su triunfo se legitimó con una gran participación ciudadana que la validó el Instituto Nacional Electoral (INE). Alrededor de 30 millones de electores de todos los estratos sociales. Entonces dijo que lograría la paz de México, que los homicidios irían a la baja. “Me canso ganso”, aseguró ayer, y hoy también, pero será al final de su sexenio. Fue otra vez la promesa, "pero juntos, con la ayuda de todos ustedes, endilgó la responsabilidad al pueblo en el marco de la celebración de los cuatros años de haber modificado la Constitución para crear la Guardia Nacional, un cuerpo integrado por militares y marinos, algunos con las manos manchadas de sangre.

“Hay justicia y tranquilidad social, y se avanza hacia la erradicación de la violencia, lo vamos a lograr entre todos, me canso ganso”.  En este periodo han sido asesinadas 158 mil personas en territorio mexicano víctimas de las armas de fuego y de los abrazos, no balazos.

Ha pasado un lustro. Los mexicanos dejaron huecos en la plaza de la Constitución. Se podía pasar, llegar hasta el Zócalo. Esos espacios del desencanto por el hombre que volvió a prometer que dejará un sistema de cobertura de salud para todos los mexicanos.

López Obrador dijo en sus primeras palabras que era un orgullo, y lo dijo a los cuatro vientos, que “el pacto funcionó”. Un pacto con los ciudadanos.

El gran líder la 4T y Morena sedujo a la clientela del Bienestar, que arrastra en la opacidad -a 2020- un monto de recursos públicos por 565 millones de pesos.

“Existe una amplia mayoría apoyando a la Cuarta Transformación de la vida pública de México. El pacto funcionó, el pacto entre el pueblo y su gobierno se ha sellado bajo el principio de atender y respetar a todos, pero dar atención especial, privilegiar siempre la ayuda a los pobres y necesitados”.

López Obrador dijo que su gobierno es de hombres y mujeres honestos. Pero Ignacio Ovalle, que encabezó el arranque de la Agencia Alimentaria (Segalmex), de donde se esfumaron casi 20 mil millones de pesos -cifra que no reconoce el mandatario- y la Conade y el Tren Maya fueron temas no de una promesa para recuperar dinero que no se ha podido solventar.

Se invierte en comprar maíz, leche… productos básicos del campo mexicano -dijo-. “Atletas destacados… los mejores”.

“El Tren Maya se va a inaugurar el 3 de diciembre. Hoy por hoy, esta obra de mil 554 kilómetro es la más importante del mundo, no sólo en lo constructivo, sino también por su dimensión ecológica, turística y cultural”, en su haber este sueño que le ha representado una pesadilla tiene más de mil 700 millones de pesos sin un claro destino. Y está por verse si la Auditoría Superior de la Federación (ASF) le aplica ocho fiscalizaciones.

Antes de abrir su mitin, Andrés Manuel López Obrador cedió la palabra a su secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, hija de una de sus grandes amiga y a Delfina Gómez, que le quitó al PRI un siglo de gobernar el Estado de México.

El inquilino de Palacio Nacional no podía dejar de polarizar, de señalar a la alianza Va por México por su responsabilidad en la corrupción, en los delitos como robos, asaltos, secuestros feminicidios.

Y les lanzó un mensaje a los partidos que se dicen de oposición.

“No es sentencia, ni siquiera advertencia, ni mucho menos amenaza, pero les digo desde el Zócalo, la principal plaza pública de México: poco lograrán si no abandonan su egoísmo y aprenden a respetar y amar a sus semejantes; no llegarán lejos si no comprenden e internalizan que el dinero y lo material es efímero, que la felicidad verdadera está asociada a la bondad y a la fraternidad. Mientras ellos no acepten y practiquen estos preceptos y nosotros los mantengamos y los reafirmemos, nada ni nadie podrá vencernos”.

Auguró que su movimiento iniciado en un plantón en Reforma en tiempos del panismo.

18 años después, y los cinco más recientes, en los que ha alcanzado su objetivo: poner en los extremos a México, López Obrador, sin decirlo, se nombró el líder del proletariado al que José Revueltas no le veía cabeza.

“Siempre la ayuda a los pobres y necesitados”.

Así fue el quinto 'déjà vu'.