Opinión

Glosa de las respuestas de la candidata morenista Claudia Sheinbaum a la entrevista de Joaquín López-Dóriga.

Joaquín López-Dóriga entrevistó a Claudia Sheinbaum en su programa de grupo Fórmula. El periodista fue muy amable pero inquisitivo. La doctora Sheinbaum lució sencilla, inteligente, serena pero desmesurada en muchos aspectos. Se refirió el famoso “teacher” al cierre por nueve meses del bosque de Chapultepec durante la jefatura de gobernó de la antes académica. Ella explicó por qué se tuvieron que tumbar varios árboles: muchos estaban enfermos y el subsuelo era muy duro y no se filtraba el agua. Se sembraron nuevos y aquello será un bosque encantado, me imagino .

Claudia Sheinbaum en entrevista con Joaquín López Dóriga

Claudia Sheinbaum en entrevista con Joaquín López Dóriga

X López Dóriga

Acto seguido, López Dóriga le preguntó que si, de llegar a ser presidente, gobernaría igual que López Obrador. La ex jefa de gobierno de la ciudad especificó que comparten muchos principios como “primero los pobres”, la honestidad, un gobierno austero. Ambos creen en que desarrollar el país debe ser mediante proyectos estratégicos, que hay que apoyar al que menos tiene. La economía, dijo, se tiene que impulsar desde abajo y no desde arriba. Entiendo que esto propiciará que haya más personas que trabajen en beneficio de la sociedad. Pero Claudia Sheinbaum no es una calca del creador de la misteriosa cuarta transformación, ella es científica y se siente muy segura de sí misma. López Dóriga le recordó que se doctoró en la Universidad de Berkely, que no es ivy league, pero sí una de las grandes universidades de Estados Unidos. Acto seguido, Sheinbaum comentó que los estudiantes deberían tener esta oportunidad de la que ello disfrutó. Insistió en que no existe diferencia entre lo que ella y el presidente piensan, como son los principios básicos del país y los principios básicos de lo que llamamos cuarta transformación (sic). Por eso, agregó nunca la oirán decir que primero los ricos o que no haya soberanía alimentaria o soberanía energética. En eso coincidimos, pero tenemos nuestros estilos personales, espetó.

López-Dóriga agregó que la doctora Sheimbaun ha dicho que construirá “el segundo piso de la cuarta transformación” pero que el primero no está construido por completo, que hay baches, agujeros y obras pendientes. Tranquilamente Claudia le pidió que viera cómo está la condición económica del país, aludiendo a una economía boyante.

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Los reconocidos economistas José Casar, Rolando Cordera y Enrique Provencio, (en el capítulo ocho “La economía mexicana en perspectiva de largo plazo” en el libro de reciente aparición El daño está hecho. Balance y políticas para la reconstrucción, México, 2024) escriben que “la inversión está todavía 10% por debajo de la necesaria para recuperar el nivel que habría si se hubiera mantenido la tendencia registrada entre 2000 y 2018 que, cabe insistir, permitió un crecimiento del PIB de sólo 1.7% anual. Desde este punto de vista, entonces, el nivel de inversión de este año, si bien es creciente”, dista mucho todavía del que se requiere para un crecimiento sostenido”.

La industria de la construcción, por ejemplo, corresponde al Tren Maya y la reconstrucción de la refinería Dos Bocas. Entre tanto la construcción de vivienda se contrajo, dicen los economistas citados, a -1.9%. La importación de maquinaria y equipo se asocia al famoso “superpeso”, que no es un logro de la 4T.

