La vacuna contra la soledad no es un medicamento ni una inyección, se trata de tecnología de realidad inmersiva para atender los efectos de aislamiento que dejo la pandemia de Covid-19 y otros problemas de salud mental como el estrés, depresión y ansiedad.

“Este proyecto puede llevar a las personas a lugares que les dieran un ambiente de seguridad en el cual las pueden escuchar su cuerpo y saber que están sintiendo”, así lo explicó en Luis Alberto Morales, el líder del proyecto de la “Vacuna contra la soledad”, que realizó la Universidad Autónoma de Querétaro en colaboración con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Esta vacuna va acompañada de la asesoría de especialistas que guíen el tratamiento: “En el caso de las personas que ya estén medicadas, la vacuna les va a ayudar, pero no deben de sustituir los medicamentos”, advirtió Luis Morales.

La aplicación de la vacuna inicia con una prueba para identificar la problemática a atender, incluye diez escenarios virtuales reales e hiperreales tanto para niños como para adultos mayores con los que se induce a través de la vista y del oído a situaciones positivas.

¿Cómo funciona la vacuna virtual?

A través de atmósferas agradables, sonidos y ejercicios de meditación, se miden las pulsaciones cardiacas con sensores de contacto, usando termografía infrarroja, además, los pacientes cuentan con una cartilla para llevar el control de las sesiones.

Luis Feregrino, estudiante de la facultad de Ingeniería en la Universidad Autónoma de Querétaro, explica que las dosis de la vacuna virtual dependerán del aspecto a mejorar de la persona, trayéndolos en el aquí y ahora con ejercicios de respiración.

La vacuna contra la soledad se encuentra en la fase de pruebas clínicas, ya ha sido aplicada por psicólogos a sus  pacientes y han mostrado resultados favorables desde la tercera dosis.