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Impulsan diputados del PAN fabricación de cigarros con filtro biodegradable

Enfatizan que los fumadores eliminan sus colillas en el suelo de parques, plazas, calles, playas, ríos, sin conocer el verdadero efecto que está generando en su entorno

medio ambiente

A partir de la entrada en vigor del nuevo reglamento para el consumo del tabaco, las ventas de cigarros se han reducido hasta 50 por ciento.

Las colillas de los cigarros son la basura más común del mundo, señalan en la Cámara de Diputados.

CUARTOSCURO/Archivo

Diputados federales del PAN presentaron una iniciativa para que por ley los cigarros se fabriquen con filtro biodegradable con el objetivo de reducir los daños medioambientales.

Diana Estefanía Gutiérrez puntualizó que la propuesta plantea modificar la Ley General para el Control del Tabaco para que esta se indique el material de la fabricación del filtro, así como el tiempo aproximado de su descomposición.

“Tratándose de filtros biodegradables, el fabricante deberá precisar el material con el que se elaboraron esos filtros”.

La diputada panista refirió que, de acuerdo con un estudio de la Universidad Católica del Maule (UCM) de Chile, se estima que alrededor de 5 billones de cigarrillos son desechados al año y lo convierte en la basura humana más común en el mundo, por lo que el daño al ambiente es severo.

“Las colillas liberan diversos compuestos tóxicos como arsénico, nicotina, hidrocarburos aromáticos policíclicos, alquitrán y metales pesados, los cuales permanecen durante varios años en la zona afectando a las diversas especies de nuestro planeta, incluyendo al ser humano”, indica.

En México –dijo- es normal ver a los fumadores eliminar sus colillas en el suelo de parques, plazas, calles, playas, ríos, sin conocer el verdadero efecto que está generando en su entorno.

Expuso que el filtro de los cigarrillos es de acetato de celulosa, el elemento de más rápida evaporación del cigarrillo. La combinación de componentes del filtro hace que su tiempo de degradación oscile entre uno y 10 años.

“Cuando la colilla es desechada como residuo, todos los metales y tóxicos que permanecen en el filtro son liberados al ambiente y pueden terminar en las aguas y los suelos.

“Este plástico no es biodegradable ni compostable. Estos filtros pueden retener metales pesados debido a la aplicación de insecticidas, herbicidas y pesticidas en las plantaciones de tabaco durante su cultivo y crecimiento”, enfatizó.

La iniciativa de reforma a la Ley General para el Control del Tabaco fue turnado a las comisiones unidas de Economía, Comercio y Competitividad.