
La familia Burrón, Kalimán, Memím Pinguín, Los supersabios, Lágrimas y Risas… son sólo algunos títulos de las más de 6 mil 500 revistas encuadernadas que forman parte de la Colección de historietas mexicanas de la Hemeroteca Nacional de México (HMN), que se cataloga bajo la coordinación de Juan Manuel Aurrecoechea, dando origen a Pepines: Catálogo de historietas de la HNM, en la que ya se encuentran más de mil doscientos ejemplares ya incluidos.
“La colección de historietas de la Hemeroteca Nacional es la más importante con la que cuenta el país. Este acervo no sólo es el más importante, sino es único y es consultable por el público”, menciona Juan Manuel Aurrecoechea en la presentación de este proyecto y señala que su catalogalización es fundamental para mejorar el acceso a estas historietas.
“La historieta mexicana es un fenómeno de cultura popular, en ella aprendimos a leer, conocimos el discurso amoroso, nos nutrió de humor, nos dio lenguaje e imagen y fue un gran activo para la migración del campo a la ciudad en busca no sólo de trabajo, sino de la aventura que se prometía en los ejemplares, desde los cabarets hasta la posibilidad de ascenso social”, agregó Juan Manuel a propósito de la importancia de descubrir en estos universos ilustrados el pasado de la sociedad mexicana y su imaginario, pues retratan la identidad de este país.
El coordinador del proyecto asegura que estos trabajos representan un fenómeno de cultura popular, siendo su popularidad la cualidad que los llevó a ser invisibles bajo una óptica crítica o académica. “Era la lectura de las mujeres, los niños, los pobres, los analfabetos, donde incluso ellos mismos se avergonzaban de su propia lectura. Nadie dijo nunca: “yo leo historietas como cuando alguien decía: yo leo El Quijote”; sin embargo, señala que gracias a esta invisibilidad, entre esas páginas existe una riqueza enorme y reveladora de lo que es México.
Asimismo, reconoce en sus tramas y dibujos la invitación a ser leídos, e identifica a las historietas como un fenómeno de lectura de entretenimiento en el México del siglo XX, ya que existía una gran presencia de estas ilustraciones en los puestos de revistas, y diariamente se vendían miles de ejemplares; “tan sólo en los años 80, había alrededor de 2 mil millones de lectores de historietas en nuestro país”, expuso.
Por su parte, el escritor Vicente Quirarte expuso que el verdadero valor de abrir una colección invaluable es que ésta permita nuevas investigaciones y llegue a los jóvenes, así podrán ampliar su visión del mundo y revisar el pasado de México para no seguir perdidos en un estrecho presente. “Conocer nuestro pasado, el pasado de la historieta y la tradición que nos ha formado como mexicanos es muy importante porque nos permitirá ampliar el presente y tener una perspectiva hacia el futuro”.
Un sinfín de obras que aún siguen catalogándose, y de las cuales próximamente se planteará una digitalización, pueden consultarse en: http://www.pepines.unam.mx/, plataforma que mensualmente cuenta con más de 30 mil visitas, donde además de encontrar el catálogo Pepines, se reúnen fragmentos de entrevistas realizadas a autores e ilustradores como Gabriel Vargas, Carlos Vigil, Rafael Márquez, María Luisa López, entre otros, y la cual permite a sus usuarios agregar ensayos sobre las obras y dejar comentarios de su experiencia, así como contactar con el responsable de este proyecto, Juan Manuel Aurrecoechea.
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