Cerca de tres mil aficionados azulgranas se dieron cita en el Ángel de la Independencia para conmemorar los 100 años de vida del Atlante.
En un ambiente festivo y de alegría, pese a que critican a los actuales dirigentes de los equinos por “tenerlo en la Segunda División”, entonaron porras y cánticos en nombre de tantos y tantos atlantistas que a pesar de los pesares, preservan el amor por los colores azulgrana.
Luego que el equipo se fundara en 1916 y que en el Clausura 2014 sumara su cuarto descenso, los fieles seguidores de los Potros de Hierro no buscan culpables. Ya los tienen.
Para ellos, la directiva que encabeza Alejandro Burillo es la responsable de que el Atlante permanezca exiliado en Cancún y lo quieren de vuelta en la Ciudad de México, cosa que sin embargo, ven como una utopía.
“¡Les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre, el Atlante es su padre y a quién no le guste, que chin..!”, entonaban con sumo placer, pues hablan de estar dolidos, pero también esperanzados de que su escuadra retorne, algún día, a la ciudad que la vio nacer y tejer una historia gloriosa en la época del mítico General Núñez.
“El Atlante, una pasión”, con esta pequeña frase, los verdaderos aficionados azulgranas han heredado a sus hijos y nietos la tradición que han mantenido desde hace muchísimos años.
Un pequeño de 11 años portaba con mucho orgullo la camiseta del Atlante y detrás de una máscara azulgrana parecía querer esconder su tristeza por la situación del equipo.
“Mi abuelo Alfonso es atlantista, también mi papá. Todos (en la familia) lo somos”, manifestó.
El grupo de aficionados que se mantendrá hasta el final del festejo, pues la mayoría se fue desperdigando con el paso de las horas, tomará Paseo de la Reforma con rumbo a la Colonia Roma, que es donde se fundó el equipo. Ahí se develará una placa por el centenario del Atlante.
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