
Esta energía la obtenemos de los alimentos, los cuales nos proporcionan hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, a este conjunto de sustancias se les denomina nutrimento, los encargados de la función adecuado del organismo.
Los hidratos de carbono, son compuestos orgánicos formados por carbono, hidrogeno y oxígeno, que constituyen la principal fuente de energía en la dieta diaria, los hidratos de carbono dan del 50 al 60 % del total de calorías que se necesitan al día, el resto provienen de las proteínas y grasas.
Los hidratos de carbono pueden ser simples o complejos; los primeros también llamados azucares simples, se encuentran en frutas, leche y alimentos dulces procesados como mermeladas, cajetas, dulces, miel; los complejos los podemos encontrar en cereales integrales, arroz, pastas, pan, tortillas y verduras.
La absorción de los hidratos de carbono simples es directa y rápida, a diferencia de lo que ocurre con los complejos, que necesitan transformarse para poder absorberse.
Siempre que se consume un alimento con hidratos de carbono, se da un aumento y un descenso posterior del nivel de glucosa en la sangre, lo que se conoce como respuesta glucémica; esta capacidad que tiene el alimento de elevar la glucosa en la sangre se llama índice glucémico.
Los hidratos de carbono, son abundantes en las frutas, su valor calórico depende de este nutrimento y son del tipo simple: como la fructosa, glucosa y sacarosa, que le confieren el sabor dulce a las frutas maduras.
Como la fructosa, la glucosa y la sacarosa son azucares diferentes, su proporción varía de una fruta a otra.
En las verduras, los hidratos de carbono, son el componente más importante en cantidad después del agua, son ricas en hidratos de carbono complejos como el almidón, pues los simples se encuentran en cantidades mínimas, razón por la cual carecen del sabor dulce que distingue a las frutas.
Consume tu 5xdía divididos en: 3 porciones de verdura +2 de fruta
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