Opinión

Candidaturas débiles, democracias frágiles

Ayer inició formalmente el período de precampañas para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, y las gubernaturas de Jalisco y Yucatán, procesos que concluirán el 3 de enero próximo. Se trata del arranque de los trabajos al interior de los partidos políticos para la selección de sus candidatos, quienes deberán registrarse y cumplir con la normatividad establecida para las elecciones de 2024. Los actos de precampaña y la propaganda realizada durante esta fase, deberán dirigirse exclusivamente a los militantes y simpatizantes de las diferentes organizaciones partidarias. Se trata de una convocatoria electoral que ha sido formalizada por los órganos constitucionales legalmente habilitados para el establecimiento de las fechas, condiciones y modalidades para la elección en ciernes. Por lo que respecta a los aspirantes a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, la autoridad electoral estableció los topes de gasto de precampaña, reiteró la prohibición de incurrir en actos anticipados de campaña, en calumnias electorales o en violencia política de género, entre otras condicionantes.

Banderazo de salida para alianza  de alianza oficialista en 4 entidades rumbo al 2024

Banderazo de salida para alianza de alianza oficialista en 4 entidades rumbo al 2024

La importancia de las candidaturas radica en que representan las ofertas políticas diferenciadas entre las que habrán de decidir los electores. Como era de esperarse, este banderazo de salida está generando reacomodos y ajustes en las estrategias que han establecido, hasta el momento, tanto la alianza oficialista integrada por Morena, PT y PVEM, así como la coalición opositora formada por los partidos PAN, PRI y PRD. Los primeros han decidido congelar momentáneamente cualquier acto de proselitismo, promoción y recorridos de sus cinco aspirantes a la Jefatura de Gobierno, en tanto se define quien ocupará la denominada Coordinación de Defensa de la Transformación en la Ciudad de México, derivada de las encuestas que se aplican en estos días y cuyos resultados serán dados a conocer a más tardar el próximo viernes 10 de noviembre.

Por su parte, la coalición opositora aún no logra definir un método que les permita tener un candidato o candidata competitiva para la CDMX. Todo se ha manejado con secretismo y no han faltado los intentos de imposición. Desde hace tiempo, voces autorizadas han señalado la necesidad de impulsar un método abierto para la selección de los candidatos, abandonando el que hasta ahora ha sido el camino tradicional que es dejar en manos de las dirigencias partidarias la designación de sus abanderados, evitando intervenciones externas. Sin embargo, en las actuales condiciones políticas de la Ciudad de México se requiere mayor competitividad y cohesión organizativa, por lo que resulta necesario un cambio de ruta para ciudadanizar verdaderamente el proceso de postulación de candidatos. Por ello, se deben impulsar novedosos métodos de participación donde sean los propios ciudadanos quienes seleccionen a sus candidatos.

Las elecciones primarias abiertas son el mejor mecanismo porque hacen posible que los votantes participen directamente en la definición de las nominaciones que la coalición de partidos opositores presentará a los electores en 2024. Sería una forma de preselección democrática de los candidatos sustentada en una gran participación social. Una amplia presencia de los ciudadanos otorgará mayor legitimidad no sólo al proceso electoral sino a la democracia en su conjunto, puesto que la celebración de las elecciones, su carácter abierto y competitivo, así como las garantías jurídicas efectivas en defensa del pluralismo político no bastan para cumplir con las expectativas que suscita la democracia.

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Es necesario restituir a los partidos su papel de instrumentos de expresión del pluralismo político y de canalización de la manifestación de la voluntad popular. Los electores han cuestionado la falta de democracia interna respecto a los procesos electivos. No obstante, aún es posible que las fuerzas políticas puedan dar una respuesta efectiva a la ciudadanía con candidatos dotados de fuerte legitimidad política y amplio consenso social.