Opinión

Crónica de un fracaso na-na-na-na-na naranja

Hace un año, Movimiento Ciudadano se convirtió en un dilema difícil de descifrar para muchos analistas políticos que veían en el partido naranja una posible tercera vía entre el continuismo que ofrecería una coalición como la de Morena, PT y PVEM y el regreso al pasado que significaría una coalición entre PAN, PRI y PRD. En enero de 2023, el Frente Amplio por México, aquella coalición que tan buenos resultados había dado para la oposición en las elecciones intermedias de 2023, daba tumbos al no parecer contar con método y liderazgos para enfrentar al oficialismo. Eran los tiempos en los que la sociedad civil organizada se había vestido de rosa para defender al INE y la democracia en noviembre de 2022 y a inicios del año anterior. Eran los días en los que Movimiento Ciudadano había arropado a un conjunto de personajes que presentaban Mexicolectivo como espacio plataforma para la construcción de una visión distinta y alternativa de proyecto de país.

Con el paso de los meses, siendo el único de los siete partidos políticos nacionales que se apegó a los tiempos establecidos en la legislación electoral, Movimiento Ciudadano fue confirmando su intención de construir una candidatura fuerte capaz de competir de forma independiente y de ofrecer una alternativa a la dicotomía entre continuismo y regresión. Por momentos, se pensó que Luis Donaldo Colosio, el joven alcalde de Monterrey, podía ser esa figura, lo mismo que Enrique Alfaro, el pujante gobernador de Jalisco. Tras conflictos internos importantes por diferencias profundas entre quienes pensaban que lo más adecuado sería incorporarse a la coalición opositora ya encabezada entonces por Xóchitl Gálvez y quienes consideraban la conveniencia de competir en solitario, se impuso el postular un candidato propio en la figura de Samuel García. La candidatura del gobernador norteño duró menos de dos semanas.

Con un doble frente abierto – con el denominado Grupo Jalisco, bastión del emecismo a nivel nacional, por un lado, y con la coalición opositora, señaladamente con el PRI, por el otro – Movimiento Ciudadano tomó la determinación de nominar como candidato al diputado Jorge Álvarez Máynez, uno de los referentes al interior del partido naranja pero con poca proyección nacional. La posibilidad de generar una candidatura opositora única, bien a través del acuerdo político, bien mediante una suerte de proceso interno en los partidos, se fue diluyendo hasta por el avance de los tiempos y el endurecimiento de las posiciones en los partidos. A la postulación de Álvarez Máynez se sumó la definición de candidaturas legislativas federales, de gubernaturas y de cargos locales y, con ello, las inconformidades de quienes quedaron fuera de las mismas. El 2 de junio, la boleta electoral llevará los nombres de Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez.

Evento de Movimiento Ciudadano

Evento de Movimiento Ciudadano

Cuartoscuro

Con su estrategia definida más por la coyuntura y las circunstancias, Movimiento Ciudadano afirma ser la opción que puede vencer a Morena y su candidata. Parece imposible. El partido naranja ha diseñado una campaña en la que parece concentrar sus esfuerzos más en golpear al PRI y a algunos de sus liderazgos, que en proponer una verdadera alternativa y señalar las deficiencias del actual gobierno y su candidata. Más allá del desatino que significó el video en el que Jorge Álvarez Máynez aparece con “animo festivo” en un partido de fútbol y descalifica lo mismo al INE que a Manlio Fabio Beltrones, la tónica de MC y algunos de sus personajes más visibles parece ser la de la vendetta por viejas afrentas personales. En esta dinámica se inscriben los ataques de Samuel García al líder priista en Nuevo León, Francisco Cienfuegos, o los intercambios tuiteros entre Álvarez Máynez y Alito Moreno.

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Movimiento Ciudadano, el partido que pudo haber construido una candidatura presidencial independiente fresca, viable y competitiva, decidió apostar por el golpeteo contra un partido que, en el mejor de los casos, representa el veinte por ciento de las preferencias electorales. El fracaso de algo que pudo ser refrescante para la democracia mexicana parece inminente y desesperanzador para quienes pensamos que esta historia podía ser diferente.

Profesor y titular de la DGACO, UNAM

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com