La inteligencia artificial en el diagnóstico médico
Por años ha existido cierta obsesión por el desarrollo de algoritmos que permitan el diagnóstico médico al interaccionar con una computadora. Ahora que la inteligencia artificial (IA) está de moda, empiezan a aparecer editoriales y artículos al respecto. En días recientes leí un editorial en la revista Nature en la que el título dice que un programa de IA creado en Google tiene mejor desempeño diagnóstico que los “doctores humanos” (12 de enero). Lo pongo entre comillas, porque así lo dice, doctores humanos, lo que lleva implícito que hay doctores no humanos.
El problema con el diagnóstico en medicina no está en cómo hacer el diagnóstico de una enfermedad, sino en la heterogeneidad de la calidad de los médicos. Hay médicos muy buenos, que estudiaron mucho y que tienen una estructura mental, científica, muy clara para abordar un problema y llegar al diagnóstico. Los pacientes al referirse a estos médicos muy buenos, paradójicamente, dicen que son “muy atinados”, como si hacer el diagnóstico correcto fuera asunto de tómbola. Los doctores malos no estudiaron, no tienen estructura mental científica. No tienen remedio.
IA para medicina e investigación médica.
El proceso mental para abordar un problema médico está bien establecido. Para lo que usamos tecnología es para acceder a lugares que no podemos ver en una consulta. La endoscopía para ver el tubo digestivo, la endourología para las vías urinarias, la resonancia magnética para ver el cerebro o el cateterismo cardíaco para ver las coronarias.
La entrevista con el médico para iniciar un abordaje diagnóstico va mucho más allá de preguntas y respuestas. La entrevista es lo que inicia una relación humana entre dos personas, en este caso, la relación médico paciente. El paciente le cuenta al médico sus problemas, angustias y dolores y todo eso es lo que un buen médico debe de poder captar. No solo es el interés y la ruta para hacer un diagnóstico. Es que el paciente se sienta escuchado, comprendido, acompañado.
Es bien sabido que con frecuencia el paciente se siente mejor después de haber hablado con el médico. Saberse escuchado y atendido hace que mejoren los síntomas, particularmente en el tiempo que vivimos, en el que los padecimientos psicosomáticos están a la orden del día. Por otro lado, si se trata de algo serio o grave, los diagnósticos médicos con frecuencia no son agradables. Es deshumanizante pensar que sea una computadora la que te dé un diagnóstico terrible, con el pronóstico que va a asociado a esto, en vez de que lo haga un médico que puede hacerlo con la mejor empatía posible. Un médico que puede reaccionar en consecuencia a tu respuesta y darte el respaldo humano que eso requiere en ocasiones.
Desafortunadamente, no todos los médicos lo hacen así. Pero, el problema no siempre es el médico. Con frecuencia es el sistema de salud que pretende que el médico vea un paciente cada 10 minutos y así cubrir a seis por hora, en vez de contratar a seis médicos, para que cada uno tenga una hora por paciente y lo haga con calma y cuidado. Una computadora no puede remplazar a un buen médico. Quizá pueda hacer el diagnóstico de seis pacientes o más por hora, pero no puede remplazar al contacto humano. La IA le conviene a los gobernantes que no quieren invertir los recursos que no son suyos, en el bienestar del enfermo, sino en lo que a ellos les interesa. Con la IA lograrán un día un enlace al que entres por internet, le digas tus molestias y te responda que estás grave, necesitas quimioterapia y tu pronóstico es muy malo.
Dr. Gerardo Gamba
Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e
Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM
te recomendamosMás columnas de opinión
