Opinión

El compromiso de Pablo

Hay temor fundado de que la UIF se convierta en instrumento político para intimidar a los opositores de la 4T.

Cuartoscuro

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/Pablo Gómez, el nuevo titular de la UIF.

Pablo Gómez, su nuevo titular, tiene una dilata experiencia política, pero es novato en el combate al lavado de dinero o en la detección del financiamiento de actividades terroristas, que son las tareas sustantivas de la UIF.

Al tanto de la preocupación generalizada, Pablo Gómez hizo la promesa pública de no usar la estructura de la unidad a su cargo para fastidiar a los rivales políticos del régimen.

Ahí queda el compromiso público cuya veracidad se irá confirmando con el paso del tiempo.

La lucha contra la corrupción no admite pausas, pero tampoco desviaciones. El que la haga que la pague, pero la disidencia no debe estar en la mira de la UIF.

Innovación real

La CDMX logró superar a Moscú, la capital de Rusia, y ya es la ciudad con más puntos de conectividad gratuita a Wi-Fi en el mundo.

Por ese motivo la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, recibió un diploma por parte del Grupo Guinness.

No es un premio superficial ni anecdótico, como algunos pudieran pensar, es el resultado de una política de innovación que está vigente desde el inicio de la administración.

Es un logro importante porque permite el acceso a la red mundial a sectores de la población que muchas veces no tienen la posibilidad económica de conectarse.

Al democratizar el acceso a las nuevas tecnologías el gobierno capitalino concretiza la oferta de la innovación.

Playa Hornos

La mayor parte de los empleados de la Secretaría de Salud no quieren trabajar frente a la Playa Hornos, en Acapulco, donde se ubica el nuevo edificio sede de la dependencia federal.

El edificio está terminado. La renuencia de los trabajadores de trasladarse al puerto con todo y la familia es el principal obstáculo.

La versión es que casi el 80 por ciento de la plantilla todavía no da el sí y muchos piensan aceptar la oferta de cambiarse de adscripción para no perder su plaza en el gobierno federal.

Todo mundo sabía que el proceso de descentralización sería complicado, pero ha resultado casi imposible.

No hay manera de que la promesa se cumpla en lo que resta del sexenio. La Secretaría de Salud sería un ejemplo de que sí se puede, pero todavía no hay nada qué presumir.