Opinión

El Papa Francisco activo, pero en silla de ruedas

Termina mayo, el mes mariano por excelencia en el mundo cristiano, y esta vez, el Papa Francisco, a quien ya se le ve en silla de ruedas, ha decidido cerrar con el rezo del rosario desde la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, dedicado a la paz en todos los países, especialmente en Ucrania.

EFE

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La ceremonia tendrá lugar a las 11:00 horas tiempo del centro de México, y los obispos de varios países se sumarán a este evento religioso.

En un comunicado de Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, se informa que la plegaria tendrá lugar frente a la imagen de la Virgen como reina de la paz, una escultura que se realizó durante el pontificado de Benedicto XV, por Guido Galli, como una ofrenda para pedir por el final de la Primera Guerra Mundial.

Es una tradición que los fieles le lleven flores a esta imagen de la Virgen junto con algunos escritos en papel solicitando sus favores. El Papa Francisco le llevará una corona de flores, y esta es una basílica a la que acude cada vez que realiza un viaje internacional.

Lo acompañarán familias ucranianas que ahora radican en Roma, víctimas de la guerra, capellanes militares, integrantes de la Gendarmería Vaticana y de la Guardia Suiza, grupos de scout, y de las tres parroquias que hay en Roma dedicadas a la Virgen María como Reina de la Paz.

Entre las parroquias internacionales que han confirmado su participación de manera simultánea en este evento religioso están las de Ucrania, Irak, Siria, Barein, y en México, la Basílica de Guadalupe.

El Papa está siguiendo las recomendaciones médicas de evitar caminar por los problemas de sus rodillas, pero con toda sencillez, la silla de ruedas le permite desplazarse y continuar con su agitada agenda, sin faltar a los compromisos establecidos y desarrollando sus programas de catequesis.

También está programado que el Papa Francisco visite tres ciudades de Canadá del 24 al 29 de julio, donde se reunirá con habitantes de la etnia inuit, a quienes pedirá perdón por los abusos registrados en escuelas católicas de tipo internado, por la falta de respeto hacia las identidades, cultura y valores espirituales de los indígenas, y el mal logrado celo misionero de hace un siglo.

Canadá cuenta con una santa indígena que forma parte del grupo de 7 indígenas canonizados de América. Los otros 6 se encuentran en México. La vida de Santa Catarina Tekakwitha (1656-1680) ilustra el rechazo de muchos indígenas a la occidentalización, pues ella, perteneciente a la tribu iroquesa, y siendo hija de un jefe mohawk, fue bautizada por jesuitas franceses, a los 20 años junto con su madre, pero por su cristianización, tuvo que abandonar su tribu pues fue rechazada y padeció discriminación, y se fue hacia Sault Ste, Marie, cerca de Montreal, donde ella falleció el 17 de abril de 1680 en Caughawaga, a los 24 años de edad. La canonizó Juan Pablo II.