Casar, Cordera y Provencio muestran “que la recuperación económica de la recesión que inició antes de la irrupción de la pandemia está lejos de haberse completado. En comparación con otros países, y en particular con Estados Unidos, el nulo crecimiento entre 2018 y 2022 puede verse como un fracaso”. Apuntan que volver a la trayectoria marcada por la tendencia 2000-2018, a pesar del crecimiento de 2023, llevará todavía varios años. En realidad, falta definir el perfil de la economía actual en México, que sea incluyente, en el que participen “las fuerzas políticas, el sector privado, la academia y las organizaciones sociales”

La doctora Sheimbaun se refiere después a los grandes proyectos del presente sexenio como el Tren Maya, el interoceánico y la Refinería Dos Bocas que habrán de consolidarse bajo su presidencia. López-Doriga le recalca que él entiende que es difícil concretar todo eso en seis años, pero que el presidente López Obrador dijo que él lo lograría. La candidata morenista Claudia Sheinbaum contestó que se alcanzará todo eso en el tiempo que le queda en la presidencia a Andrés Manuel López y que a ella le tocará el despliegue de los trenes de carga. Recordó que nos atravesó la pandemia de Covid 19. Y, habilidosamente, López-Dóriga le contesta que eso no se puede olvidar, que hubo 800 mil mexicanos muertos. Pero Sheimbaun le reviró que antes hubo la pandemia de la diabetes y la obesidad y se la achacó a una falta de previsión del pasado. Afirmó, que aunque “no piense exactamente igual al presidente” no regresará el neoliberalismo a nuestro país y a que unos cuantos sean los dueños de México. Que para ella, y para el obradorato, se entiende, cuentan las grandes mayorías (sic de nuevo).

Yo afirmo que la economía sigue siendo neoliberal, que se destruyó el sistema de salud, que se atenta contra los organismos autónomos y Claudia Sheinbaum, por su lado, abrazó las propuestas de López Obrador para reformar la Constitución, las cuales le otorgarán un poder inmenso, más que el que ahora sustenta el presidente, un hombre hinchado de hibris, es decir, de desmesura y arrogancia.

La entrevista a la que hago mención la puede ver todo el mundo en YouTube. Lo sobresaliente aquí es que Claudia Sheimbaun repita las mentiras de López-Obrador. ¿De veras le diría Larry Fink, CEO de Black Rock, que todo el mundo admira al presidente de México por no no haberse endeudado durante la pandemia? Y que se le reconoce, también mundialmente, cómo ha conducido nuestra maravillosa economía. Wow! Detalla la candidata lo importante que es el desarrollo con bienestar y que el año pasado fue el año con mayor inversión extranjera en México. Insistió en algo que ha tratado con los grandes, con los medianos y los pequeños empresarios y es que hay que pensar en el empleo bien remunerado y también que el trabajador tenga vivienda, escuela y buen transporte. López Dóriga le arguye que eso no hay hoy en México. Ella replica que esa es la gran visión y el teacher” le recordó que se necesita llevar la visión a los hechos. La doctora Sheimbaun le argumentó que “antes”, cada seis años, se cambiaba lo que había hecho el presidente anterior, pero que ahora habrá continuidad.

López Dóriga centra el asunto en que no caben dos personas en la silla presidencial. Ella insiste en que López Obrador se retirará a su rancho y él subraya que no ve al presidente “yéndose”. Sheimbaun declara que habrá un gran legado del presidente López Obrador y que con ella aparecerá un México distinto pero a partir de la tan traída y llevada Transformación.

La entrevista es larga y López-Doriga dice que no todo lo que ha hecho Andrés Manuel está bien y que ella, entonces, deberá corregir el rumbo. Como ejemplo menciona al sistema de Salud y la candidata afirma que se está construyendo, en gerundio, un gran sistema de Salud. Ella argumenta que los médicos ganaban muy poco en el régimen de Salud Pública y que ahora obtendrán más allá del doble: 34 mil pesos al mes, con plaza, y que, con eso, supongo, harán maravillas con los enfermos y se construirá, agrega la candidata, un sistema de Salud Pública.

Yo pensé que antes lo había hasta que llegó López Obrador y lo desmanteló. En fin, queda mucho por glosar de la entrevista a la doctora Sheinbaum, pero me he extendido demasiado. Vean la entrevista, por favor.