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Jalisco Nueva Generación, entre los cárteles emergentes que atacan sectores financieros

 Lo que era una gavilla de pistoleros a renta es ahora una de las principales preocupaciones de la Interpol

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El Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), inexistente como grupo independiente hace diez años, fue colocado por la Interpol como una de las organizaciones criminales que han logrado consolidarse e incursionar en complejas operaciones de fraude financiero.

Un documento de alerta emitido este lunes, indica que el cartel mexicano, nacido en Jalisco como una gavilla de pistoleros en renta para otros grupos criminales, tendría un proceso de maduración impresionante, que redujo a pocos años lo que antes, de acuerdo con la propia observación de Interpol, había tardado décadas en darse.

Ese proceso de maduración iría aparejado de la capacidad de adaptarse a nuevas realizades económicas, establecer centros de Call center para atrapar incautos y despojarlos de su identidad y recursos financieros, entre otros delitos de nuevo cuño.

El CJNG habría alcanzado así la misma relevancia que grupos criminales brasileños como el Commando Vermalho, con 45 años de existencia y Primeiro Comando da Capital (PCC), del mismo país y que opera desde 1995.

Las bandas brasileñas incursionaron inicialmente en asaltos y como enganches de droga, sin un gran control de este último mercado, pero poco a poco fueron adentrándose en el manejo de este negocio.

Como ha ocurrido en diferentes países, su ascenso fue precedido del debilitamiento de grupos que les precedieron y con los que llegaron a formar alianzas. Al paso de los años, Commando Vermalho y Primeiro Comando da Capital terminaron por hacerse predominantes en las principales ciudades brasileñas, dominando el tráfico de drogas, el manejo de las cárceles (desde donde sus miembros seguían operando cuando eran capturados) e incursionando en el tráfico de personas.

Si bien ambos grupos han perdido algo de fuerza a partir de escisiones o la emergencia de nuevos grupos regionales, lo cierto es que llaman la atención de las policías internacionales porque lograron traspasar fronteras sin perder su identidad. En efecto, operan en diferentes países sudamericanos bajo una misma estructura, en tanto que sus relaciones hacia América del Norte se efectúan mediante alianzas o tratos comerciales (ilegales) con bandas mexicanas o estadunidenses.

El segundo factor es justamente la incursión en delitos financieros, incluyendo robo de identidad, de tarjetas u otros recursos bancarios, además de que estos fraudes involucran igualmente el ataque a personas en todo el continente americano. “Hacen para que estos (recursos) parezcan legítimos y alejar así la posibilidad de caer en manos de la justicia. Con ello también dificultan la labor de las fuerzas del orden para seguir la pista del dinero”, señala un documento explicativo de la policía internacional.

Es muy relevante que la Interpol indique que el tráfico de personas se está asociando a la operación de Call centers delictivos. Estos centros de telefonía con operadores esclavos está destinado a lo que en el argot de los bajos fondos del internet se denomina "cacería del puerco", que es tantear con cientos de llamadas hasta que un incauto cae en la trampa y brinda información para despojarlo de su identidad o de sus recursos financieros.

Esto es algo, además que sirve a los delincuentes para el lavado de dinero.

Como parte de ese proceso, las citadas bandas utilizan las “mulas bancarias”, personas que, conscientemente o sin saberlo, ayudan a las organizaciones delictivas a triangular los recursos y lavar beneficios de diferentes fuentes delictivas.

Una vez más, el manejo ilegal de cuentas para recibir y transferir fondos es un proceso que las organizaciones han aprendido a hacer y que, en el caso de Jalisco Nueva Generación, se ha realizado en relativamente corto tiempo.