
La casa que habitaron Alfonso Reyes y Octavo Paz en el corazón de la colonia Roma, reabre sus puertas como el Museo Casa Filomeno, una instalación inmobiliaria que recrea ambientes de la época Porfiriana. Este recinto, ubicado en Plaza Río de Janeiro número 54, alberga por lo menos 150 piezas de finales del siglo XIX de la colección histórica de Daniel Liebsohn.
En el inmueble, edificado a principios del siglo XX por el arquitecto Daniel Ruiz Benítez, conviven objetos de 1880 a 1910, como una vitrina de botica, un armario inglés victoriano, espejos, trajes de charrería, mesas de mármol y barriles para mezcal con incrustaciones de águilas porfirianas en bronce dorado, con recreaciones de objetos inspirados en la novela Filomeno de Daniel Liebsohn.
“Hemos recreado los lugares que se visitaban al final del Porfiriato y principios de la Revolución Mexicana, donde convivían personajes como el charro Filomeno con personas cuya indumentaria respondía a la moda inglesa y francesa, que en México se encontraba a la vanguardia”, señaló en conferencia de prensa el anticuario Daniel Liebsohn.
En este proyecto, añadió, une la ficción de la novela Filomeno con la realidad de finales del siglo XIX y principios del XX. “Es un homenaje a la Ciudad de México y al pasado que nos forma en esta mezcla de lo europeo y la identidad mexicana, donde la colonia Roma ha sido representante de esa fusión”.
“Las piezas están concentradas un poco en la historia de la misma colonia Roma”. No obstante, añadió se realizaron piezas ex profeso para esta instalación, tal es el caso de murales realizados con oro bruñido con ágata y plata en el que se recrean motivos mexicanos; el Retrato de la niña Dulce Concepción S, Zaldívar, “Cocha”, el día de su presentación en homenaje al pintor Juan Carreño de Miranda; así como la imagen de Filomeno Mata basada en un charro de 1909.
“Hemos tratado de quitarle toda la seriedad que la historia nos provoca para hacerlo un espacio lúdico, informal, donde se rompe ese mito a lo frágil y delicado con los objetos de época que siguen vivos hoy en día”.
El proceso de investigación, tanto para la novela como para la ambientación del inmueble, fue de siete años, explicó. “Las piezas que conforman el Museo Casa Filomeno aparecieron en función de la historia que queríamos narrar. Ha sido un proceso vivo que gira en torno a las antigüedades, a objetos que nunca nos pertenecen”
“Hubo una obra civil importante de reestructuración para proteger todos los cimientos, cuidando los partes de cantera que tienen un trabajo especialmente interesante, es una casa poco común”.
Respecto a las modificaciones que le hicieron al inmueble de estilo ecléptico, el historiador Juan Manuel Corrales puntualizó que únicamente se niveló el suelo de algunos salones y que la casa se ha rehabilitado desde 2015, ya que hasta ese año era la sede de la galería OMR.
“La casa está dividida en varios salones que con los años albergaron las primeras oficinas de El Colegio de México y aquí tuvieron su despacho Alfonso Reyes y Octavio Paz; luego, con los años se convirtió en un colegio de señoritas y desde 1983 hasta el 2015 fue la sede de la galería OMR”
El actual Museo Casa Filomeno un espacio muy luminoso, añadió. “Cuenta con balcones tanto a la calle de Durango como a la Plaza de Río de Janeiro con sillares de piedra tipo florentino y el zaguán de entrada tiene una escalera doble flanqueada por cuatro columnas de mármol, que son las que contienen la reja semicircular que la protege”.
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